Aunque los dibujos de Vicky el Vikingo, la peli de Kirk Douglas y los cómics y otros géneros de ficción los representan como simpáticos aventureros con cuernos en los cascos que navegaban en barquitos de velas cuadradas con un dragón en la proa, lo cierto es que los vikingos eran más bien unos paganos hijos de puta que se pasaron toda la Alta Edad Media sembrando el terror en Europa con sus brutales ataques a zonas costeras, en los que saqueaban, asesinaban, violaban y secuestraban a mansalva.
Normalmente durante esta época se los llamaba “normandos” (hombres del norte). Se trataba de bárbaros sin romanizar ni cristianizar, normalmente politeístas, originarios de Escandinavia, que basaban su economía en la piratería y en el pillaje. Aunque sus incursiones en España no han sido demasiado estudiadas, se han documentado al menos cuatro grandes ataques protagonizados por salvajes daneses y noruegos (sin duda antepasados de Anders Breivik). En la Colegiata de San Isidoro en León se conserva el único resto arqueológico vikingo de nuestro país: una pequeña caja fabricada con asta de ciervo.
El asalto más antiguo que se conoce data del año 844, cuando, por culpa de una tormenta, una flota normanda que acababa de arrasar Tolousse, acabó en la costa cantábrica e intentó hacer de las suyas en la pequeña aldea (hoy La Coruña) que existía al pie del Faro de Hércules. Pero el rey astur Ramiro I los derrotó, ejecutó a cientos de guerreros y les quemó 70 barcos.
Los restos de la vikingada partieron hacia el sur, huyendo como conejos, y tras recibir otro buen correctivo en Lisboa, remontaron el Guadalquivir, tomaron la ciudad de Sevilla, quemándola hasta los cimientos, y organizaron razias a caballo por los alrededores, hasta Córdoba, para incautarse de botín, esclavos y prisioneras sexuales. Pero esta vez fue el moro Abderramán III quien dio su merecido a los nórdicos cornudos; con sus tropas consiguió expulsarlos de la Sevilla musulmana sin dejar de hostigarlos duramente desde las orillas del río, hasta que, tras mucho parlamentar, accedieron a entregar a todos los rehenes que llevaban a bordo. A pesar de este trato, el emir hizo trampa y cuando los alcanzó de pleno en Tablada, fueron degollados casi todos y colgados sus cadáveres de las palmeras.
El segundo ataque, solo catorce años después, fue el más espectacular. Nuevamente hubo escaramuzas en el Reino de Asturias, también en Galicia. Esta vez los caudillos Hasting y Bjorn, que comandaban una armada de cien naves, fueron derrotados por Ordoño I en Ira Flavia y luego dieron la vuelta entera a la Península, cometiendo tropelías en las islas Baleares, hasta llegar a la altura de los Pirineos. Pero en su camino subieron por el Ebro hasta Pamplona y lograron secuestrar al rey García Íñiguez de Navarra, al que solo soltaron previo pago de 70.000 dinares.
Cien años más tarde, a mediados del siglo X, una partida de mercenarios daneses regresó a tierras gallegas y causó estragos e incendios en diversas regiones, e incluso derrotó a un ejército de labriegos, hasta que por fin una coalición entre el Obispo de Compostela y los condes locales logró expulsar a Vicky el Vikingo casi de milagro.
Pero la más gorda se organizó en el 968, cuando el facineroso rey Gunrod, al mando de más de cien bajeles con cabezas de dragón, venció a las tropas del Obispo de Santiago (que murió en la batalla) y desparramó a sus hombres por toda Galicia, hasta la frontera con León, devastándolo todo a su paso. Pero cuando regresaba al puerto de Ferrol para escapar con lo robado, el Conde Gonzalo Sánchez le salió al encuentro con una leva de campesinos damnificados y exterminó a todos sus hombres, incluido él, como a cucarachas, no dejando ni un cuerno ni un barco en pie. Como recuerdo de esta última invasión quedaron totalmente calcinadas las ciudades de Tuy, Braga y Orense.
Este fue el final de las aventuras vikingas en nuestro territorio, aunque los cronistas cuentan que el mismísimo Olaf Haraldsson, fututo rey noruego, vino a dar por saco en el año 1015 y se coló por el Miño para hacer caja en unas cuantas aldeas. También se habla de otro episodio de menor importancia en 1028 protagonizado por un tal Ulf (¡uf…!).
Por muchos siglos que hayan transcurrido y por mucho que nos vendan su supuesta cultura avanzada, su súper sistema educativo y sus modélicos servicios sociales, yo sigo pensando que los escandinavos en el fondo no son más que unos bárbaros del norte y que una invasión romana a tiempo y diez siglos más de cristianismo les hubieran venido como el comer.
Hijo, qué gusto da leerte.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias.
Como detalle tontorrón relacionado con el tema, una compañera mía asturiana me ha comentado que por esas tierras algunos sueltan la gracieta/maldición de "ojalá te salgan los hijos pelirrojos" (es decir, vikingos), humorada que en algunas zonas no suele gustar por su "resquemor" hacia los normandos.
Saludos.
Neri, tus entradas son muy amenas y a la vez se aprende mucho pero todo lo estropeas con ese toque fascista infumable que todo lo impregna y que parece el peaje que hay que pagar para disfrutar del contenido de los posts. Un abrazo.
ResponderEliminarSr. Neri, usted sí que sabe hacer que la Historia sea entretenida.
ResponderEliminarCuando confesó hace un par de post que le gustaría escribir una novela si dispusiera del tiempo que ello requiere, seguro que estaba pensando en una novela histórica, ¿estoy en lo cierto? En mi opinión, sería su género fuerte :-)
Si no, a una mala, siempre puede ponerse de acuerdo con el sr. Subdirector y llevarle al editor una recopilación de "Historias de España Vieja". Como libro de Historia para Secundaria o Bachillerato tendría tirada. Seguro que los chavales leerían con más interés y aprenderían más.
toda una clase de historia :) y aunque no comparta tu opinión, ya quisiera yo saber plasmar la mía con tanta rotundidad.
ResponderEliminarPillajes, violaciones, robos..... estos vikingos me recuendan un poquito a los banqueros, hacen casi lo mismo te cobran por respirar, te dan por culo y a la mínima te quitan la casa.
ResponderEliminar¡¡¡Los vikingos han vueltoooo!!!!!
Una entrada muy interesante y curiosa, Sr. Neri.
ResponderEliminarDe hecho, tengo entendido que el trayecto del Camino de Santigo es el actual y no el de la costa debido a que los piratas vikingos gustaban de asaltar a los peregrinos que se aventuraban en su peregrinación hacia la tumba del Apóstol a lo largo de la costa cantábrica.
Y luego nos sorprendemos de las que lían sus descendientes cuando se desmandan alcoholizados por nuestras localidades turísticas.
ResponderEliminarGracias a usted, Ignatus. Ese dicho es muy curioso. Me gustaría saber si es tan antiguo como para referirse a las invasiones vikingas del siglo IX. En la primera de las que he relatado (844), según he leído, antes de desembarcar en la zona de La Coruña lo hicieron en la costa de Gijón.
ResponderEliminarAfrodita, bienvenida y muchas gracias.
Sr. Subdirector, no lo sabía pero tiene su sentido, ya que el camino primitivo iba justo paralelo al mar y si los vikingatas desde el barco veían con el catalejo alguna peregrina de buen ver, desembarcarían como lobos.
Último de Filipinas, si es que no han cambiado nada...
Anónimo: "tus entradas son muy amenas y a la vez se aprende mucho pero todo lo estropeas con ese toque fascista infumable que todo lo impregna y ... "
ResponderEliminarVa a resultar que la historia también es fascista. En realidad, todo es fascistas para estos ignorantes memos menos la tierra habitada por los Teletubbies.
Qué coñazo, dios.. (Usted perdone)
Magnifico artículo señor Neri.
Tengo entendido que en Coria del Río (Sevilla) -yo me crié al lado- los cornuos del norte hicieron también de las suyas.
Coría del Río tiene tanta historia que incluso los japoneses dejaron una herencia. En este pueblo andaluza es frecuente el apellido Japón debido a que muchos habitantes son descendientes de japoneses que llegaron a Coria en el siglo XVII durante la expedición a Europa de Hasekura Tsunenaga.
Un saludo, le leo siempre que puedo.
Es muy tipico de gente como usted hablar sin saber y olvidar nuestra historia. Comentario muy bueno, ya que demuestra su incultura, el de que diez siglos de catolicismo les vendria bien, como si no fuese cruel y sangrienta la inquisición, ni hubiesemos sido iguales en nuestras fantasticas aventuras por America. Muerte, colonización y sometimiento a la soberania de la corona española y católica a sido nuestro estandarte durante muchos siglos. Como dijo alguien: "El que este libre de culpa que tire la primera piedra"... Lee un poco antes de hablar y viaja, escandinavia es muy interesante...Por cierto el que dice que si la historia es fascista tambien, le dire que sino la historia sí como se cuenta...fascista y senofoba la historieta
ResponderEliminarMuy bueno, lo de que no les venia mal diez siglos de cristianismo es genial, ha demostrado con gran aínco su incultura y el don de hablar por hablar. He de recordar la crueldad de la inquisición y lo buenos que eramos con los pueblos americanos. A sangrientos y dictadores nos gana poca gente. Tenemos muchos siglos de colonialismo, cristiandad forzosa y esa magnifica expulsión de los judios.claro que lo nuestro no fue antisemitismo ni colonialismo, solo estabamos educando a los indigenas infieles, no buscabamos riquezas sino evangelizar y alfabetizar...Que buenos somos y que honrados.
ResponderEliminarPor cierto, a Bate, la historia es historia, lo fascista y senofobo es esta manera de contarla.
Como dijo alguien:"El que este libre de culpa que tire la primera piedra".
Bueno, hombre, no se ponga usted (ustedes) tan nerviosos. A mí la conquista de América me parece una gesta con balance muy positivo y la Inquisición una institución valiosa que hay que saber interpretar en un contexto, pero, claro, siempre desde una óptica cristiana.
ResponderEliminarLea, lea usted, amigo, para superar esos tópicos de folletín y aprender a escribir "xenófobo" y "ahínco".
Y cuidadín con lo que responde, que ya sabe que aquí hay censura.
El descubrimiento de America pudo ser una gesta con balance positivo, la "conquista" jamas fue, ni sera una gesta con balance positivo, sino un ataque con fin lucrativo. Descubrimiento y conquista son terminos muy diferentes.
ResponderEliminarEl pueblo indigena, practicamente extinto, americano seguro que no opina como usted.
La inquisición, originalmente creada para eliminar a los cataros,no puede ser una institución valiosa desde una optica cristiana (suponiendo a Jesus como Cristo) ya que segun los evangelios, escogidos por la iglesia catolica entre muchos en el siglo II d.C., Jesus (Cristo) dijo lo de poner la otra mejilla, ademas de las alusiones de la biblia hacia no mataras y que sera Dios el que juzgue. Con lo que sera una institución valiosa para el poder de la iglesia catolica y un claro antentado contra la libertad de credo y expresión, como pudo setir en sus carnes F. de Goya que tuvo que huir a Francia y cientos de ejecutados, a la par que el pueblo en general que temeroso (impartir terror es definición de terrorismo) de la propia inquisición se vio obligado a callar y abdicar a la fe catolica.
Se nota que nunca has estado en escandinavia, pues por regla general son educados, aparte de su idioma nativo hablan un ingles perfecto (incluidas personas de avanzada edad), un sistema educativo en Finlandia de lo mejor de Europa y cierto afecto a los españoles que no he visto en otras poblaciones europeas.
En definitiva, estan muy lejos de ser "barbaros", quiza estemos nosotros más cerca de serlo.
Ruego muy atentamente que se abstengan de hacer apologia de la xenofobia.