Recientes estudios [
1,
2,
3] publicados por neurólogos del Instituto Karolinska de Estocolmo en la revista
Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) han vuelto a
reabrir la polémica cerrada hace algún tiempo sobre si la
homosexualidad es una desviación sexual, y por tanto, podría ser corregida, o una elección del individuo. Hasta 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) la consideraba un trastorno mental, opinión que cambió tras la presión del
lobby gay, y hasta 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la siguió considerando una enfermedad mental.
En los
dos primeros estudios publicados por estos investigadores analizaron el
comportamiento respecto a ciertos olores con feromonas de varones y mujeres homosexuales, llegando a la conclusión de que los hombres homosexuales se comportan frente a ellos de forma muy similar a como lo hacen las mujeres heterosexuales. Sin embargo, si bien había algunas coincidencias, el comportamiento de las mujeres homosexuales no era tan parecido al de los hombres heterosexuales. Esto les hizo concluir a los investigadores que las
lesbianas forman un grupo más heterogéneo que los gays y que la homosexualidad masculina y femenina son diferentes.
Si bien este primer estudio se basa en algo tan poco tangible como es el comportamiento respecto a los olores, y simplemente muestra las diferencias perceptivas de los homosexuales, en un
posterior estudio realizado sobre 45 varones y 45 mujeres (25 de cada sexo heterosexuales y 20 homosexuales), se ha comprobado que el
cerebro de los homosexuales difiere del de las personas de su mismo sexo y se parece más al de las personas de sexo contrario. El estudio consistió en analizar el cerebro de todos los individuos mediante Resonancia Magnética (MRI), que permite el análisis anatómico del cerebro y Tomografía por Emisión de Positrones (PET), que permite el análisis funcional del mismo.
En las imágenes de MRI los investigadores estudiaron la simetría de los hemisferios cerebrales, observando que los varones homosexuales, al igual que las mujeres heterosexuales, presentan simetría en ambos hemisferios cerebrales. Por el contrario, tanto mujeres homosexuales como hombres heterosexuales presentan asimetría derecha en dichos hemisferios. Respecto a las imágenes funcionales (PET), han estudiado el flujo de sangre entre las dos amígdalas, comprobando que las conexiones en los homosexuales son sexualmente atípicas, pareciéndose más a las del sexo contrario.
Lo dicho anteriormente es lo que nos puede aportar la ciencia, y salvo que se demuestre que los estudios presentados no son válidos (cosa poco probable al estar publicada en una revista, tras pasar por varios revisores expertos en la materia),
sólo cabe seguir investigando.
A partir de aquí caben muchas
interpretaciones, como la de si la homosexualidad, y los cambios morfológicos y fisiológicos que conlleva, es genética, se adquiere con el ambiente, o es una decisión libre del individuo. Los autores del estudio, indican que puede haber
tres factores influyentes:
efectos del entorno,
genética e
influencia de las hormonas sexuales, y no llegan a conclusiones importantes sobre la importancia de cada uno, indicando que puede ser una mezcla de todos ellos.
Ineludiblemente unido a este estudio y las causas de la homosexualidad está el
derecho de los homosexuales de adoptar niños. Dado que una posible causa de la homosexualidad es la ambiental, y el principio de toda sociedad civilizada de que hay que
defender los derechos del más inocente, no creo que en ningún caso haya que dar en adopción niños a estas parejas. No entro en si tienen o no derecho, pues en este caso es lo de menos, sino a que el niño tiene derecho a educarse en las mejores condiciones posibles que la sociedad le pueda dar.
La gente que está
a favor de la
homoadopción argumenta que una pareja homosexual puede darle más cariño y cuidar mejor al niño que una pareja heterosexual. Este argumento es absurdo, pues una pareja por el hecho de ser homosexual no va a quererle ni cuidarle más (ni menos). Otro posible argumento es que estará mejor con una pareja del mismo sexo que en un orfanato, argumento que deja de tener validez si se mira el tiempo que tiene que esperar una pareja tradicional para recibir un hijo en adopción.
Otros argumentos que me parecen más válidos
en contra de la adopción son el hecho de que en edad infantil son muy importantes los roles de la madre y del padre, y los evidentes problemas causados en el entorno del niño, por el hecho de tener dos padres o dos madres; si ya para un niño asumir que es adoptado puede causar en muchos casos problemas de aceptación, estos problemas se verían altamente agravados por el hecho de la
antinaturalidad de sus padres. Por otra parte, hay
estudios muestran que "la atracción sexual hacia personas del mismo sexo al llegar la adolescencia es del 60 por ciento más en los niños adoptados por padres homosexuales o lesbianas" y en
otro se afirma que los homosexuales son más propensos a abusar de sus hijos que en las parejas heterosexuales.
Como
conclusión, no sé si se nace homosexual, o se hace, sí se ha visto que produce o está causada por modificaciones anatómicas y fisiológicas en el cerebro, y no voy a decir a estas alturas que la homosexualidad sea una enfermedad que se pueda curar, pero sí creo que es una
desviación sexual como otras muchas, pero que en la actualidad está mejor vista debido a la importancia social, política y económica que tiene el
lobby gay, lo que ha hecho que casi todos los partidos políticos traten de tener una política "
homofílica" para atraerse el ascua a su sardina. Como no se sabe la influencia de los factores genéticos y ambientales en la homosexualidad, estoy
totalmente en contra de la adopción de niños por estas personas, que aparte de tener mayor tendencia a tener tendencias homosexuales, es evidente que van a tener más problemas en su infancia y adolescencia, y me parece un
comportamiento fascista "experimentar" con niños cuando,
al menos, no se tiene la seguridad de que dichos experimentos no les van a causar secuelas de cualquier tipo.
Referencias:
[
1] I. Savic, H. Berglund y P. Lindström, "Brain response to putative pheromones in homosexual men", PNAS 2005, Vol. 102, No. 120, Págs: 7356-7361.
[
2] H. Berglund, P. Lindström e I. Savic, "Brain response to putative pheromones in lesbian women", PNAS 2006, Vol. 103, No. 21, Págs: 8269-8274.
[
3] I. Savic y P. Lindström, "PET and MRI show differences in cerebral asymmetry and functional connectivity between homo- and heterosexual subjects", PNAS publicado 16 Junio, 2008, 10.1073/pnas.0801566105.