Entre tanta frivolidad cinematográfica, siempre es de agradecer que a alguien se le ocurra rodar una película sobre la vida de un santo. Si además el santo es español y su aportación a la Iglesia especialmente fructífera, el agradecimiento es doble. Y si encima la cinta está ambientada en la guerra civil, seguro que yo la veo con el mayor interés.
Este es el caso de Encontrarás dragones (2011), una producción que en principio me pareció que tenía buena pinta por todo lo dicho y por estar dirigida por Roland Joffé, autor de La Misión (1986).
Sin embargo, al poco tiempo de su estreno y sin haberla visto, empecé a albergar algunas prevenciones contra ella. En primer lugar, un presupuesto de 36 millones de dólares me pareció un poquito rácano para una producción internacional decente. Unos buenos actores y una ambientación correcta y verosímil en los años 20 y 30 del siglo pasado, con escenas bélicas y demás, no suelen salir tan económicos. De hecho, al enterarme de la cifra puse rápidamente en cuarentena el rumor de que la peli había sido financiada por el Opus (perdón, por miembros del Opus a título particular, quiero decir). “No puede ser –me dije - que los chicos de la Obra sean tan tacaños apoyando un filme sobre su Fundador”.
También me llamó la atención de dicho rumor que de La Misión siempre se dijo que había sido financiada por teólogos de la liberación, y, claro, uno piensa: joder con el Joffé, a este le da igual Juana que su hermana…
Otra cosa que me echó para atrás fue el coñazo insufrible que los miembros del Opus de mi ciudad dieron por todas partes para que la gente fuera a verla, sobre todo en colegios y ambientes similares. Los opusinos son muy plastas de siempre, los pobres, pero que alguien dé tanto la vara para que se vea una película es el indicio más evidente de que el producto no vende por sí mismo.
Y efectivamente, cuando he tenido ocasión de ver (hace dos fines de semana) Encontrarás dragones, he comprobado que es una cinta no mala, sino malísima. Los actores, de echarse a llorar. La ambientación histórica, paupérrima y con innumerables errores. El rodaje en inglés, artificial e improcedente (salen documentos y salvoconductos españoles de época redactados en la lengua de Shakeaspeare). El guión, una gilipollez sin pies ni cabeza, con personajes y tramas enrevesadas que sobran a todas luces. Los efectos especiales, bastante cutres. La música, simplona; no dice nada.
Lo más insoportable de todo es ese planteamiento absurdo del periodista investigando la relación de su padre con el joven Escrivá. La historia arranca lentorra y floja, y no engancha en ningún momento por culpa de unos flashbacks mal traídos y un argumento endeble. Solo se salvan algunas escenas sobre la vida del santo y el intento de reflejar la represión contra los religiosos durante la Guerra y el valor de San Josemaría celebrando misas clandestinas y confesando en la Casa de Fieras en esos años turbulentos.
Este es el caso de Encontrarás dragones (2011), una producción que en principio me pareció que tenía buena pinta por todo lo dicho y por estar dirigida por Roland Joffé, autor de La Misión (1986).
Sin embargo, al poco tiempo de su estreno y sin haberla visto, empecé a albergar algunas prevenciones contra ella. En primer lugar, un presupuesto de 36 millones de dólares me pareció un poquito rácano para una producción internacional decente. Unos buenos actores y una ambientación correcta y verosímil en los años 20 y 30 del siglo pasado, con escenas bélicas y demás, no suelen salir tan económicos. De hecho, al enterarme de la cifra puse rápidamente en cuarentena el rumor de que la peli había sido financiada por el Opus (perdón, por miembros del Opus a título particular, quiero decir). “No puede ser –me dije - que los chicos de la Obra sean tan tacaños apoyando un filme sobre su Fundador”.
También me llamó la atención de dicho rumor que de La Misión siempre se dijo que había sido financiada por teólogos de la liberación, y, claro, uno piensa: joder con el Joffé, a este le da igual Juana que su hermana…
Otra cosa que me echó para atrás fue el coñazo insufrible que los miembros del Opus de mi ciudad dieron por todas partes para que la gente fuera a verla, sobre todo en colegios y ambientes similares. Los opusinos son muy plastas de siempre, los pobres, pero que alguien dé tanto la vara para que se vea una película es el indicio más evidente de que el producto no vende por sí mismo.
Y efectivamente, cuando he tenido ocasión de ver (hace dos fines de semana) Encontrarás dragones, he comprobado que es una cinta no mala, sino malísima. Los actores, de echarse a llorar. La ambientación histórica, paupérrima y con innumerables errores. El rodaje en inglés, artificial e improcedente (salen documentos y salvoconductos españoles de época redactados en la lengua de Shakeaspeare). El guión, una gilipollez sin pies ni cabeza, con personajes y tramas enrevesadas que sobran a todas luces. Los efectos especiales, bastante cutres. La música, simplona; no dice nada.
Lo más insoportable de todo es ese planteamiento absurdo del periodista investigando la relación de su padre con el joven Escrivá. La historia arranca lentorra y floja, y no engancha en ningún momento por culpa de unos flashbacks mal traídos y un argumento endeble. Solo se salvan algunas escenas sobre la vida del santo y el intento de reflejar la represión contra los religiosos durante la Guerra y el valor de San Josemaría celebrando misas clandestinas y confesando en la Casa de Fieras en esos años turbulentos.
Por lo demás, y desgraciadamente, se trata de una castaña solo apta para forofos incondicionales del Marqués de Peralta, quien, a mi modo de ver, tenía un perfil más enérgico y una actitud más definida hacia el Alzamiento Nacional que lo que se nos muestra en la película, en la que sale todo el tiempo con cara de pasmado.
Neri, Neri, qué tal estás?.Cara de Pasmado el santo,...desde luego, qué sentido del humor tienes.
ResponderEliminarMenos mal que Sanjosemaríatodojunto, lo perdona todo; y él intercede por todas las almas.
Por cierto, el domigo tenemos un partido de futbol y una barbacoa, en el club Los Olivos, -ya sabes que somos la sal de la vida, y el aceite en la salsa.
Después Don Javi nos va a dar una pequeña charla sobre la familia. No te lo puedes perder. La últma dejó entusiamada a los muchachos.
Cuento contigo.
Reza por mi.
no la he visto y no tengo ganas de hacerlo, tengo amigos del Opus que quedaron encantados pero como a mí no gusta el personaje no tengo ningún interés...en fin te recomiendo Super 8, si te gustó los Goonies y otras de ese estilo disfrutarás...yo lo pasé bomba
ResponderEliminarNo la he visto, pero el trailer prometía una buena película.
ResponderEliminarNeri, con estos posts no estás dando testimonio precisamente. ¿Por qué no vienes el sábado a jugar un partido a la finca de Saénz de Vergara-Roselló con los chicos del Colegio Mayor y de la Facul? Allí en un desanso podemos profundizar sobre la figura de San Josemaría, si te parece.
ResponderEliminarYo vi la película el año pasado, porque me la pagaron en un viaje con varios club, por supuesto. No es que tuviera yo falta de interés por la película, que también, sino que nunca voy al cine.
ResponderEliminarMuchas de las que iban conmigo salieron bastante decepcionadas con la película, esperaban que fuera una biografía de San Josemaría. A mí en cambio me encantó, sinceramente. Como no me va nada el cine, no entiendo de guiones buenos, ni de música, ni de efectos especiales, ni de traducciones... de nada. Yo puedo ver la película mejor hecha y aburrirme, y luego ver una cutrada y encantarme, porque a mí lo que me gustan son las historias, y esta en particular me gustó mucho.
La película se basa en el perdón, y a mi parecer deja un gran mensaje.
Pero sobre gustos los colores, a mi por ejemplo las películas solo me gustan si son de amor o si llevan algún mensaje edificante.
Yo soy del Opus y la película no me gustó nada de nada... Estoy de acuerdo al 99% con la entrada. No me gustó la imagen que da de Sanjosemaría ni el tratamiento de la época histórica. Aunque quizá no sea lo más importante,tiene fallos muy gordos de ambientación; por ejemplo, ¿una catedral gótica en el centro de Madrid?
ResponderEliminarYo fui a verla con mi mujer. No me gustó - es más, me hubiese agobiado mucho - ese plan de sala reservada para clubes, colegios, residencias...
Hombre, pues sí, el presupuesto es cutre, piensa que la película de La misión que es del 87 costó 25 millones de dolares.
ResponderEliminarUna pregunta, aprovechando este brote que ha habido hoy: ¿alguien me puede dar una explicación del nombre Josemaría, así, todo junto? Lo desconozco y no deja de asombrarme.
ResponderEliminarSaludos y gracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVikingo, no merece la pena verla. Además es súper artificial. Solo los directores españoles, por muy malas que sean sus pelis, saben ambientar como Dios manda la guerra civil.
ResponderEliminarÁlex, ni idea. Intuyo que sería para evitar que el santo acabara siendo conocido solo por el primer nombre (San José).
Señores Álvaro de la Puerta y Chema, no gracias, que ya me conozco yo sus partidos...
J., bienvenido y muy interesante su opinión.
Yo la vi hace un par de semanas y es bastante mala, confusa y aburrida. No es sólo que hace un falso retrato de José María, es que hace un mal retrato a secas, de quien fuese. Los personajes, y especialmente el protagonista, resultan inverosímiles cuando, en cambio (y esto la hace mala), la intención pretende lo contrario. Comete un fallo común en las películas biográficas petardas: un ritmo traqueteado producto de llevar forzadamente, de arrastrar, al espectador por todos los hitos de la vida del protagonista (luego vino el montaje y en la película se notan los tijeretazos; y esto la hace confusa aunque, afortunadamente, más corta).
ResponderEliminarPor otra parte, hay incoherencias históricas que a mí me dan igual si son para bien (me resulta indiferente que Súperman naciera en Krytón o en Albacete, o que en realidad no exista Krytón o Albacete). Admito, quiero decir, las licencias si vulnerándolas se crea arte (cosa que no suelen conseguir salvo, je, je, los artistas).
La película es aburrida porque uno desea que acabe. Porque, mientras acaba y no, hay que buscarse distracciones: ¿Los de maquillaje, al avejentar el rostro de Manuel Torres en su lecho de muerte usaron blandiblú? ¿Por qué el padre de Escrivá (Jordi Mollá, 1968) aun con bigote y catorce años más aparenta ser más joven que su propio hijo (Charlie Cox, 1982) por muy despeinado que pongan a este último? ¿Por qué un bodrio así tiene tan buena fotografía?...
La verdad es que la peli es mala, mala, mala... pero con muy buena intención. Se salvan las escenas más místicas, que sí que están muy bien logradas. Los primeros minutos son de dejarte el alma en vilo, pero ya está.
ResponderEliminarY por favor, la ambientación histórica... ¡suspenso!
En fin, etc.
Tengo ganas de verla porque algunos amigos míos trabajaron en la filmación en Argentina. El santo no me parece tal y no simpatizo con la organización que él creó. Hay actores en el film que valen la pena verse y el director hizo otras que me parecen buenas. Aún no se estrenó por acá.
ResponderEliminarSaludos, Vero.
Ignatus dijo:
ResponderEliminarÁlex, lo del nombre todo junto es para ahorrar un caracter en los mensajes de móvil entre los opusianos y poder añadir un "f" y hablar del tema
Saludos.
Qué botito el enlace, Ignatus, me he reído un buen rato con El Rincón de la 'FF" y, como me pasa casi siempre con youtube, pasando de un vídeo a otro.
ResponderEliminarSaludos sonrientes