La entrada de Leonardo sobre los colegios bilingües ha esbozado un debate sobre la importancia de saber inglés desde temprana edad. Creo que el tema tiene muchísima miga, pero no es más que la punta de un iceberg mucho más grande, que planteo en forma de pregunta: ¿Es el inglés en España tan fundamental para la vida cotidiana, laboral, cultural y de ocio como nos dicen?
Yo parto de la premisa de que es muy positivo saber inglés, igual que tener cualquier otro conocimiento que te permita adquirir ventajas o desenvolverte mejor en cualquier campo. Lo único que pongo en duda es que exista proporción entre el impresionante despliegue de medios educativos y profesionales en favor del aprendizaje a nivel bilingüe de este idioma y la utilidad real que ello puede reportar ahora y en el futuro a un español del montón y concretamente a un joven del montón.
Supongo que cada uno cuenta la feria como le va y en función de los ambientes en que se mueva. Mi entorno de amistades es universitario y medio, y yo no acabo de ver que la peña necesite ser bilingüe para trabajar, ni para viajar, ni para acceder a la información por internet. Me doy cuenta de que en los puestos de trabajo de perfil tecnológico sí es imprescindible conocer este idioma, pero no a un nivel de bilingüismo, sino muchas veces como mera herramienta de traducción o comunicación puntual. Conozco alguna excepción, incluso dentro del Cuatriunvirato, pero estas personas han alcanzado el “don de lenguas” a los veintitantos, cuando lo han necesitado, a base de perfeccionarse en cursos y sobre todo pasando tiempo en el extranjero, sin que ello les haya supuesto ningún trauma. De hecho, estoy muy de acuerdo con el Subdirector cuando dice que “la única manera de aprender bien un idioma es que no te quede otro remedio que usarlo”.
Pero a la inmensa mayoría de mis conocidos, ya digo, les ha sido más que suficiente el bajo nivel adquirido en el viejo BUP.
Por favor, seamos honrados: ¿cuántos bilingües en serio se necesitan en España?, ¿qué porcentaje de trabajadores son profesores universitarios de ramas tecnológicas, investigadores de I+D+i, empleados con responsabilidad en empresas importadoras, diplomáticos, funcionarios españoles en el extranjero o en instituciones europeas, profesores de inglés, traductores de libros, camareros de chiringuito en Benidorm (éste es coña), ponentes en congresos y putas de lujo? , ¿y pensáis realmente que van a necesitarse muchos más puestos de éstos en el futuro? Bueno, eso llevan diciendo desde hace más de veinte años…
Y porque no digáis que sólo valoro aprender el idioma para trabajar, ¿cuánta gente conocemos que por tener el nivel de inglés de bachillerato no se haya puesto al día sin problema en el mundo de la informática a nivel de usuario o no haya podido descargarse películas o entenderse con una irlandesa frescachona en la playa (que es lo más importante, porque las extranjeras siempre serán mucho más pilinguis)?
Sin embargo parece que ahora nos quieren vender que sin el inglés no se puede ser nada en la vida, o que sin saber inglis-pitinglis eres más o menos tonto o analfabeto. Y por eso “bilingüizan” los colegios a marchas forzadas, y a veces de cualquier manera, y no pocas empresas fingen que valoran el idioma, obligándote a cubrir las apariencias mediante los consabidos certificados y en la redacción del currículo, para luego no decir ni “goodbye” si te contratan. Y la verdad, todo esto me parece un snobismo y una moda gilipollas.
Por decirlo de otro modo, yo me plantearía si para el porcentaje de españoles que van a usar el inglés como herramienta de trabajo o de convivencia cotidiana, merece la pena que todo el sistema educativo comience a cimentarse en la lengua de Shakeasperare hasta el punto de usarse como idioma “vehicular” o como se diga.
En mi opinión toda esta verbena políglota responde ni más ni menos a la colonización cultural anglosajona y más en concreto, americana. Yo no dudo que estos países son los que más pitan hoy en día, por lo que me parece estupendo que las multinacionales y las compañías afectadas por eso de la globalización económica, exijan el inglés a sus empleados. También me parece ideal que ahora con la Unión Europea a la gente le guste más, o le sea más fácil, o más barato viajar al extranjero y tenga por ello mucho interés en sumergirse en los idiomas. Considero perfectamente comprensible que todo el mundo se interese por coscarse más de las cosas del ordenador y de la red, y que para ello aprendan el english. ¿Pero tiene el Estado que garantizarnos, o mejor dicho, casi imponernos su aprendizaje desde que chupamos del biberón? ¿No sería mucho más lógico que los españolitos lo aprendiéramos “a demanda”, o sea cuando lo necesitemos por nuestras circunstancias o por nuestro placer o capricho? Mucho me temo que desgraciadamente esta política de inmersión lingüística a macha martillo sea otra de las pruebas del lacayismo internacional de nuestro país y de la expansión implacable de un modelo económico para el que la diversidad lingüística y cultural no es sino una barrera para la expansión de los negocios y del dinero.
Y luego lo que dijo Veneficus de que le parecía que si teníamos poco nivel de inglés era por culpa del doblaje de las pelis… Vamos, el doblaje ni me lo toque usted, que en España es una maravilla, más profesional que en ningún país. La gente va al cine a disfrutar de su ocio y no a una clase de audición inglesa de dos horas, fastidiándose encima por leer los subtítulos. Y no me vengáis con que eso es falta de costumbre, porque yo no quiero acostumbrarme. Cuando me dé la gana o mis necesidades me fuercen a coger más pericia con el inglés, lo haré sin más, como todo el mundo que se ha visto en tal tesitura, pero hasta entonces dejadme disfrutar del cine en cristiano. Además, de esa teoría de que hay que educar el oído a través del cine, podría deducirse que por narices hay que familiarizarse con el idioma del país que distribuya más cine comercial en el mundo. Ahora casualmente se trata del inglés, que es muy útil para muchas cosas, pero imaginaros que a los japoneses les diera por hacer un cine sólido y valorado y tuviéramos todos que tragarnos las películas en ese galimatías de lengua. Vamos, no me jodas…
Yo parto de la premisa de que es muy positivo saber inglés, igual que tener cualquier otro conocimiento que te permita adquirir ventajas o desenvolverte mejor en cualquier campo. Lo único que pongo en duda es que exista proporción entre el impresionante despliegue de medios educativos y profesionales en favor del aprendizaje a nivel bilingüe de este idioma y la utilidad real que ello puede reportar ahora y en el futuro a un español del montón y concretamente a un joven del montón.
Supongo que cada uno cuenta la feria como le va y en función de los ambientes en que se mueva. Mi entorno de amistades es universitario y medio, y yo no acabo de ver que la peña necesite ser bilingüe para trabajar, ni para viajar, ni para acceder a la información por internet. Me doy cuenta de que en los puestos de trabajo de perfil tecnológico sí es imprescindible conocer este idioma, pero no a un nivel de bilingüismo, sino muchas veces como mera herramienta de traducción o comunicación puntual. Conozco alguna excepción, incluso dentro del Cuatriunvirato, pero estas personas han alcanzado el “don de lenguas” a los veintitantos, cuando lo han necesitado, a base de perfeccionarse en cursos y sobre todo pasando tiempo en el extranjero, sin que ello les haya supuesto ningún trauma. De hecho, estoy muy de acuerdo con el Subdirector cuando dice que “la única manera de aprender bien un idioma es que no te quede otro remedio que usarlo”.
Pero a la inmensa mayoría de mis conocidos, ya digo, les ha sido más que suficiente el bajo nivel adquirido en el viejo BUP.
Por favor, seamos honrados: ¿cuántos bilingües en serio se necesitan en España?, ¿qué porcentaje de trabajadores son profesores universitarios de ramas tecnológicas, investigadores de I+D+i, empleados con responsabilidad en empresas importadoras, diplomáticos, funcionarios españoles en el extranjero o en instituciones europeas, profesores de inglés, traductores de libros, camareros de chiringuito en Benidorm (éste es coña), ponentes en congresos y putas de lujo? , ¿y pensáis realmente que van a necesitarse muchos más puestos de éstos en el futuro? Bueno, eso llevan diciendo desde hace más de veinte años…
Y porque no digáis que sólo valoro aprender el idioma para trabajar, ¿cuánta gente conocemos que por tener el nivel de inglés de bachillerato no se haya puesto al día sin problema en el mundo de la informática a nivel de usuario o no haya podido descargarse películas o entenderse con una irlandesa frescachona en la playa (que es lo más importante, porque las extranjeras siempre serán mucho más pilinguis)?
Sin embargo parece que ahora nos quieren vender que sin el inglés no se puede ser nada en la vida, o que sin saber inglis-pitinglis eres más o menos tonto o analfabeto. Y por eso “bilingüizan” los colegios a marchas forzadas, y a veces de cualquier manera, y no pocas empresas fingen que valoran el idioma, obligándote a cubrir las apariencias mediante los consabidos certificados y en la redacción del currículo, para luego no decir ni “goodbye” si te contratan. Y la verdad, todo esto me parece un snobismo y una moda gilipollas.
Por decirlo de otro modo, yo me plantearía si para el porcentaje de españoles que van a usar el inglés como herramienta de trabajo o de convivencia cotidiana, merece la pena que todo el sistema educativo comience a cimentarse en la lengua de Shakeasperare hasta el punto de usarse como idioma “vehicular” o como se diga.
En mi opinión toda esta verbena políglota responde ni más ni menos a la colonización cultural anglosajona y más en concreto, americana. Yo no dudo que estos países son los que más pitan hoy en día, por lo que me parece estupendo que las multinacionales y las compañías afectadas por eso de la globalización económica, exijan el inglés a sus empleados. También me parece ideal que ahora con la Unión Europea a la gente le guste más, o le sea más fácil, o más barato viajar al extranjero y tenga por ello mucho interés en sumergirse en los idiomas. Considero perfectamente comprensible que todo el mundo se interese por coscarse más de las cosas del ordenador y de la red, y que para ello aprendan el english. ¿Pero tiene el Estado que garantizarnos, o mejor dicho, casi imponernos su aprendizaje desde que chupamos del biberón? ¿No sería mucho más lógico que los españolitos lo aprendiéramos “a demanda”, o sea cuando lo necesitemos por nuestras circunstancias o por nuestro placer o capricho? Mucho me temo que desgraciadamente esta política de inmersión lingüística a macha martillo sea otra de las pruebas del lacayismo internacional de nuestro país y de la expansión implacable de un modelo económico para el que la diversidad lingüística y cultural no es sino una barrera para la expansión de los negocios y del dinero.
Y luego lo que dijo Veneficus de que le parecía que si teníamos poco nivel de inglés era por culpa del doblaje de las pelis… Vamos, el doblaje ni me lo toque usted, que en España es una maravilla, más profesional que en ningún país. La gente va al cine a disfrutar de su ocio y no a una clase de audición inglesa de dos horas, fastidiándose encima por leer los subtítulos. Y no me vengáis con que eso es falta de costumbre, porque yo no quiero acostumbrarme. Cuando me dé la gana o mis necesidades me fuercen a coger más pericia con el inglés, lo haré sin más, como todo el mundo que se ha visto en tal tesitura, pero hasta entonces dejadme disfrutar del cine en cristiano. Además, de esa teoría de que hay que educar el oído a través del cine, podría deducirse que por narices hay que familiarizarse con el idioma del país que distribuya más cine comercial en el mundo. Ahora casualmente se trata del inglés, que es muy útil para muchas cosas, pero imaginaros que a los japoneses les diera por hacer un cine sólido y valorado y tuviéramos todos que tragarnos las películas en ese galimatías de lengua. Vamos, no me jodas…