Solo conozco cuatro tipos de
personas celosas:
1.- Los que sufren celos porque
no confían en su pareja (a veces justificadamente). Por ejemplo, si se trata de una persona que
ya ha sido infiel, ha sido muy ligona o su conducta revela indicios objetivos
de infidelidad.
2.- Los que recelan de las
circunstancias proclives a la infidelidad que rodean a su pareja. Piensan que
su novio/a o su cónyuge es de fiar, pero que su especial estilo de vida, sus
relaciones, su trabajo, sus viajes, etc, podrían incitar a la traición hasta al
más santo. Un caso podría ser el de un hombre que trabaja rodeado de mujeres jóvenes y que debe pasar muchas noches fuera de casa.
3.- Los que no confían en sí
mismos, en su valía, en su atractivo, en su capacidad de mantener al otro a su
lado. Este tipo de celos se debe a un simple problema de autoestima. El sentimiento
de inferioridad de estos celosos les induce a pensar que cualquiera podría
levantarles el marido o la mujer.
4.- Los que tienen una concepción
absorbente y cerrada de las relaciones amorosas. Son individuos muy
posesivos que creen que su pareja es solo suya y tiene que estar siempre con ellos, por lo
que desconfían por sistema de todas sus relaciones fuera del entorno conyugal,
incluso las familiares y amistosas, en la medida que pueden mermar la atención
exclusiva que ellos demandan.
Algunas veces estas cuatro causas
se entremezclan, agravándose entonces esa gangrena terrible que son los celos,
pero casi siempre hay una de ellas que predomina con claridad. También es
habitual que la causa 3 termine derivando en la 4, por puro instinto de conservación
del inseguro. Lo chungo de verdad es cuando se dan todas juntas en su plenitud, pues en tal caso
la cosa termina o bien en divorcio o bien en un episodio trágico de telediario.