De todas las picaduras
veraniegas, la más popular y la que todos hemos sufrido alguna vez es la del
mosquito, denominación con la que se conoce coloquialmente en España a los
insectos dípteros hematófagos llamados culíferos.
Los mosquitos se encuentran principalmente en zonas húmedas o cercanas a masas de agua, ya que es en los medios acuáticos donde depositan los huevos y donde se desarrollan sus larvas y pupas antes de convertirse en adultos y echar a volar.
Para el desarrollo y puesta de los huevos, las hembras de culífero necesitan alimentarse de sangre (los machos solo comen néctar de las flores). Para ello están dotadas de un fino estilete llamado probóscide que clavan en la piel de diversos vertebrados para extraer el nutriente al tiempo que inyectan una sustancia coagulante para facilitar la operación. Una curiosidad es que una hembra recién alimentada muestra su abdomen hinchado y de color rojo.
Los humanos no somos, ni mucho menos, la principal víctima de los mosquitos, que suelen preferir la sangre de aves, anfibios (sobre todo ranas) y reptiles (básicamente lagartijas).
A diferencia de lo que sucede en áreas tropicales, en España, en principio, la picadura de mosquito no es peligrosa. Normalmente atacan dos o tres veces seguidas, dejando varias ronchas en la piel, en una misma zona, que causan más picor que dolor. De hecho hay personas a las que les produce una sensación agradable rascarse la hinchazón provocada por este insecto. Sea como sea, cuanto más se rasca la herida, más se agranda y más escuece.
En España se han observado 61 especies de culífero, y es tradición denominar cínifes o cénzalos a las variedades de mayor tamaño, con largas patas y probóscide bien visible. Ambas denominaciones son acientíficas y el Diccionario de la RAE las recoge como simples sinónimos de mosquito.
Hace diez años cruzó nuestras fronteras, camuflado en un camión de neumáticos, la especie asiática Aedes albopictus, más conocida como mosquito tigre, que ha logrado expandirse por Andalucía y por la mayor parte de las comunidades mediterráneas. Este bicho negro con rayas blancas sí que es inquietante, pues, además de ocasionar un picotazo muy doloroso, puede transmitir enfermedades como el dengue e incluso el Chikunguña, un virus tropical de origen africano que, pese a su nombre, que suena a coña, es el causante de una grave enfermedad que afecta a las articulaciones.
Este mismo verano se ha vivido una cierta paranoia en Cataluña a cuenta del mosquito tigre. Las autoridades medioambientales de esta hermosa región han puesto en marcha la campaña Atrapa el tigre y una app (Tigatrapp) para que los ciudadanos manden fotos de los lugares donde hayan avistado huevos, larvas o ejemplares adultos, para facilitar las tareas de exterminio de este insecto tan puñetero.
Otras picaduras veraniegas en La pluma viperina:
- Escolopendras
- Medusas
- Tábanos
- Escorpiones
- Avispas y abejas
Los mosquitos se encuentran principalmente en zonas húmedas o cercanas a masas de agua, ya que es en los medios acuáticos donde depositan los huevos y donde se desarrollan sus larvas y pupas antes de convertirse en adultos y echar a volar.
Para el desarrollo y puesta de los huevos, las hembras de culífero necesitan alimentarse de sangre (los machos solo comen néctar de las flores). Para ello están dotadas de un fino estilete llamado probóscide que clavan en la piel de diversos vertebrados para extraer el nutriente al tiempo que inyectan una sustancia coagulante para facilitar la operación. Una curiosidad es que una hembra recién alimentada muestra su abdomen hinchado y de color rojo.
Los humanos no somos, ni mucho menos, la principal víctima de los mosquitos, que suelen preferir la sangre de aves, anfibios (sobre todo ranas) y reptiles (básicamente lagartijas).
A diferencia de lo que sucede en áreas tropicales, en España, en principio, la picadura de mosquito no es peligrosa. Normalmente atacan dos o tres veces seguidas, dejando varias ronchas en la piel, en una misma zona, que causan más picor que dolor. De hecho hay personas a las que les produce una sensación agradable rascarse la hinchazón provocada por este insecto. Sea como sea, cuanto más se rasca la herida, más se agranda y más escuece.
En España se han observado 61 especies de culífero, y es tradición denominar cínifes o cénzalos a las variedades de mayor tamaño, con largas patas y probóscide bien visible. Ambas denominaciones son acientíficas y el Diccionario de la RAE las recoge como simples sinónimos de mosquito.
Hace diez años cruzó nuestras fronteras, camuflado en un camión de neumáticos, la especie asiática Aedes albopictus, más conocida como mosquito tigre, que ha logrado expandirse por Andalucía y por la mayor parte de las comunidades mediterráneas. Este bicho negro con rayas blancas sí que es inquietante, pues, además de ocasionar un picotazo muy doloroso, puede transmitir enfermedades como el dengue e incluso el Chikunguña, un virus tropical de origen africano que, pese a su nombre, que suena a coña, es el causante de una grave enfermedad que afecta a las articulaciones.
Este mismo verano se ha vivido una cierta paranoia en Cataluña a cuenta del mosquito tigre. Las autoridades medioambientales de esta hermosa región han puesto en marcha la campaña Atrapa el tigre y una app (Tigatrapp) para que los ciudadanos manden fotos de los lugares donde hayan avistado huevos, larvas o ejemplares adultos, para facilitar las tareas de exterminio de este insecto tan puñetero.
Otras picaduras veraniegas en La pluma viperina:
- Escolopendras
- Medusas
- Tábanos
- Escorpiones
- Avispas y abejas
Tal vez sea consecuencia del calentamiento global, que aquí se sienten como en casa. Hasta tal vez nuestra sangre les sepa mejor ya que cada vez quedan menos lagartijas, aves y anfibios.
ResponderEliminarTengo varias preguntas: hay picaduras en el resto de estaciones?. Cuando acaba esta serie tan picante?;Neri, te ha picado en los huevos algún insecto?.
ResponderEliminarBon dia a tothom.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=-GiD6XBsc2M
Brujo, a usted parece que le han picado en el cerebro todos los bichos de la serie Picaduras veraniegas.
ResponderEliminarÚltimo, cómo se pone usted cuando le da ecologista ;-)
Por estas tierras australes en los últimos años ha proliferado el aedes aegypti, temible transmisor del dengue y la chikunguña. Al punto que el Estado otorga precisas instrucciones para evitar su multiplicación:
ResponderEliminarhttp://www.msal.gob.ar/dengue/index.php/info-ciudadanos/donde-se-cria-el-aedes-aegypti
Disculpe Neri si es muy obvio pero por qué no recordar -con esta entrada comos excusa- al gigante del Siglo de Oro:
AL MOSQUITO DE LA TROMPETILLA
Ministril de las ronchas y picadas,
Mosquito postillón, Mosca barbero,
Hecho me tienes el testuz harnero
Y deshecha la cara a manotadas.
Trompetilla que toca a bofetadas,
Que vienes con rejón contra mi cuero,
Cupido pulga, Chinche trompetero
Que vuelas comezones amoladas,
¿Por qué me avisas si picarme quieres?
Que pues que das dolor a los que cantas,
De Casta y condición de potras eres.
Tú vuelas y tú picas y tú espantas
Y aprendes del cuidado y las mujeres
A malquistar el sueño con las mantas.
A propósito: ¿cuánto estudian en la secundaria española a estos clásicos?. Presumo que este poema está incluido en los programas de literatura de la mayoría de los colegios.
Un apunte: el post que precede al tuyo, Neri, no es mío.
ResponderEliminarYo no lo conocía, Tábano. Quevedo es el más grande. Y sí está en el plan de estudios de Literatura en Secundaria, como otros grandes clásicos del Siglo de Oro.
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