Dos matrimonios se reúnen para abordar un incidente que ha tenido lugar el día anterior: el hijo de uno de ellos, armado… o mejor dicho, provisto de un palo, le ha roto los dientes al retoño de la otra pareja. Se trata de encontrar, "desde el diálogo", una solución positiva para los dos chavales y conseguir que el gamberro del palo pida perdón a su “víctima”, cuyo único delito había sido llamar "chivato" al agresor. Cosas de críos de 11 años.
Los papás del "vándalo" se muestran encantadores y comprensivos; están dispuestos a cualquier cosa para poner fin a las gamberradas de su "pequeño monstruo". Pero los progenitores de la víctima y anfitriones del encuentro, resultan ser un tanto puntillosos: no se conforman con nada y hacen continuas insinuaciones ofensivas sobre los métodos educativos de sus invitados.
Lo que comienza como una charla amistosa termina convirtiéndose en una ensalada de diálogos tensos, de fingimiento, de acusaciones veladas y de defensa ciega de los propios hijos, amén de una demostración de las prioridades de cada matrimonio, que a veces no tienen nada que ver con los niños, sino más bien con el trabajo, con la imagen pública y con los bienes materiales.
No quiero desgranar más el argumento de esta deliciosa comedia de Aitana Sánchez Gijón, Peré Ponce, Antonio Melero (¡el Fiti!) y Maribel Verdú (que no se despelota ni nada). Sólo deciros que esta fantástica obra, que podéis disfrutar en el Teatro Alcázar de Madrid, ha sido para mí una lección práctica de que sigue existiendo un teatro digno que no puede encontrar competencia en el cine.
Con un punto de partida puramente cotidiano, la obra repasa con humor desternillante y dentelladas críticas el modelo de familia actual, los clichés educativos políticamente correctos, el consumismo, la esclavitud laboral, la falta de valores en lo profesional, la hipocresía social llevada hasta las últimas consecuencias y la falsedad de los roles en la pareja. No os la perdáis, por favor. Y no se puede descargar del emule…
Los papás del "vándalo" se muestran encantadores y comprensivos; están dispuestos a cualquier cosa para poner fin a las gamberradas de su "pequeño monstruo". Pero los progenitores de la víctima y anfitriones del encuentro, resultan ser un tanto puntillosos: no se conforman con nada y hacen continuas insinuaciones ofensivas sobre los métodos educativos de sus invitados.
Lo que comienza como una charla amistosa termina convirtiéndose en una ensalada de diálogos tensos, de fingimiento, de acusaciones veladas y de defensa ciega de los propios hijos, amén de una demostración de las prioridades de cada matrimonio, que a veces no tienen nada que ver con los niños, sino más bien con el trabajo, con la imagen pública y con los bienes materiales.
No quiero desgranar más el argumento de esta deliciosa comedia de Aitana Sánchez Gijón, Peré Ponce, Antonio Melero (¡el Fiti!) y Maribel Verdú (que no se despelota ni nada). Sólo deciros que esta fantástica obra, que podéis disfrutar en el Teatro Alcázar de Madrid, ha sido para mí una lección práctica de que sigue existiendo un teatro digno que no puede encontrar competencia en el cine.
Con un punto de partida puramente cotidiano, la obra repasa con humor desternillante y dentelladas críticas el modelo de familia actual, los clichés educativos políticamente correctos, el consumismo, la esclavitud laboral, la falta de valores en lo profesional, la hipocresía social llevada hasta las últimas consecuencias y la falsedad de los roles en la pareja. No os la perdáis, por favor. Y no se puede descargar del emule…
Neri, hombre, tenías que haberte llevado la cámara y grabárnoslo como cuando fuiste al zoo.
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara.
Un saludo.
Vaya! cuando ya tenía la miel en la boca, aclaras que no se puede descargar ;) yo que ya estaba tecleando el título...
ResponderEliminarFeliz Navidad!! :)
Yo la´he visto,y la recomiendo,tambien al hilo de lo mismo el libro que acabo de leerme,el avaro,la mezquindad desmedida del hombre,que no tiene limites,el dramaturgo francés molière,lo espesa fenomenalmente,hablando sobre la mezquindad y el ansia desmedida de acumular riqueza,olvidandose de vivir,criaturas desmesuradas y bestiales que actúan como espejo de las virtudes y miserias del alma humana.FELIZ NAVIDAD.
ResponderEliminarSeguro que Al Neri se llevó un catalejo por si la Verdú hacía de las suyas y se quedó con las ganas...
ResponderEliminarEl Sr. Neri vive en un mundo en el que un catalejo es un invento del maligno, aunque él diría el innombrable puesto que sólo mencionar cualquiera de sus nombres o adjetivos ya despierta suspicacias y sospechas de un posible entendimiento con las fuerzas del mal. Por eso para un caso así se limitaría a subir al escenario en el preciso instante en que la buena de Maribel hiciera esas "suyas" que, por otra parte, no sé en qué consisten.
ResponderEliminar