sábado, 31 de diciembre de 2011
NO TE SIGNIFIQUES
jueves, 29 de diciembre de 2011
EL SUELDO DEL REY
martes, 27 de diciembre de 2011
LA CONSPIRACIÓN
sábado, 24 de diciembre de 2011
SEVILLA
jueves, 22 de diciembre de 2011
NAVIDADES "A TU BOLA"
Cuando veo estos detalles en algún matrimonio tengo la impresión de que se trata de relaciones basadas en una suma de egoísmos, es decir que mientras los deseos, gustos e intereses de los dos coincidan, podrán estar juntos, pero cuando no haya concurrencia cada uno irá a su aire. Me da la sensación de que si algo fallara, si uno tuviera que hacer un sacrificio por el otro, si surgiera una dificultad, si se aburrieran un día, saldrían corriendo cada uno en una dirección hasta perderse de vista. Intuyo que, ante la falta de criterio común para la educación de los hijos, estos sencillamente se queden sin educar.
Una de las grandes ventajas que yo le veo al matrimonio es que es un excelente antídoto contra el egoísmo. Los esposos forman un equipo y la convivencia diaria con la persona a la que queremos debería ayudar a amoldarnos, y enseñarnos a ceder y a alcanzar acuerdos; a dialogar; a comprender; a compartir bienes, familia, amigos y aficiones; a contar con el otro sin necesidad de perder nuestra individualidad ni nuestra libertad… Pero, visto lo visto, va a ser que tengo un concepto demasiado anticuado del amor y del matrimonio.
martes, 20 de diciembre de 2011
BEBER Y NO BEBER
sábado, 17 de diciembre de 2011
ENCUESTA SOBRE LAS POSIBLES MEDIDAS CONTRA LOS FUNCIONARIOS
Duración: 15 días
a) Nada. 0 votos.
b) Les bajará el sueldo. 12 votos (60%)
c) Les congelará el sueldo. 3 votos (15%)
d) Les reducirá las extras. 10 votos (50%)
e) Echará a interinos y laborales. 13 votos (65%)
f) Se inventará algo para echar también a funcionarios de carrera. 4 votos (20%)
g) No convocará plazas en diez años. 10 votos (50%)
h) Otras medidas. 3 votos (5%)
NOTA: En las encuestas en las que pueden votarse varias opciones, el % no representa el porcentaje de votos que ha obtenido cada respuesta sobre el total de los emitidos, sino el porcentaje de votantes que ha escogido esa opción.
jueves, 15 de diciembre de 2011
RELEYENDO "EL PADRINO" (21): LA FAMILIA CORLEONE SERÁ COMPLETAMENTE RESPETABLE
¡Cuántas veces hemos visto situaciones similares en parejas que conocemos! A veces, en un punto determinado de la relación, uno de los dos se empeña en casarse y, aunque sabe de sobra que el otro no será un cónyuge apropiado, que no están en el mejor momento, que hay defectos o incompatibilidades que más tarde o más temprano traerán serios problemas, e incluso que habrá malos tratos, se pone una venda en los ojos, minimiza los inconvenientes, se dice a sí mismo que le hará cambiar y, ala, al altar de cabeza.
Por desgracia, en este y en muchos otros temas, al final no solo terminamos haciendo lo que nos da la gana frente a las evidencias y consejos, sino que encima luego nos quejamos airadamente como si los demás tuvieran la culpa.
(…)
martes, 13 de diciembre de 2011
¿NEGOCIO O CARIDAD?
sábado, 10 de diciembre de 2011
DONDE HAY CONFIANZA...
Los peores conflictos que he visto han sido casi siempre entre personas que tenían previamente una relación de máxima confianza y que se veían con mucha, quizá con demasiada asiduidad. Ahora con las Navidades llegan las cenas familiares y de amigos en las que tantas veces se acaba como el rosario de la aurora porque la gente tiene excesiva confianza entre sí, y en el territorio de la confianza suelen reinar el egoísmo, la pereza, la dejadez en el trato, el “qué más da” y las malas costumbres que llevan años implantadas pero un día alguien se cansa y explota.
Habrá quién diga que es una actitud hipócrita, pero a mí me encanta cuando la gente se acaba de conocer: cuando un desconocido se integra en un grupo de amigos, cuando te presentan a gente nueva, cuando una parejita lleva quedando una semana… Todos se esfuerzan en mostrar lo mejor de sí mismos, en caer bien y en cuidar mucho el trato. En cambio, esas pandillas que llevan saliendo desde EGB, pues qué queréis que os diga; muchas veces se aguanta por pura nostalgia porque, si te pones a mirar, la peña puede llegar a tales niveles de relax, y de hacer o decir lo que a cada uno le apetece “porque hay confianza” que, como bien dice el refrán, da asco.
No hay nada peor para la convivencia que hacer y decir lo que a cada uno le apetece. En el momento en que creemos que tenemos tanta confianza con alguien como para decirle cualquier cosa o para gastarle cualquier broma, la hemos cagado. Esto debería ser el dogma número uno en la amistad, en la familia, en el trabajo y en toda relación.
Podemos tener la sensación de que la confianza es un bálsamo que propicia el desahogo, la profundidad, las confidencias, el apoyo mutuo y, en definitiva, la felicidad, pero, ¿compensa la contrapartida? Porque en toda relación humana los lazos de la consideración debida se aflojan a medida que aumenta el conocimiento mutuo y se van sabiendo al dedillo los recovecos y los puntos débiles de los demás. Las normas de respeto se desbaratan cuando empezamos a dar por sentado que como este tío es amigo nuestro está obligado a aguantar nuestra pesadez y nuestras tonterías cuando nos dé la gana.
Probablemente la clave esté en la asiduidad que antes he citado. Ninguna relación debería ser tan asidua, tan promiscua si se quiere, como para hacernos perder las valiosas formas que deberían presidir, ¡también!, una charla con nuestros padres o una timba con los colegas. Hemos perdido las formas para todo y así nos va, pero una saludable distancia, una frialdad medida, una "barrera sanitaria" pueden ser el antídoto ideal contra los excesos, sin necesidad de perder ni un ápice de frescura ni de cariño.
jueves, 8 de diciembre de 2011
POGÜERPOIN
Con frecuencia tengo que acudir a ponencias de todo pelaje y cada vez me llevo más las manos a la cabeza de lo mal que se usa el Power Point, por lo que he llegado, como digo, a coger manía al programa injustamente.
Antes de su aparición, las conferencias eran una cosa seria. Ibas a escuchar a un señor con destacadas habilidades oratorias y un amplio conocimiento sobre el tema a exponer, y disfrutabas de su forma de expresarse, de los datos que daba, de los ejemplos que ponía. Podías cerrar los ojos, concentrarte, y empaparte de la materia que con tanta destreza iba desgranando el orador, que normalmente basaba su discurso en un pequeño guión escrito que se traía de casa.
Con los cursos pasaba parecido. El eje de una actividad formativa lo constituían sin duda los conocimientos del profesor, pero sobre todo su manera de transmitirlos. Todos sabíamos que a un buen profesor se le notaba nada más abrir la boca; que le bastaban, para hacernos aprender, su voz y su verborrea, aunque en ocasiones puntuales pudiera repartir resúmenes o utilizar el encerado o unas diapositivas. También sabíamos que cuanto peor era un docente más abusaba de las herramientas de apoyo, y que el profe torpe, tartamudo o coñazo siempre acababa repartiendo textos para leer, haciendo exponer los temas a sus alumnos o usando el proyector a cada momento.
Esto es un poco lo que pasa con el Power, que por su culpa hoy en día imparten rimbombates conferencias hasta los sujetos menos dotados para la oratoria, los más pesados, los menos preparados y los que menos llegan a la gente. Ahora cualquier mangarrián con unos elementales conocimientos informáticos se monta una presentación llena de dibujitos, de flechitas y de pariditas y va pasando de diapositiva a diapositiva limitándose a leer o a explicar por encima lo que pone.
El abuso de este invento es aterrador, primero por lo que digo de que ayuda a camuflar la incapacidad del conferenciante, pero además es que la mayoría de la gente no tiene ni idea de cómo utilizarlo y o bien pone una letra muy pequeña o demasiado texto en cada transparencia, o bien elige gráficos tan inadecuados que sus oyentes acaban dispersando su atención y quedándose en el árbol sin entrar en el bosque.
En efecto, la distracción es el principal problema al que conduce el programa. En cuanto nos informan de que el contenido íntegro de la ponencia va a ir viéndose en las diapositivas (¡que a veces se reparten impresas entre los asistentes!), surge una tentación inevitable de no hacer ni puñetero caso al que habla. Por culpa de este tipo de presentaciones, tendemos a concentrarnos en la anecdotilla de cada fotograma que sale del proyector en vez de intentar adquirir una visión global del tema de la charla. En definitiva desplazamos al ponente para dar protagonismo a su herramienta, reduciendo a la mínima expresión cualquier mérito de aquel y perdiendo la perspectiva de conjunto.
En todo caso, suele ser un problema de cantidad más que de calidad. Cuando el pogüerpoin, que ha sido concebido como un medio auxiliar y de apoyo a una exposición, se utiliza como pilar de la misma, pasa lo que pasa. Y por cierto, pasa casi siempre, pues muy raras veces he visto que el empleo de esta técnica mejore el resultado final o ayude a lucirse al que la utiliza.
lunes, 5 de diciembre de 2011
PANTERAS
Lecciones de ciencias naturales aparte, no puede olvidarse que los representantes de este género se caracterizan por una inusitada agresividad con sus presas, con otros animales, con ejemplares de su misma especie y otros felinos, y con el hombre, con la curiosa excepción del jaguar, del que se han registrado contadísimos casos de ataques a humanos.
La fiereza de estos lindos gatitos para con los humanos no se limita, ya quisiéramos, a la defensa de sus crías o de su territorio, sino que a menudo simplemente nos ven como una presa más.
El devora-hombres más recurrente es sin duda la subespecie conocida como tigre de Bengala, que se zampa a 300 personas al año. Un caso difícil de olvidar es el del tristemente célebre tigre de Champawat (India), que se comió enteros a 436 pobrecillos en 1937.
Los leoncitos tampoco se quedan mancos. Casi 700 lugareños han muerto bajo las zarpas del rey de la selva en los últimos 20 años, algunos de ellos "cazados" en el mismo centro de poblaciones medianas. El recuerdo más siniestro es de la época del Apartheid, cuando miles de refugiados mozambiqueños sucumbieron a los ataques de este felino mientras atravesaban de noche el Parque Nacional Kruger que las autoridades sudafricanas mantenían clausurado durante el día.
Mi amigo el leopardo pesa algo menos que los dos anteriores, pero ello no le impide relamerse ante la perspectiva de jamarse a un señor. Las cifras son menos escandalosas y además este hermoso animal solo se aficiona a la carne humana tras haberla consumido accidentalmente al escarbar en tumbas, pero lo cierto es que es el más audaz de los devoradores de hombres, el único capaz de hacer boquetes en los tejados de las viviendas y colarse hasta las habitaciones para llevarse su trofeo.
Tras este entrañable relato, vienen las imágenes, que al menos en este caso dicen más que mil palabras. He seleccionado tres vídeos bastante duros (abstenerse los sensibles) en los que un tigre, un león y un leopardo demuestran su coraje y su fuerza atacando sin miramientos, en defensa propia, a los cazadores que intentan darles muerte. Ruego especial atención a los gritos estremecedores del joven montero que sufre las garras y las fauces del leopardo, a las heridas que le causa en tiempo récord, y, sobre todo, a la temeridad del león. Estoy seguro de que ninguno de los componentes de estas partidas de caza volverá jamás a intentar abatir una pantera.
sábado, 3 de diciembre de 2011
SEGUNDO MAQUINISMO
Recordemos lo que pasó en el siglo XVIII cuando las máquinas empezaron a sustituir el trabajo manual. Como un artilugio hacía el trabajo de cuatro personas, muchos obreros se fueron al paro y se produjeron fuertes convulsiones sociales y hasta surgieron movimientos como el ludismo inglés, que buscaba destruir la maquinaria y volver al sistema artesanal de producción.
Pues ahora con los ordenadores, con Internet y con la digitalización instantánea de documentos están dejando de hacer falta muchos puestos de trabajo que hasta hace no mucho nos parecían imprescindibles.
Pensemos por ejemplo en la clásica función de los auxiliares administrativos, que tardaban días en archivar torres de expedientes que ahora se ordenan, en formato pdf, en unos segundos, haciendo un par de clics.
Pensemos en las típicas tareas mecanográficas, que hoy en día ya no están reservadas a un perfil concreto de personal, sino que gracias al uso generalizado del pc, puede desempeñar cualquiera con una mínima soltura.
Pensemos en esos programas de contabilidad que existen ahora, que por lo visto metes en el escáner las facturas y te contabiliza en una mañana lo que antes hacían tres empleados en una semana.
Pensemos en las “cajeras automáticas” que yo ya he visto en súpers de barrio en Madrid. Escaneas tú mismo la compra y metes los billetes y monedas por una ranura. Solo hay una chica vigilando cada cuatro máquinas. Algo similar a los expendedores electrónicos de billetes de metro, que han hecho amortizar muchas plazas en taquilla.
Pensemos en que ya casi todo es autoservicio: gasolineras, bares, ikeas, fruterías y hasta restaurantes (no sé si conocéis los famosos Woks). Ya en pocos sitios sirven las mesas de las cafeterías y muy pronto no atenderán ni una terraza (en mi barrio, por ejemplo).
Pensemos que Internet pronto hará completamente innecesarios los negocios de intermediación en las transacciones, como por ejemplo las agencias de viajes.
Es cada día más evidente que a causa de todo esto hay mucha más población que puestos de trabajo necesarios y disponibles, que gran parte de las tareas humanas han sido asumidas por los dispositivos electrónicos y, en definitiva, que se ha quedado muy anticuado el mandato divino de que debemos ganarnos el pan con el sudor de la frente.
Pero lo chungo es que nuestra necesidad de comer varias veces al día sigue muy vigente. ¿Qué vamos a hacer para ganarnos los garbanzos cuando no haya funciones que realizar y por las que alguien nos pague? ¿De dónde vamos a sacar el dinero? ¿Nos pagará el Estado una subvención vitalicia aunque estemos en casa por falta de curro? ¿Nos harán rotar en los puestos, trabajando seis meses y descansando otros seis, para que todo el mundo tenga un empleo? ¿Qué vamos a hacer para ganarnos los garbanzos cuando no haya funciones que realizar y por las que alguien nos pague? ¿De dónde vamos a sacar el dinero? ¿Nos pagará el Estado una subvención vitalicia aunque estemos en casa por falta de curro? ¿Nos harán rotar en los puestos, trabajando seis meses y descansando otros seis, para que todo el mundo tenga un empleo?
Cuando comento esto con algún amigo, a veces me dicen que el ser humano es muy ingenioso y que terminaremos inventando nuevos servicios o fuentes de riqueza. Y la verdad es que no les falta razón porque cada día me queda más claro que este consumismo idiota y desproporcionado que nos atenaza, ese incitarnos a comprar una tele o un móvil nuevo cada cuatro años “porque se quedan obsoletos”, ese inventarnos necesidades absurdas que se llevan la mitad de nuestro sueldo, no es más que una estrategia para hacer frente al Segundo Maquinismo y a la sequía de puestos verdaderamente útiles a la sociedad.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XXI): GUADALAJARA NO ES ABISINIA
Facetta nera (carita negra)
Pues bien, los españoles cambiaron la letra y cantaban de esta guisa:
lunes, 28 de noviembre de 2011
5 METROS CUADRADOS
La película tiene un planteamiento muy interesante, pues toca palos jugosos como el conchabeo entre los promotores y los concejales, el afán desmesurado de los jóvenes españoles por acceder a una vivienda en propiedad ya que “alquilar es tirar el dinero”, la repercusión de los problemas económicos en la estabilidad de las parejas, el papel de los padres o la precariedad laboral.
Además, ya digo que la pareja protagonista no se la cree nadie. Y no solo porque al amigo Tejero es imposible imaginarlo en cualquier papel dramático, es decir sin hacer de payaso tonto del circo o sin atender la pescadería de la que nunca debió salir, sino porque a estos tortolitos que compran sobre plano en una bonita urbanización les pasan unas cosas que yo no he visto en mi vida en una familia normal.
Por ejemplo, como no les entregan la casa se tienen que ir a vivir donde los padres de ella y dormir en un colchón hinchable. Pero luego el padre (¡menudo padre!) se cabrea porque no aportan nada a la economía familiar y los larga a la calle sin contemplaciones, aun a sabiendas de que no tienen ni para comida. Entonces los pobres se meten en una habitación de hotel (que no pagan hasta que los echan) y viven a base de bocadillos, y como si el tal Álex (Tejero) no lo tuviera ya bastante chungo, se empieza a escaquear del trabajo para acudir a las protestas de los afectados por la estafa, y le acaban poniendo de patitas en la calle.
La pregunta que se hacía todo el cine es por qué una parejita que trabajan los dos tiene que pasar por esas penurias estilo años cuarenta después de enterarse de la paralización de las obras, cuando a partir de ese momento dejan de ingresar cantidades al promotor y, por lo tanto, disponen de sus sueldos íntegros. Una pregunta imposible de contestar, ya que casi nada en el argumento tiene ni pies ni cabeza.
Que nadie la vea, ¿eh?
sábado, 26 de noviembre de 2011
AL NERI DEJARÁ DE ESCRIBIR
Todo esto está muy bien y creo que casi todos compartimos en alguna medida estos móviles, pero a mí me resulta muy llamativo que nadie reconozca una de las razones que, en mi opinión, más peso tiene para muchos de nosotros, y es que escribimos un diario digital porque nos gusta que nos lean más que a un tonto una peonza. O sea, que detrás de un blog siempre hay un señor o una señora un pelín egocéntricos que si escriben en la Red de Redes en vez de en un cuaderno suyo es porque les apetece ser leídos y, si es posible, comentados; que creen que no lo hacen mal y que tienen algo especial que decir al mundo.
Hay multitud de indicios inequívocos de que esto es así, digan lo que digan, pero el más evidente de todos es que cuando un bloguero detecta que no lo lee ni su madre, se desanima y cierra el chiringuito, ya lleve publicando dos semanas o dos años. Normalmente abandona el blog sin mayores explicaciones, tras un período de entradas cada vez más espaciadas, y otras veces se justifica con argumentos diversos como el exceso de trabajo, el estrés o problemas personales, pero muy rara vez (yo solo conozco un caso) admiten que están hartos de perder el tiempo escribiendo sus reflexiones para que no las lea nadie.
La mayoría de los internautas consideramos que dedicar tiempo a un blog publicando unas entradas mínimamente extensas, trabajadas o documentadas solo nos compensa si logramos el número suficiente de lectores para satisfacer nuestro ego.
Aunque cuidado, porque este ego o como queramos llamarlo no siempre tiene un lastre peyorativo, ya que es perfectamente legítimo desear que a uno lo sigan y, además, hay gente que escribe con intención de captar lectores pero sus publicaciones son, a la vez, un gesto de generosidad en la medida que con ellas comparte reflexiones, experiencias o conocimientos que pueden enseñar cosas, ayudar a pensar o hacer mucho bien a los demás.
Como ya dije en el primer post de La pluma, mis razones para escribir son variadas y una de ellas es permitirme un sano desahogo crítico, casi terapeútico, contra tantas cosas que me disgustan de esta sociedad en la que a veces pienso que cada día encajo menos. Pero reconozco también sin rodeos el motivo antes apuntado: escribo porque deseo que se me lea y llegar a la gente, a cuanta más mejor.
Por eso mismo aviso que el día que compruebe que el número de visitas desciende por debajo de un umbral razonable, Al Neri dejará de dar la turra.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
LOS MALOS ROLLOS DEL FACEBOOK
No me refiero solo a que es una fuente de cotilleo insano, ya que un alto porcentaje de usuarios lo utiliza de forma mezquina para intentar curiosear la vida de los demás (fotos, amigos…) pero bloqueando sus propios contenidos para evitar el fisgoneo ajeno.
Lo que quiero comentar más bien es que por culpa del Facebook más de una vez nos vemos obligados a decirle a determinada gente a la cara que no nos cae bien o que no tenemos el más mínimo interés en que sepan nada de nosotros, o sea una situación a todas luces incómoda que jamás se produciría en una relación presencial.
Me explico. Antes de la era Zuckerberg, si tenías un conocido que te parecía un cretino, un pesado o un bocazas, bastaba con disimular educadamente, con sonreír un poco y con decirle “sí, majo, sí, lo que tú digas” las tres veces que te lo encontrabas al año. Pero es que ahora, si al muy gilipollas se le ocurre enviarte al Facebook una solicitud de amistad (porque se las manda hasta al gato), no te queda otra que rechazarla, so pena de pasarte el día leyendo sus memeces o de saciar toda su curiosidad sobre tus vacaciones, tus conocidos, tus hijos o tus opiniones.
Es decir, que no te queda más remedio que reconocerle claramente que pasas de él, con las comprensibles suspicacias que ello le provocará, porque, como es lógico, a nadie le gusta ser rechazado de ninguna manera. Desde ese día, cada vez que te topes con él en la calle, sabrá casi con total certeza que, mientras le sonríes y te despides, “ale, campeón”, en realidad estás pensando que es un pelanas del quince y que quieres mantenerlo lo más lejos posible de ti.
Aunque esto, la verdad, es simplificar un poco porque muchos utilizamos la red social por excelencia para comunicarnos únicamente con la familia y los amigos más cercanos, y no agregar a un compañero de trabajo o a un simple conocido no significa por narices que les tengamos en mala consideración, sino solo que no nos apetece que formen parte de nuestro mundo íntimo y familiar.
A pesar de ello, hay muchos que no lo entienden y se extrañan, se incomodan o se cabrean si son inadmitidos, y más si repasan la lista de amigos de quien les bloquea y comprueban que otras personas sí figuran en ella sin tener con él, en su opinión, una relación más estrecha que la suya.
lunes, 21 de noviembre de 2011
ENCUESTA ELECCIONES 2011
a) PSOE: 11 votos (12%)
c) IU: 8 votos (8%)
d) UPyD: 8 votos (8%)
f) A los que prometan defender la Unidad de España y poner fin al circo del Parlamento y de los partidos políticos: 12 votos (13%)
g) No iré a votar: 20 votos (22%)
h) Votaré en blanco : 2 votos (2%)
i) Aún no lo he decidido: 3 votos (3%)
j) Votaré en función de las circunstancias, atentados, comunicados, manifestaciones de los Indignados y demás teatrillos que se monten durante la campaña: 5 votos (5%)
k) Tengo claro que no votaré ni al PP ni al PSOE: 15 votos (16%)
l) Otras opciones: 6 votos (6%)
sábado, 19 de noviembre de 2011
YO NO VOTO
Porque me repugna pasar por la calle y escuchar a la maruja o al juanlanas de turno exclamar agilipolladamente: «Vengo de cumplir con mi deber democrático».
Porque me parece poco varonil.
TEORÍA DE LOS PESADOS
La percepción de que alguien es un palizas suele tener mucho que ver con su forma de expresarse. Es muy habitual que la gente soporífera lo sea principalmente por sus escasas habilidades con el lenguaje, lo que se traduce en emplear cinco minutos y doscientas frases y circunloquios para exponer una idea que podría transmitirse en unos segundos y con tres oraciones. Son poco amenos y acaban resultando cansinos, por muy buena intención que tengan. También contribuye en gran medida a hacerse con reputación de fatigoso el tener un tono monótono o desagradable al hablar, por ejemplo voz de pito o fuertemente nasal.
Otras veces no se trata tanto de que se enrollen al decir las cosas, sino más bien de que no se callan ni debajo del agua. Me refiero a esos tipos agotadores que cuando te tomas una caña con ellos o te los encuentras en los pasillos de la oficina no paran de hablar y hablar, como una ametralladora, saltando nerviosamente de un tema a otro sin solución de continuidad y no dejándote meter baza en ningún momento. Cuando tú te propones decir algo, se les nota en la cara que no te escuchan y que están aguardando a interrumpirte a la mínima y, por supuesto, lo acaban haciendo más pronto que tarde. En cualquier conversación solo se les oye a ellos y terminan levantando dolor de cabeza y exasperando al más paciente.
También se puede ser un petardo auténtico no en función de cómo ni cuánto se habla, sino de las cosas que se dicen. Probablemente el plasta más característico es aquel que carece de la más mínima variedad de registros de conversación, empeñándose en sacar siempre los mismos temas en cualquier situación y delante de quién sea, sin atender al tipo de interlocutor o a sus gustos e intereses. Esto pasa a veces porque el pesado es un lerdo sin ninguna cultura que solo sabe conversar sobre fútbol, por ejemplo. En otras ocasiones el problema es su carácter obsesivo; sucede que algo le entusiasma o le preocupa muchísimo pero es incapaz de percatarse de que a los demás ese tema les importa un huevo. De estos últimos, yo conozco dos ejemplos de libro: un amigo mío ingeniero que siempre acaba hablando con detalle de su empresa y de su trabajo poniéndonos a todos la cabeza como un bombo, y una chica de mi oficina, muy maja, pero que cuando tuvo un bebé no hacía más que hablar de tomas, de pañales y de caquitas durante el desayuno (y así durante dos años) y resulta que desayunaba con tres compañeras solteronas. Acabaron malamente.
En esta última línea, otros dos prototipos de tío insufrible son aquel que siempre hace el mismo tipo de broma impertinente sin observar que a nadie le hace ni pizca de gracia, y el clásico obseso sexual, que en cuanto se junta a solas con otros hombres, aun sin tener ninguna confianza, no para de hacer chistes guarrindongos y de desviar morbosamente cualquier conversación para hablar de mujeres, de tetas, de culos o de sus hazañas eróticas reales o imaginarias.
Pesado también lo es alguien molesto por su comportamiento repetitivo o incómodo: el que intenta continuamente convencerte de algo cuando salta a la vista que no te interesa, el que está todo el día llamándote por teléfono y se tira siglos al aparato sin decir nada sustancioso, o el amigo con complejo de animador sociocultural, con un afán de protagonismo tan patológico que no para de organizar, sin que nadie se lo pida, toda clase de actividades, salidas, cenas y excursiones, sin dejar respirar a la peña ni un fin de semana y dando una matraca de cuidado para conseguir asistentes a sus eventos. Este último especimen, por cierto, a menudo cumple una función social inestimable.
Pero como he insinuado al principio, el concepto de plasta no siempre es objetivo y ser catalogado como tal puede llegar a ser un acto tendencioso motivado por la mala intención o por intereses o antipatías personales. A veces resulta que alguien no nos cae bien o no nos gusta que hable de determinados temas o nos diga determinadas cosas que tiene todo el derecho a decirnos, y entonces buscamos la complicidad de los demás para ponerle la etiqueta de estomagante, a fin de restarle crédito o de neutralizar sus comentarios. Recuerdo con vergüenza ajena como un amigo al que otro debía cien euros desde hace meses tuvo encima que soportar, la tercera vez que le recordó la deuda, que el muy cara le llamara cansino y agonías. También he visto casos parecidos con las ideas políticas o con la afición a un determinado club de fútbol: cuando en un grupo de amigos casi todos son del Barça o del PSOE pero hay uno que defiende un par de días a los merengues o a Rajoy, al final terminarán abucheándole por “pesaíto”.
En fin, que hay muchas clases de pesados y nada me gustaría más que entre todos pusiéramos ejemplos, cuanto más hilarantes mejor, que nos ayudaran a estar alerta y a protegernos como es debido de esta enojosa especie.
P.D.: Y no olvidemos al facebook-maníaco, que parece, por todo lo que publica, que es el único amigo que tenemos agregado...