Nadie puede dudar que la historia del mundo está escrita por occidentales en clave occidental, europea y, si me apuras, en clave cultural cristiana. Existe, por así decirlo, una especie de centralismo historiográfico (hay quien lo llama etnocentrismo) que supone que todos los acontecimientos de la Humanidad, hasta los más remotos, se interpretan hoy en día con los parámetros de Occidente y que los hitos fundamentales de la historia del hombre parecen protagonizados en exclusiva por los habitantes de la pequeña parte del planeta que es Europa. Es como si lo que ha acontecido en África, en la América precolombina o en las latitudes orientales nos importara a todos un carajo.
Esto último es así en algunos casos. La aportación a la ciencia, a la técnica y a las artes del continente negro es escasa, por no decir nula. La contribución de los amerindios a la evolución y al progreso humanos se mide en negativo. Cierto que en estos entornos han existido civilizaciones aisladas con un nivel razonablemente alto de desarrollo, pero en todos los casos han sido incapaces de perdurar, expandirse o dejar una huella indeleble que condicione hoy nuestras vidas.
Si con frecuencia podemos encontrar una explicación a las situaciones de subordinación y ninguneamiento histórico de muchos pueblos, en el caso de China cuesta mucho entender cómo la mayor potencia tecnológica del mundo en el siglo XI y en los cuatrocientos años siguientes no solo no ha figurado jamás en el palco de honor de la historia, sino que en el XIX acabó siendo mangoneada a capricho por las potencias europeas.
Posiblemente los inventos más decisivos para la Humanidad nacieron en China, pero los amarillos nunca lograron rentabilizar su superior inteligencia para mejorar sus condiciones de vida, expandir y desarrollar su cultura o alcanzar la hegemonía internacional. Y para mí la razón es que el pueblo chino adolece de dos de los defectos más graves que una comunidad puede tener: falta de pragmatismo y soberbia.
En efecto, siempre fueron muy poco prácticos y eso les costó la historia. Inventaron la imprenta en el siglo VIII (¡700 años antes que Gutenberg!) pero como el chino mandarín tiene miles de caracteres distintos, al final las planchas y los tipos móviles resultaron casi inútiles y engorrosos, empleándose solo para la impresión de un número limitado de textos budistas, lo que retrasó la difusión y la expansión de la cultura china.
Esto último es así en algunos casos. La aportación a la ciencia, a la técnica y a las artes del continente negro es escasa, por no decir nula. La contribución de los amerindios a la evolución y al progreso humanos se mide en negativo. Cierto que en estos entornos han existido civilizaciones aisladas con un nivel razonablemente alto de desarrollo, pero en todos los casos han sido incapaces de perdurar, expandirse o dejar una huella indeleble que condicione hoy nuestras vidas.
Si con frecuencia podemos encontrar una explicación a las situaciones de subordinación y ninguneamiento histórico de muchos pueblos, en el caso de China cuesta mucho entender cómo la mayor potencia tecnológica del mundo en el siglo XI y en los cuatrocientos años siguientes no solo no ha figurado jamás en el palco de honor de la historia, sino que en el XIX acabó siendo mangoneada a capricho por las potencias europeas.
Posiblemente los inventos más decisivos para la Humanidad nacieron en China, pero los amarillos nunca lograron rentabilizar su superior inteligencia para mejorar sus condiciones de vida, expandir y desarrollar su cultura o alcanzar la hegemonía internacional. Y para mí la razón es que el pueblo chino adolece de dos de los defectos más graves que una comunidad puede tener: falta de pragmatismo y soberbia.
En efecto, siempre fueron muy poco prácticos y eso les costó la historia. Inventaron la imprenta en el siglo VIII (¡700 años antes que Gutenberg!) pero como el chino mandarín tiene miles de caracteres distintos, al final las planchas y los tipos móviles resultaron casi inútiles y engorrosos, empleándose solo para la impresión de un número limitado de textos budistas, lo que retrasó la difusión y la expansión de la cultura china.
Fueron los primeros en inventar un reloj sofisticado (un modelo de agua en el siglo XI), pero los emperadores lo proscribieron, ya que se creían los únicos dueños y señores del tiempo.
Inventaron la tinta y el papel. Este último ha sido un material importantísimo y revolucionario en nuestra era, pero ellos lo utilizaban más para empaquetar materiales que para escribir.
Los chinos hallaron la fórmula de la pólvora, pero ni se les ocurrió darle un uso minero o militar. La usaban simplemente para hacer fuegos artificiales.
Y la brújula también fue primicia suya, pero, a diferencia de los europeos, los chinos se pasaron siglos empleándola tan solo en la construcción, para orientar correctamente las casas de acuerdo con sus creencias religiosas. Si hubieran aplicado a tiempo este invento a la navegación, se habrían convertido en la mayor potencia marítima del mundo.
Por último, cuando en pleno siglo XIV China estaba en condiciones de iniciar una auténtica revolución industrial que la hubiera puesto a la cabeza de la economía internacional, la dinastía imperial de turno se volcó en favorecer el arte y dio la espalda a las aplicaciones técnicas e industriales, llegando a boicotearlas por entender que eran susceptibles de generar desórdenes y convulsiones sociales, lo que contradecía los principios sagrados del confucionismo.
Por otra parte, la soberbia desmesurada y el chovinismo chino favoreció un aislamiento y una autarquía de siglos que terminó machacando al país. Desde la Alta Edad Media ya se consideraban superiores y el centro del Universo. Legislaron activamente para evitar el contacto con los "bárbaros del oeste", de quienes entendían que no valía la pena aprender nada. En el límite de su cerrazón, en pleno siglo XV, los emperadores prohibieron la construcción de naves por encima de determinadas dimensiones, así como las expediciones marítimas de exploración.
Una buena lección sobre el nacionalismo que no conviene olvidar.
La historia ha premiado a las naciones audaces, prácticas, curiosas y abiertas.
(También en La pluma viperina: Hablando de razas sin complejos)
Todo lo contrario que ahora, que miran tanto a occidente que son capaces de copiar y producir lo que se hace en occidente casi antes de que se comercialice y seguramente en 30 o 40 años se habrán comido el mundo.
ResponderEliminarQué post tan interesante!
ResponderEliminarMuy instructivo y muy buena su visión histórica en general.
ResponderEliminarPero ahora son los que quieren comprar nuestra deuda. ¿A cambio de qué?
Son los que producen casi todo lo que consumimos a precios ridículos y, en breve, serán capaces de copar casi la totalidad de la producción industrial mundial. ¿Qué pasará si entonces dedicen quintuplicar los precios?
Y ahora quieren copar el comercio en nuestras mismas calles.
Miedo me dan que los chinos crean que los chinos somos nosotros.
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ResponderEliminarBuenas:
ResponderEliminarPara mi China es un ejemplo de lo que hay que hacer y de lo que no hay que hacer.
La cultura china es una mezcla de perlas y estiercol.
Es un pais que ha dejado no solo grandes inventos, sino tambien grandes ideologias y grandes obras que han marcado el mundo pero tan centrado en si mismo que ha sido incapaz de ver lo que otros hacian mejor que ellos.
Toda una leccion practica de historia, aplicable a todo lugar y pueblo.
Un saludo
Son los que producen casi todo lo que consumimos a precios ridículos y, en breve, serán capaces de copar casi la totalidad de la producción industrial mundial. ¿Qué pasará si entonces dedicen quintuplicar los precios?
ResponderEliminarPués mire, no estaría mal en algún caso. Así algunos de esos que han dejado de producir en este país y se han llevado los sueldos a China tomarían un poquito de la medicina amarga que dejaron aquí a muchas familias.
Buenas:
ResponderEliminarContestando al Subdire le dire que efectivamente es para tenerles miedo, pero por otro lado tambien envidia.
Es evidente que parte de su competitividad se debe a un yuan devaluado artificialmente, pero otra se debe a una fuerte etica del trabajo y a una gran voluntad de ahorro.
Desprecio lo primero pero respeto profundamente lo segundo.
Si van a vivir mejor que nosotros por trabajar y ahorrar mas que nosotros, su ventaja es licita y no protestemos. SI es por otros vericuetos, si que podemos y debemos protestar.
Un saludo
Creo que cada época de la Historia ha tenido un dominador, no por razones antropológicas sino políticas. La China de hoy es la misma china que conquistó Gengis Khan, asiático de pro, aunque aquél ansia de conquista y guerra ya no esté de moda por allá. Sin dejar Asia, los persas Ciro y Cambises, mucho antes, ya habían construido un imperio. Y hace 2.500 años el faraón Keops, africano, construyó la gran pirámide. En esos tiempos en la mayor parte de Europa nos comunicábamos con gruñidos y vestíamos taparrabos.
ResponderEliminar¿Quién mandará en el año 2.500? ¿los libaneses, los rusos, los brasileños? no lo sé, pero sí sé que encontrarán alguna razón para defender su superioridad intelectual y acaso étnica. Cosas de los vencedores.
Es posible que
En su momento se escribió un libro acerca de que una tripulación china dio una vuelta al mundo, llegando a América antes que Colón y a Australia antes que Cook.
ResponderEliminarHa llegado a la misma conclusión a la que llegué yo en su momento, a los chinos les ha faltado valor para destacar históricamente.
Discrepo en algunas cosas que indica, como por ejemplo en que los africanos no han destacado, que, como indica zorro, los egipcios eran africanos aunque usted seguramente se referirá al áfrica negra.
ResponderEliminarProbablemente les ha faltado practicidad en los inventos y les ha sobrado soberbia, o algo parecido.
Si que han tenido aventuras expansionistas, pero cercanas a ellos. Habría que recordar a tíbet y otras zonas, y guerras varias.
Actualmente su economía se basa en productos baratos basados a su vez en manos de obra prácticamente esclava y una moneda artificialmente baja, que se tolera más o menos porque hay muchas empresas occidentales y porque compran deuda, que no lo hacen por ser buenos es porque no les interesa que se hundan las economías de sus clientes y que siga todo igual.
Además se basa en una burbuja inmobiliaria inmensa aunque a contrario que la española se financia con ahorro interno, aunque si dejan de vender...
Supongo que en un futuro podría ser que se fuera ajustando progresivamente el valor de sus moneda y que los sueldos suban progresivamente.
Hacer futuro ficción es complicado por la cantidad de variables que hay.
Espero que lo que se acabe consiguiendo es que se vaya ajustando para que el nivel de vida de china vaya siendo más alto y demás cosas que no quiero seguir porque me enrollaría.
No sé cuál será el futuro de China, ni si nos acabarán "comiendo". Lo que sí conviene darse cuenta es que prácticamente todo lo que ha conseguido China en los últimos años ha sido en la medida que se ha adaptado o ha copiado patrones occidentales, o bien se ha abierto al exterior.
ResponderEliminarDe todos los comentarios, me quedo con dos frases:
Langor: "Parte de su competitividad se debe a una fuerte etica del trabajo y a una gran voluntad de ahorro". ¡Innegable! Deberían aprender los empresarios españoles en vez de tanto lloriquear y tocarse la breva.
Soldado Vikingo: "A los chinos les ha faltado valor para destacar históricamente". ¡Brillante resumen del post!
Zorro de Segovia e Isel, recuerden antes que nada (por sus referencias a Egipto)que cuando he hablado de las escasas aportaciones del Continente Negro (África entera) al progreso humano, he dicho: "En estos entornos han existido civilizaciones aisladas con un nivel razonablemente alto de desarrollo, pero en todos los casos han sido incapaces de perdurar, expandirse o dejar una huella indeleble que condicione hoy nuestras vidas".
Igual que ha sucedido con China, los handicaps de Egipto y de otras civilizaciones relativamente avanzadas en su momento que, sin embargo, no han dejado huella práctica en nuestras vidas hoy, fueron su excesivo egocentrismo (cerrazón), su nula ambición e iniciativa, y su escasa curiosidad. Por eso casi no se expandieron más que en su entorno más próximo (eran demasiado domésticos) y no perduraron culturalmente.
En ningún momento he hablado de superioridad e inferioridad de pueblos o razas. Simplemente expongo hechos objetivos. Determinados pueblos, de determinadas razas, han tenido sin duda una mayor capacidad de adaptación al medio; han sido más flexibles en sus comportamientos; han tenido mucha mayor iniciativa y curiosidad; han arriesgado muchísimo más su comodidad y su seguridad inmediatas en aras de unas mejoras a largo plazo; han experimentado y probado miles de soluciones a sus problemas hasta descubrir avanzadas técnicas que han mejorado su vida hasta lo indecible; han viajado de forma inagotable, atravesando montañas y glaciares, hasta encontrar los mejores asentamientos; han contactado con otros pueblos diferentes tomando lo mejor de cada cultura… Y estas aptitudes, yo no me atrevo a decir que supongan ninguna superioridad ni una mayor inteligencia que la de las etnias que no las han tenido, pero están ahí y son innegables. La historia no nos engaña.
Pues aquí quisiera añadir otra duda. ¿Los éxitos productivos y económicos de la China actual se deben , en efecto, a la capacidad-ética de trabajo de sus habitantes o, más bien al férreo control del Estado sobre todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos y a la falta de límites morales de sus gobernantes a la hora de incrementar su competitividad pasando por encima, no sólo de los derechos laborales fundamentales básicos, si no también de cualquier otro tipo de derecho y consideración humana?
ResponderEliminarUna nación con 1500 millones de esclavos lo tiene sencillo para ¿triunfar?
Sr. Subdirector, puede ser que algunos inmigrates amarillos no respeten las condiciones laborales, ni la normativa comercial (horarios) ni la propiedad intelectual (falsificaciones), lo que puede favorecer el crecimiento económico por la vía de la explotación y de la competencia desleal.
ResponderEliminarPero esto no siempre es así. De hecho yo percibo que en general son muy trabajadores y se matan por sus pequeños negocios familiares. Percibo a la comunidad china como unos inmigrantes muy respetuosos con la cultura española, casi nada conflictivos (salvo algún episodio aislado de mafias), muy impermeables (son los inmigrantes con menor índice de matrimonios mixtos) y, sobre todo, ya digo, muy, muy trabajadores.
No sé si será por su histórica "mentalidad de esclavos", por tantos años de comunismo o sencillamente porque se niegan a entrar por nuestro aro de consumismo y derroche, pero, a diferencia de los españoles, los chinos son capaces de trabajar durante un montón horas a cambio de muy poco, y, como tienen un nulo afán consumista, pueden vivir perfectamente gastando al mes una cantidad irrisoria. Por eso son tan competitivos: porque no les importa bajar los precios a lo bestia, ya que ellos sobreviven con lo mínimo.
A la gente que critica con tanta furia a los inmigrantes chinos (me refiero a los legales) por la competencia que realizan, yo les preguntaría: ¿Es que está prohibido trabajar mucho y gastar poco? Que yo sepa, hay libertad de precios y de comercio. ¿Por qué los que se quejan no ponen un restaurante o una tienda con los mismos precios y currando las mismas horas? (hablo de los propios empresarios, no de sus asalariados, cuyos derechos y horarios deben ser respetados religiosamente).
Yo siempre he estado en contra de la competencia desleal de las grandes superficies comerciales, donde yo veo claro un abuso del capital sobre los negocios familiares. Pero admiro a los chinos de verdad, aunque su mentalidad choque con la nuestra. Los negocios chinos son negocios pequeños y familiares, donde -con las excepciones de mafias y tal-, se gana el dinero con el sudor honrado de padres e hijos que llevan una vida austera porque les da la gana. Precisamente, su espíritu de sacrificio choca con nuestra vagancia; con nuestra pereza de señoritos que sólo movemos un dedo si es para forrarnos; con nuestra pijería de montar un restaurante chic y clavar hasta la médula, despreciando la cutrería de los chinitos; con nuestro afán de gastar sin ton ni son en las mayores paridas; con nuestro apego a las cosas superficiales y materiales...
A ver, yo no me refería a los inmigrantes chinos, sino a China como nación. Una nación que no respeta los derechos humanos mínimos ni la dignidad de la persona.
ResponderEliminarSi no trabajas donde el Estado te obligue: campo de reeducación.
Si eres un atleta que no llega a unas determinadas marcas, pobre de ti.
Ya no te digo si eres un preso.
China, su "un país, dos sistemas" me parece el invento más detestable. Una mezcla demoníaca que conjuga lo peor del capitalismo más salvaje, del comunismo más extremo y de las mentalidades asiáticas y bárbaras contra las que Occidente lleva milenios luchando.
No recuerdo la frase exacta pero era más o menos así: "La huestes lucefirinas siempre se han extendido desde el Este."
Muy bueno el post, Neri.
ResponderEliminarEs curioso que habiendo inventado tantas cosas, sean ahora los reyes de la copia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/30/comunicacion/1296387155.html
Y el espionaje industrial algo consustancial a su reciente avance interno.
En cuanto den el paso y empiecen a incentivar la creatividad propia..Ave China. Ahora, ¿se lo permitirá su "religión"? Hasta el momento todo el que intenta desarrollar sus propias ideas al margen del sistema, quiere tener más de un hijo, o no desea abortar o discriminar a sus hijas de por vida, tiene que exiliarse o acaba en la cárcel, como Xiaobó. Las tasas de suicidio en China son de espanto (único país donde se suicidan más mujeres que hombres).
Es lo que pasa cuando el sistema anula al individuo.
Creo que sí podemos aprender de su historia y de su capacidad de trabajo y sacrificio, pero no de la forma en que se han organizado como país.
Os vais demasiado por los cerros de Ubeda.
ResponderEliminarChina es lo que es hoy en dia ( a pesar de las misera herencia comunista y la de padecer esa hiperpoblacion) gracias al dinero occidental que la eligio ya hace unas decadas como fabrica del mundo.
Tengo unos familiares que hace 30 años que importan material textil de China, y logicamente, estan forrados, loq eu pasa que desde hace 10-15 años a estas fechas la globalizacion impuesta ha favorecido este fenomeno.
China es la fabrica del mundo, si, pero el dinero para montar el tinglado , en su mayoria, ha salido del mundo occidental, Australia, Europa y EE UU.
¿Por que el gran capital eligio China como fabrica del mundo?
Sencillo, tienen un sistema politico-judicial y una cultura que era ideal para desarrollar el capitalismo mas salvaje.
El hibrido comunista-capitalista en que se ha convertido China es el modelo de sociedad ideal para el gran capital, esclavos eficientes, baratos, cultos y disciplinados.
Ese modelo es el que nos quieren imponer al resto del mundo occidental en concreto a Europa.
El milagro chino en resumidas cuentas solo es el resultado d elas deslocalizaciones masivas facilitadas por la globalizacion fomentada por el gran capital.(El gran capital es una manera generalista de denominar a las multinacionales y sectores financieros mas potentes de occidente, aunque el gran capital tenga su origen en occidente, ya no es occidental, esta globalizado)