La cotorra argentina o cotorra monje (Myiopsitta monachus) no lleva muchos años entre nosotros. Las primeras parejas empezaron a anidar en España a finales de los 70, pero hoy esta especie exótica invasora representa un serio problema, una auténtica plaga dañina en ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga o Sevilla. Yo únicamente la he visto en los jardines del Campo del Moro en Madrid y junto a la Torre del Oro en Sevilla, pero por lo visto la Ciudad Condal, donde alcanza casi los 3.000 ejemplares, tiene la mayor población de toda Europa.
Esta simpática ave de color verde, con la garganta y la frente grises, pertenece a la familia de los loros y proviene de Sudamérica. El origen de las nutridas colonias que hoy asolan nuestras ciudades está en la suelta de ejemplares domésticos. Aunque hoy está rigurosamente prohibida su importación, la cotorra argentina fue hace décadas el ave exótica más popular por su bajo precio. Cientos de familias se compraron una, pero pronto se cansaron de ella y la soltaron al ser un pájaro demasiado ruidoso y con tendencia a arrancarte el dedo de un picotazo a poco que te descuides. Yo tengo una amiga a la que se le escapó de la jaula.
Esta simpática ave de color verde, con la garganta y la frente grises, pertenece a la familia de los loros y proviene de Sudamérica. El origen de las nutridas colonias que hoy asolan nuestras ciudades está en la suelta de ejemplares domésticos. Aunque hoy está rigurosamente prohibida su importación, la cotorra argentina fue hace décadas el ave exótica más popular por su bajo precio. Cientos de familias se compraron una, pero pronto se cansaron de ella y la soltaron al ser un pájaro demasiado ruidoso y con tendencia a arrancarte el dedo de un picotazo a poco que te descuides. Yo tengo una amiga a la que se le escapó de la jaula.
Como es un animal extremadamente adaptable, que come de todo, incluso pan (hoy más del 40% de su dieta), se asilvestró fácilmente en las localidades de clima más benigno. La pega está en que se reproduce con una facilidad pasmosa, emite unos chillidos ensordecedores, fabrica unos nidos coloniales de cientos de kilos de peso que rompen las ramas grandes de los árboles con grave riesgo para los viandantes, y en que sus excrementos son muy erosivos. Por si fuera poco, para construir sus gigantescas nidificaciones destrozan en la época de cría toda la vegetación de los parques, y además en Barcelona se alimentan en los huertos de los pueblos cercanos, no dejando una mata viva, por lo que ya hay multitud de reclamaciones. Los ayuntamientos afectados han probado de todo y ya no saben qué hacer. Dicen que es peor que si hubieran echado cocodrilos en las alcantarillas. Las colonias de cotorras tienen una tasa de crecimiento anual del 8%.
Lo único positivo, al parecer, es que compiten duramente con las palomas, auténticas ratas con alas, y en algunos sitios han comenzado a desplazarlas, pero no se sabe si es peor el remedio que la enfermedad.
De momento en Castilla y León parece que estamos a salvo de estos bonitos pero perniciosos bichos, aunque las últimas noticias apuntan a varios avistamientos en la ciudad de Segovia. Para mí que no aguantan allí un invierno y en cuanto se chupen el viento de Guadarrama, palman todas.
También se las ha visto en Aranda de Duero (Burgos), donde el año pasado los agentes medioambientales detectaron un nido y capturaron un ejemplar. El Ayuntamiento de la capital ribereña se encuentra seriamente preocupado por los daños que el lorito de marras puede causar a los cultivos vitivinícolas de la zona.
(Y por cierto, hay otra especie de cotorra africana y asiática, la de Kramer, que también cría en algunas ciudades, aunque en mucha menor proporción, pues se calcula que habrá como mucho 250 parejas en toda España).
Sobre otras especies invasoras en La pluma: Castores en España
¿¿Y se sabe si en Jaén hay?? Ahora voy a estar todo el rato pendiente a ver si veo alguna, y poder hacerme la interesante delante de mis amigas...
ResponderEliminarNo me lo puedo creer!!! si yo tengo unaaaaa... se llama "Migue". Ahhh... Sr. Neri siempre he creído que me tiene puesto usted un micrófono debajo la mesa aaaaaaaaajajaja. Créame si le digo que ayer estuve buscando el post que publicó hace tiempo precisamente sobre "Especies invasoras" en el que yo hacía referencia al canguro-conejo de mi amigo Miguel (el que se comía los melones por dentro).
ResponderEliminarPues mi "Migue" (de Miguelito precisamente) es una dulzura oiga, super cariñoso, le estamos enseñando a hablar. Unos, con buenos modales; otro maldades y yo a decir "supercalifragilisticoespiralidoso" (que por algo una es de Bilbao y ya se sabe, no parto nueces con el culo, pero tambien tengo lo mío :))
En fin, que es una gozada tenerle en casa, es super inteligente, pero tambien cierto que perjudican muchísimo nuestro habitat.
Bueno, mi Migue, ya no, puesto que no voy a dejar que se reproduzca, vivirá en celibato a perpetuidad.
¿Cotorras, Al, cotorras? ¡Yo esperaba encontrar la continuación del relato!
ResponderEliminarEn fin, yo estos bichos sólo los he visto en Barcelona. En el parquecillo que hay junto a la Estación del Nord los hay a patadas. Ha dejado de ser un lugar agradable para pasear porque arman un ruido de mil demonios.
A Huesca no han llegado... de momento.
Aquístá!!! debo decir que, como todo bicho que entra en mi casa, lo hace en régimen de acogida, jamás he comprado a ninguno. Este volaba por el muelle de levante, cojito de una pata y fue precisamente mi amigo Miguel quien lo rescató.
ResponderEliminarPrecisamente el otro dia se lo contaba a Asun, "que ya tenía poco con Bartolo y Cristóbal que ahora llegaba este". Pero que le voy a hacer, angelito :)) encima cojo!
Al igual que El chico de los tablones, yo también esperaba impaciente la segunda parte de "Amigos en propiedad", creo que se llamaba el relato.
ResponderEliminarEn realidad me pasaba para decir que en Zaragoza capital también padecemos a estos bichos del demonio, que a pesar de que parecen muy entrañables vistos en foto dejan la vía pública llena de mierda, literalmente.
Aprendiz, me parece que en Jaén no hay.
ResponderEliminarNagore: Miguelito, Miguelito...me parece un nombre perfecto para un pájaro travieso y voraz como la cotorra. Mándeme esa foto en la que sale tan guapo y la pondré para ilustrar el post; así Migue se hará famoso :-).
¿Bartolo y Cristóbal qué animales son?
Ciertamente empezar a enseñar a hablar a una cotorra con "supercalifragilísticoespiralidoso" es de ser muy de Bilbao :-) . Renozca que en realidad quería comprarse una cacatúa pero tuvo problemas en la tienda. Cuando entró y preguntó: "¿es cara la cacatúa?", le respondió el dependiente que allí no hablaban euskera.
He enlazado al final el post de los castores, donde nos contaba usted lo de los melones. Aún falta por hablar de otras especies invasoras que parece increíble que puedan existir en España, concretamente en la Comunidad de Madrid, pero tiempo al tiempo...
Tablones, déjese de escenas cochinas de los relatos y mire su correo de vez en cuando, hombre.
Alatriste, muy gráfica su valoración sobre la Myiopsitta monachus. Ni un naturalista, oiga. Paciencia con Marta y Nacho, que nos contarán en breve sus experiencias de amistad.
Mis disculpas, Al, llevaba semanas sin revisar el correo del blog. Ya le he respondido.
ResponderEliminarJajajajaja... :))
ResponderEliminar¿Bartolo Y Cristóbal? Perros!!! Grandes!!!
ay! los castores... gracias por el enlace.
No pasa nada, Tablones, y muchas gracias.
ResponderEliminarNagore, ¿va en serio que ha visto un canguro enano asilvestrado en España? Si es así, por favor, cuéntenos en qué provincia, en qué hábitat, si había más de uno y si se avisó a las autoridades medioambientales, que me interesa mucho. Me pregunto cómo alguien puede ser capaz de soltar un animal así en España.
Joder con los bichos de los cojones.he sufrido idéntica frustración a la de Tablones.
ResponderEliminarNagore, tienes cotorras en tu casa?.Madre mía..Bueno,vaya, que nadie es perfecto.
La prefiero compartida a con cacatúas.
Siempre dije que en la mía con un pajarraco era suficiente.
Neri quiero recuperar mi perfil...ponme un correín anda, con unas breves instrucciones.
ÁNIMO A TODOS. VAMOS A POR LA SEMANA, CON DOS COJONE.
Por lo que yo sé, solo había uno. En Málaga. Concretamente en Cártama. ¿Llamar al Seprona? No! Creo que pasó a mejor vida, le echó veneno (pensando que sería otro tipo de roedor) porque estaba acabando con toda la cosecha y fue entonces cuando vió lo que era (ya muerto). No ha vuelto a ver más, lo que nos hace pensar que no llegó a reproducirse y tan solo fue el "capricho furtivo de algún excéntrico"
ResponderEliminarY no es de extrañar que aparezcan tantos bichos raros por aquí puesto que hay mucho "guiri" y cada vez son más los que se encaprichan de animales exóticos (un conocido tenía un cerdo viernamita que echaba pestes por todo el piso, arrastrando la barriga; desconozco si acabó haciendo jamones con él).
En Ronda se escapó una vez un León (era de un jeque moro) y no digo más, que cunde el pánico... porque yo hace dias que no voy al campo por lo que anda suelto ahora mismo que se come a los perros y el Seprona no da con él ni de noche. Vaya que me coma a mí... y no es un Tigre! :))
Adb, por qué poco me abandonas... jajaja...
ResponderEliminarAquí os dejo este video ilustrativo de: pa lo que voy a quedar yo de aquí a poco... obsérvese que el loro es el que está DENTRO de la jaula.
Interesante historia de las cotorras. Se compraron para que se distraigan las personas, se cansan de ellas y las sueltan y van y colonizan ciudades... a veces la ignorancia y los caprichos traen graves cosecuencias. Espero que no se acerquen por mi tierra, apesar de que sean más bonitas que las palomas. Un abrazo
ResponderEliminarCotorras pájaro jamás he tenido, pero sí tuvimos durante años un precioso loro costarricense, Tica...
ResponderEliminarPor galicia no tenemos cotorras, eso sí palomas las que gusten...
Nagore... andalú el lorito... Entro en una casa y escucho eso y o me muero o me parto (según las confianzas... pero "extasiá" fijo que me quedo... jajaja
ResponderEliminarMe dan mal rollo, sí soy rarita pero no me gustan los pájaros.
ResponderEliminarMi hermana tiene varios, mi cuñado cría ....bueno bichos con plumas y el único que me cae un poco bien es Jose (el loro).
No eres rarita Marian. Yo soy columbusfobicus de esos. Cada vez que veo un abuelete dando de comer a las palomas, me cagon to sus muertos que seguro que e cuentan por docenas.Antes dabas un zapatazo y salían volando las muy cabronas.
ResponderEliminarAhora te hacen la raya al lao por la calle, si te descuidas.
Neri, para cuando seguimos con Lorenzo, Nacho y cía?.
Nagore, abandonarte yo?. Ni hablar...existiendo los envenenamientos accidentales; o las ventanas oscilo- batientes que fallan...
Vamosssss, que mañana es viernes.
Asun ánimo y suerte en tu loable y valerosa empresa.
Otra cosa: por so le puede interesar...
ResponderEliminarLos "vencejos"! desconozco si pueden clasificarse como aves invasoras (no lo creo) pero tambien es muy probable encontrarse alguno en cualquier ciudad de España.
Importantísimo a tener en cuenta: no pueden volar solos, hay que ayudarles a alzar el vuelo. Cuando caen hay que llevarlos a un terreno elevado y a la de tres!!! alzarlos con fuerza hacia arriba. De no hacerlo así, mueren en tierra.
Tenga en cuenta que son aves que pasan la mayor parte del año volando a gran altitud. Comen; duermen; hacen el amor en pleno vuelo. Son preciosos.
Encontré uno hace poco en el parque. Un niño lo lanzaba una y otra vez por un tobogán y el pobre permanecía completamente inmóvil. Le endiñé dos collejas y salí corriendo pájaro en mano, ufff...;)) su madre casi me coje, pero yo corro más... jajaja...
Preciosos y curiosos los vencejos. Estos no son invasores, pero nos visitan solo en verano. Casi ni se posan. Incluso duermen y se aparean en el aire. Hasta hace poco me costaba diferenciarlos de los aviones comunes y de los aviones zapadores. Cerca de mi casa suele volar una bandada de vencejos reales, muy bonitos. Muy bien su labor de salvadora frente al malvado niño :-)
ResponderEliminarMi cotorrita comio venenopara ratas que puedo hacer por que.es feriado y no hay veterinarias abiertas
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