Es triste darse cuenta de cómo en cualquier actividad humana hay un porcentaje mínimo de individuos que crean cosas nuevas, aportan ideas y resuelven problemas, y una gran mayoría de borregos que se limitan a copiar y a repetir, a seguir la senda marcada por otros. Cuando hablamos de actividades económicas o productivas, esta realidad se acentúa, hasta el punto de que alrededor de una persona trabajadora y con iniciativa siempre acaba surgiendo, como por generación espontánea, un grupo de buitres inútiles dispuestos a parasitar el esfuerzo ajeno para subsistir, vendiéndose encima como elementos indispensables para la sociedad.
Toda esta reflexión viene a cuento de una serie de actividades, profesiones y servicios absolutamente superfluos que en las últimas décadas (o años) han ido floreciendo con el único objetivo de que unos cuantos puedan comer a costa de los que sí contribuyen a satisfacer necesidades, a la mejora de la sociedad y al crecimiento económico.
Todas estas actividades tienen en común haberse inventado anteayer, no haber sido echadas en falta por nadie hasta hace dos días, no aportar nada ni servir para nada, recibir un sospechoso patrocinio por parte de las Administraciones (ya que generan empleo, aunque sea inútil), costar un cojón de pato y, aunque no siempre, estar desempeñadas por una purrela de carotas, cantamañanas, indocumentados y marginados de los cauces ordinarios del mercado laboral.
Por prudencia, no pensaba enumerar estas áreas "profesionales", pero como hoy me he levantado más viperino que otros días, me voy a atrever. Estoy pensado en algunos (bastantes) campos de la psicología, en especial la industrial o la de empresa; en toda la cantinela de la calidad, con sus ISO y su modelo EFQM; en los planes de formación de las empresas, siempre encomendados a la clásica consultora vende-humo con mucha corbata y poca sustancia; en la mierdecilla esa de la protección de datos de carácter personal y, por supuesto, en el tinglado de la prevención de riesgos y la seguridad e higiene laboral.
No digo que los fines de estas empresas sean absurdos en sí mismos. Incentivar a los trabajadores, perseguir la excelencia en la producción, formar a la plantilla, salvaguardar los datos íntimos o evitar accidentes de trabajo me parece muy deseable. Lo que pasa es que todos estos objetivos tan loables podrían alcanzarse por los propios empresarios sin el concurso de todos estos chiringuitos y asesorcillos de chichinabo, simplemente con un poco de sentido común y de responsabilidad, y cumpliendo a rajatabla las leyes so pena de sanción.
Todas estas actividades tienen en común haberse inventado anteayer, no haber sido echadas en falta por nadie hasta hace dos días, no aportar nada ni servir para nada, recibir un sospechoso patrocinio por parte de las Administraciones (ya que generan empleo, aunque sea inútil), costar un cojón de pato y, aunque no siempre, estar desempeñadas por una purrela de carotas, cantamañanas, indocumentados y marginados de los cauces ordinarios del mercado laboral.
Por prudencia, no pensaba enumerar estas áreas "profesionales", pero como hoy me he levantado más viperino que otros días, me voy a atrever. Estoy pensado en algunos (bastantes) campos de la psicología, en especial la industrial o la de empresa; en toda la cantinela de la calidad, con sus ISO y su modelo EFQM; en los planes de formación de las empresas, siempre encomendados a la clásica consultora vende-humo con mucha corbata y poca sustancia; en la mierdecilla esa de la protección de datos de carácter personal y, por supuesto, en el tinglado de la prevención de riesgos y la seguridad e higiene laboral.
No digo que los fines de estas empresas sean absurdos en sí mismos. Incentivar a los trabajadores, perseguir la excelencia en la producción, formar a la plantilla, salvaguardar los datos íntimos o evitar accidentes de trabajo me parece muy deseable. Lo que pasa es que todos estos objetivos tan loables podrían alcanzarse por los propios empresarios sin el concurso de todos estos chiringuitos y asesorcillos de chichinabo, simplemente con un poco de sentido común y de responsabilidad, y cumpliendo a rajatabla las leyes so pena de sanción.
Porque seamos sinceros, por favor. ¿Cuántas empresas conocemos que hayan mejorado su balance de resultados por haber contratado a unos julais que les implanten un programa de excelencia? Es todo pura imagen y puro negocio. ¿De verdad alguien ha aprendido algo útil en los cursillos que organiza su empresa por las tardes y no ha tenido la sensación de que el dueño de la consultora que los imparte es primo del gerente? ¿Conocemos a algún compañero de curro que se haya motivado después de la charleta del psicólogo de empresa? ¿De verdad se han reducido los siniestros y mejorado las condiciones laborales gracias a la pasta que se han gastado las Comunidades Autónomas en cursos, titulaciones y demás mandangas obligatorias sobre el particular? Y lo más grave: ¿alguien osaría afirmar que nuestros datos personales están más protegidos por obra y gracia de la LOPD, de la Agencia de Protección de Datos y de todo el circo privado organizado alrededor cuando hoy en día, más que nunca, nuestros nombres, teléfonos, direcciones, hábitos y hasta el color de nuestra ropa interior circulan alegremente y nos llaman al día cuatro compañías distintas para avasallarnos sin nuestro permiso?
¡A la mierda todos!
Y mucha o toda la culpa la tienen los políticos, que han legislado no para defender a los trabajadores, ni para proteger nuestra intimidad ni para mejorar la economía, sino solamente para incorporar exigencias complicadísimas en las áreas que he citado y hacer así imprescindible pagar a un intermediario “experto” para llevarlo todo al día. Encima las propias Administraciones son las primeras en pagar mil servicios externos para hacerse sus planes de modernización, sus formaciones de especialistas en nada, sus auditorías sin consecuencias y sus estudios y análisis, que bien podrían hacerlos solitas sin despilfarrar un euro, que para eso están los funcionarios.
Pero, claro, es que en este país todo el mundo tiene que comer, aunque sea recurriendo a inventos del tebeo o creando falsas necesidades para luego pagar a quien las cubra.
¡A la mierda todos!
Y mucha o toda la culpa la tienen los políticos, que han legislado no para defender a los trabajadores, ni para proteger nuestra intimidad ni para mejorar la economía, sino solamente para incorporar exigencias complicadísimas en las áreas que he citado y hacer así imprescindible pagar a un intermediario “experto” para llevarlo todo al día. Encima las propias Administraciones son las primeras en pagar mil servicios externos para hacerse sus planes de modernización, sus formaciones de especialistas en nada, sus auditorías sin consecuencias y sus estudios y análisis, que bien podrían hacerlos solitas sin despilfarrar un euro, que para eso están los funcionarios.
Pero, claro, es que en este país todo el mundo tiene que comer, aunque sea recurriendo a inventos del tebeo o creando falsas necesidades para luego pagar a quien las cubra.
se puede decir mas alto pero no mas claro, y hablo con conocimiento de causa soy aparte de otras cosas tecnico superior de prevencion de riesgos laborales y he trabajado en programas de implantacion de calidad, Los programas de prevencion son en su mayor parte simplemente recaudatorios (hay sanciones que son de risa) y a veces con tener los papelitos en regla te salvas habiendo obviado la prevencion real, amen de ser un ingente ingreso para las mutuas erigidas en sociedades paralelas de prevencion dependintes de la mutua madre que la pario.
ResponderEliminarEn cuanto a los sistemas de calidad su verdadera esencia es que no aportan nada a la excelencia simplemente certifican la forma de realizar un producto o servicio y que se ajusta a lo escrito, poniendo un ejemplo grafico una empresa puede tener el mejor producto en calidad (de la buena) y excelencia y no tener la ISO y otra puede fabricar una mierda eso si siguiendo todo el proceso predeterminado y tenerlo.
Aspecto aparte es el de los cursos donde el contubernio sindicatos-patronal y empresas vinculadas mueven un chorreo de millones de euros que rianse vds...a todo esto con cursos de "formacion" mas que peregrinos de todas formas spain es asi
En mi instituto estamos inmersos en un programa de certificación ISO 2000 (promovido y costeado por la administración autonómica) y el mantenimiento anual de la certificación..
ResponderEliminarEn su momento se elaboró un manual de calidad, con procedimientos detallados, que en la práctica no se cumplen ni de broma.
Cuando vienen los auditores (a veces acaban de certificar una fábrica de yogurts, y después irán a un almacén del puerto,...), no distinguiendo nada de lo que pone en los procedimientos es fácil llevarlos al huerto, y a otra cosa.
Me recuerda una escena de la película "la pantera rosa", la primera de las versiones actuales, con Steve Martin y Jean Reno. El inspector Clousseau se sorprende que las personas asesinadas siempre consigan caerse muertas encajando exactamente en el dibujo a tiza en el suelo. Su ayudante, interpretado por Jean Reno, le explica que el dibujo lo realizan los policías cuando el juez levanta el cadáver. Yo siempre he pensado que el inspector Cloussea tiene razón: cuando llegan los auditores, trasladamos el cadáver de nuestra organización para que encaje exactamente con el perfil trazado en el conjunto de normas y procedimientos.
Por fin leo con argumentos y muy bien escrito la denuncia de una serie de actividades (más bien, extorsión blanca o legal) que sacan de quicio a todo el mundo menos a los económicamente beneficiados. ¡Qué bien lo habéis explicado! Y uso el plural porque me refiero tanto a Neri como a Garrotevil y Alco. Pienso aprenderme de memoria la entrada y los dos comentarios y soltarlo cada vez que pueda.
ResponderEliminarEn mi trabajo por culpa de la dichosa ley de datos nos colocaron un contenedor más: el de plásticos y envases, el de todo tipo de basura, el de vidrio, el de papeles normales y ahora el de papeles con datos personales.
ResponderEliminarAlgo muy complicado distinguir cuando un papel contiene datos personales de alguien o no, pero todo quedó solucionado vimos que el que viene a recoger los papeles al final junta en un mismo contenedor los dos tipos de papeles.
Pues no se pierda la que viene ahora, por la dichosa LOPD.
ResponderEliminarResulta que unos listos han denunciado a varios colegios porque unos chavales subieron a You Tube una filmación hecha con un móvil de clases donde se cachondeaban de algún alumno. Subieron las escenas desde el aula de Informática.
Multazo, aplicando la LOPD, de 6.000 leurazos al cole...¡y tenían en regla la misma! (sólo que no habían pasado la auditoría que hay que hacer cada dos años).
Hombre, Último de Filipinas, es que los fabricantes de los contenedores para los papeles con datos también tienen que comer. El reciclaje ya es otro tema que roza el género surrealista y en el que prefiero no entrar, pero, vamos, resumiendo, que yo la basura y los papeles los tiro donde me sale de los cojones.
ResponderEliminarSuso, escribiendo el post también me he acordado de sus amigos los pedagogos,un producto genuino de la sociedad gilipollesca en la que vivimos en la que hay que echar el pienso a todos, hasta a los más tontos, por eso del estado social y democrático de derecho.
vieja historia, unos pocos crean y los demás seguimos la tendencia. Lo malo es que algunos de los que crean, inventan gilipolleces.
ResponderEliminarCasi doscientos euros me soplan cada vendimia por hacer la prevención de riesgos laborales, una bonita farsa en la que varias personas que en su vida han visto una cepa, asesoran sobre cómo deben vendimiar a otro grupo de personas que lleva toda su vida haciéndolo.
ResponderEliminarPues como con tantas otras cosas, el problema está en el desarrollo y aplicación de una idea que en sí misma no está mal. Lo de la calidad es el mejor ejemplo: la idea inicial es buena, pero el resultado no puede ser más inútil (incluso perjudicial) en la mayor parte de los casos.
ResponderEliminarA pesar de trabajar precisamente en estos sectores que menciona en su entrada (que efectivamente, de algo hay que comer), estoy bastante de acuerdo tanto con el post, como con los comentarios de los contertulios. Veo muy necesarias estas actividades, principalmente lo relacionado con la PRL, pero el enfoque desde las administraciones, y principalemente desde nuestro poder legislativo, y su brazo ejecutor, la inspección de trabajo, son erroneos completamente. Todo se ha convertido en un mero formalismo, en tener unos papeles que para el empresario suponen tiempo y dinero, que en las circunstancias actuales en las que nos encontramos, el empresario no está ni dispuesto ni preparado para emplear. Lo importante de estas actividades es el fondo como dice en su entrada, y a lo que se da importancia es a la forma. Pero hay una cosa en la que discrepo, que es en que estas empresas surjan en concomitancia con las administraciones. Las administraciones sí tienen un interes sancionador, pero las asesorías en estos temas, surgen por la dejadez y la despreocupación del empresario. Para implantar un sistema ISO no es necesario contratar a nadie, el único gasto "obligatorio es el de la cerrificación, en Temas de PRL el empresario de menos de 10 trabajadores lo puede asumir sin necesidad de un Servicio de prevención, salvo para la vigilancia de la salud que es especialidad médica, y la LOPD en la mayoría de los casos 90% su implantación formal es tan sencilla que hasta un niño de 10 años podría hacerlo poniendo un mínimo de interés.
ResponderEliminar¿Las administraciones tienen interés recaudatorio? Sí.
¿Las asesorías venden humo con estos temas? A medias, lo venden mucho más complicado de lo que es para que las empresas "piquen"
¿Para las empresas es un coste añadido? A medias, si pusieran un poco de interés y se informaran bien de sus obligaciones y cómo llevarlas a cabo, sería un coste muchísimo menor de lo que en la práctica está siendo.
La mejor prueba de que estas actividades no sirven para nada es que ahora con la crisis las empresas se estan quitando esas chorradas en lo que pueden y la Junta esta cancelando contratos con consultoras que parecian autenticos hongos de la Administracion. Vaticino mucho paro para estos sectores chorras.
ResponderEliminarHasta la poya de los protectores de datos. de lo demás no hablo porqué no sé.
ResponderEliminarque coñazo. me caguensuputamdre.
por cierto para cuando una cena de la Pluma Viperina.
Organiza un encuentro viperino.
me pido al lado del subdire.
Teutates, en la prevención de riesgos no sé qué decirle, porque tampoco lo conozco a fondo, pero pienso que el tema de protección de datos, si se quiere hacer en serio, no es tan sencillo como usted lo pinta. Tan difícil es que nadie es capaz de cumplirlo al 100%, ni siquiera las propias Administraciones que, por cierto, son las primeras en contratar a gente que se lo lleve.
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