El mejor comentario de la semana ha sido:
"Creo que algunas reacciones están fuera de lugar. Rechazamos la mojigatería religiosa pero parece que no por otra razón más que la de regirnos por otra mucho más estrecha, hipócrita y sensacionalista, la mojigatería progre. Algo se apuntó ya en los comentarios a la entrada sobre el humor políticamente correcto, pero esta vez se ha ido más lejos. ¿Dónde quedó aquello de no quedarse con la primera impresión e intentar hacer al menos el esfuerzo de leer entre lineas? ¿Y aquello de la capacidad del humor inteligente de hacernos reflexionar sobre algo desde la risa?
Porque resulta que yo cumplo con varios de los puntos citados y, sin embargo, no sólo no me he sentido ofendido por lo que se podría deducir de ello, sino que ni tan siquiera me ha hecho dudar de quién soy y cuáles son mis gustos. Me ha hecho pensar, sí, pero en algo muy diferente, en lo mismo en lo que pensé después de ver "El club de la lucha". En las sociedades occidentales actuales se viene hablando desde hace años del nuevo rol social que debe desempeñar el hombre en ellas. Y aunque nadie ha sabido definir claramente cuáles son los nuevos parámetros que deberíamos seguir para ello, por lo que se ha apuntado en algunos momentos he podido deducir que pasa por la integración en una nueva sociedad que de tan igualitaria nos niega la posibilidad de actuar como nos dicta la naturaleza. Y tras esta forma de castración, lo único que nos queda es el camino del consumismo y el afeminamiento. Es por ello que unos cuantos hombres dediden unirse en la película antes citada para poder ser durante unos minutos ellos mismos de nuevo. Necesitan competir y de alguna forma basada en la violencia porque hay algo dentro de sí mismos que les impulsa a ello. Y por primera vez en muchos años consiguen experimentar una sensación de libertad y autenticidad que no les había dado ni el dinero, ni el éxito profesional, ni, por supuesto, su relación con el resto de la sociedad.
Lo quiera reconocer el progre o no, estamos ante una problemática que no se puede solventar desde el tremendismo, la demagogia o la estupidez. ¿Se puede menospreciar al hombre que siguiendo su instinto masculino sacrifica el éxito social por llevar una conducta con la que se siente más agusto? ¿Y a la mujer que siguiendo también su instinto femenino rechaza una posibilidad de éxito profesional por algo más de tiempo libre para poder plantearse la posibilidad de ser madre como ya está ocurriendo en algunos casos? ¿Se puede ir en contra de la naturaleza y esperar que no haya consecuencias?
Señores críticos con el listado de marras, no se escandalicen tanto por una entrada que se limita a combinar los ingredientes básicos del humor inteligente del que hablaba antes, el humor en sí, la provocación y la reflexión. No dejen que los primeros árboles les impidan ver el bosque.
Y al Cuatriunvirato simplemente decirles que, por favor, sigan así. Me encanta la línea que llevan".
Autor: Miquelino
Y al Cuatriunvirato simplemente decirles que, por favor, sigan así. Me encanta la línea que llevan".
Autor: Miquelino
Entrada: 80 cosas de maricones
Me sorprende la referencia al club de la lucha en esta semana que han tenido de discusión homosexual.
ResponderEliminarEn el club no hay identidad, no hay distinción racial, ni religiosa, ni de preferencias sexuales. Los participantes podrían ser perfectamente homosexuales.
El club es una catarsis, una forma de expresar la violencia y la frustración que implica la vida en sociedad. Una canalización de los deseos destructivos y autodestructivos. Ah, y el germen de un grupo terrorista de tipo anarquista...
Recomiendo leer la novela homónima de Chuck Palahniuk en la que se basa la película (que me parece bastante buena, por cierto). Tiene un estilo de escritura muy caótico, como si siguiera los pensamientos confusos del protagonista, pero que realmente engancha a seguir leyendo.
Sr. Halleck, permítame recomendarle que vuelva a leer la parte final del comentario, concretamente el momento en el que me refería al error de no ver más allá de los primeros árboles. Y no se lo tome a mal porque no va con intención ofensiva, pero me parece ridículo que tras leer el listado de tópicos sobre los homosexuales alguien saque como conclusión que algún miembro del Cuatrivirato no se lava lo suficiente. El mismo ridículo que me parece ver en la clarificación que pretende hacer sobre las razones para la pertenencia de los miembros del club de esta película y si hay algún tipo de relación de incompatibilidad entre estas y una posible homosexualidad. De la misma manera que si alguien hubiera intentado ver en el sentido de mi comentario un supuesto caso de apología de la violencia, la identificación de esta con la masculinidad, la llamada a la creación de algún tipo de club clandestino o, incluso, de algún grupo antisistema. Y si alguien me hace el favor de traer más vendas se lo agradecería, que todavía tengo que cubrir más no-heridas.
ResponderEliminarPor otra parte, no es cierto que el club no tenga identidad. Nada más lejos de la realidad. No tiene una orientación política, social, cultural o religiosa. Es posible que pudieran adherirse miembros con una orientación homosexual, claro que sí, ¿alguien lo ha puesto en duda? Pero sí tiene un sentido muy concreto del cual deriva una importante discriminación: es un club pensado exclusivamente para hombres, un club con una identidad masculina de base por lo tanto. Y quienes se unen a él comparten además una necesidad vital de recuperar algo que sienten perdido. Más que perdido, arrebatado por unas condiciones sociales en las que no terminan de encajar.
Sólo encuentro una posible explicación a su mala interpretación: que para algunos de ustedes aquí se está hablando exclusivamente de la homosexualidad y cualquier debate que surja sólo puede girar en torno a ella y de una forma políticamente correcta. Pero lo que pasa es que algunos hemos intentado salirnos de los clichés a los que nos tienen acostumbrados y, por una parte, ofrecer un retrato de lo que representa la homosexualidad, como el Sr. Neri en sus doce puntos brillantes y muy descriptivos de lo que es este fenómeno, y, por otro lado, el intento de otros de ir un poco más allá y entrar en temas de mayor complejidad como el del rol que se propone para el hombre y para la mujer en las sociedades occidentales actuales y las dificultades que algunas veces se encuentran al intentar ajustarse a él.
Y es que me da la sensación de que seguimos quedándonos mirando el dedo cuando nos señalan las estrellas.
Por último, ¿por dónde tengo que pasar para recoger el jamón del premio? Prometo donarle a la próxima niki-fiesta medieval que se organice. Jejeje
Un saludo