PELEAREMOS HASTA MORIR Y MORIREMOS MATANDO.
En 1897, tras la firma de la paz de Biak-na-Bato entre la sociedad masónica Katipunan y el gobierno español, se creyó finalizada la insurrección de Filipinas. Así, los 400 hombres que se encontraban en la iglesia tímidamente fortificada de Baler, a unos 150 kilómetros al noreste de Manila, fueron relevados por otros 57 pertenecientes al 2º Batallón de cazadores. Comandados por el capitán don Enrique de las Moreras y los tenientes don Juan Alonso Zayas y don Saturnino Martín Cerezo, de seguro no adivinaron, al comprobar que los tagalos habían abandonado el pueblo, que España los había legido para protagonizar una de las mayores gestas desde Numancia o Sagunto. A los pocos de días de acantonarse en la iglesia, los de nuevo insurrectos comenzaron un cerco que se alargaría por once meses. A la incomunicación y falta de noticias, se sumaban el hambre, la sed y sus enfermedades asociadas, sobre todo el beriberi que acabó con la vida de varios hombres incluyendo al capitán y al teniente Zayas, pasando Martín Cerezo a ostentar el mando. A consecuencia de tanta penalidad se produjeron varias deserciones que obligaron a este último a fusilar a dos de sus soldados en el patio del templo.
Como los rebeldes se veían impotentes ante la determinación de Martín Cerezo y sus hombres, que llegaron a arrasar las casas cercanas y acaparar alimentos a los enemigos en varias descubiertas, intentaron negociar inútilmente la rendición de los españoles que resistieron, incluso, terminada la contienda cuando, para advertirles, se presentaron varios oficiales españoles para informar a un teniente Martín que se negaba a creerles: no era posible que España se hubiera rendido. Así, les despachó como a desertores y traidores mientras éstos le anunciaban que sería llevado ante un consejo de guerra y expulsado del ejército.
Sólo leer los periódicos españoles que les entregaron los sitiadores pudo convencerles de que, en efecto, la guerra hacía tiempo que se había perdido. Martín Cerezo, de esta forma, negoció la rendición de la plaza en estos términos:
Mientras abandoban Baler, los insurrectos formaron un pasillo de honor para los 32 héroes que sobrevivieron. Hoy, en la fachada del templo, una placa y un pequeño monumento conmemoran la gesta y el ejército filipino, anualmente, recuerda a los que fueron sus enemigos con un pequeño homenaje.
Martín Cerezo recibió la Laureada de San Fernando y murió en 1.945 con el empleo de general.
Como los rebeldes se veían impotentes ante la determinación de Martín Cerezo y sus hombres, que llegaron a arrasar las casas cercanas y acaparar alimentos a los enemigos en varias descubiertas, intentaron negociar inútilmente la rendición de los españoles que resistieron, incluso, terminada la contienda cuando, para advertirles, se presentaron varios oficiales españoles para informar a un teniente Martín que se negaba a creerles: no era posible que España se hubiera rendido. Así, les despachó como a desertores y traidores mientras éstos le anunciaban que sería llevado ante un consejo de guerra y expulsado del ejército.
Sólo leer los periódicos españoles que les entregaron los sitiadores pudo convencerles de que, en efecto, la guerra hacía tiempo que se había perdido. Martín Cerezo, de esta forma, negoció la rendición de la plaza en estos términos:
«Capitulamos porque no tenemos víveres, pero deseamos hacerlo honrosamente. Deseamos no quedar prisioneros de guerra y que ustedes admitan otras condiciones que expondremos, de las que levantaremos acta. Si se han de portar con nosotros de mala manera han de decirlo porque en este caso no nos rendiremos. Pelearemos hasta morir y moriremos matando.»
Mientras abandoban Baler, los insurrectos formaron un pasillo de honor para los 32 héroes que sobrevivieron. Hoy, en la fachada del templo, una placa y un pequeño monumento conmemoran la gesta y el ejército filipino, anualmente, recuerda a los que fueron sus enemigos con un pequeño homenaje.
Martín Cerezo recibió la Laureada de San Fernando y murió en 1.945 con el empleo de general.
Se agradece que, de vez en cuando, se recuerde a nuestros héroes. Viendo el panorama actual del Ejército, acojonado ante cuatro negritos piratas y limitándose a llevar el botijo a los yanquis en sus invasiones, se aprecia la diferencia entre lo que fuimos y lo que somos.
ResponderEliminarFantástica entrada Sr. Subdirector, fantástica de verdad.
ResponderEliminarEn esta miserable España de corruptelas, pelotazos y patriotas de tres al cuarto, hubo una vez tipos que creyeron que el honor estaba por encima hasta del propio pellejo.
Salud a todos los valientes, estén donde estén y sirvan al bando que sirvan.
Qué grandes héroes. Subdire, me parece muy buena idea esta nueva sección de retazos heroicos de nuestra Patria. Ahora nos nos más necesarios que nunca.
ResponderEliminarSr. Subdire:
ResponderEliminarOlé por su entrada. Nada mejor que recordar la bravura y el arrojo de nuestro ejército, antaño glorioso, hoy meditabundo y pedigüeño.
Eso es ser un héroe.
Hola
ResponderEliminarComo nuestros soldados de hoy que segun ven un taliban corren en direccion... contraria.
Como cambia el cuento...
Un saludo
Subdirector, a Dios lo que es de Dios, y a las Diosas lo que es de las Diosas.Muy buen artículo.Se ve que el tema te apasiona, y cuando uno disfruta escribiendo acerca de cualquier tema, se nota positivamente.Si señor, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHay que mirar hacia adelante, subdirector.
ResponderEliminarSefo, el que no revisa su pasado y aprende de él está condenado a repetir sus mismos errores una y otra vez. Hasta en la guerra había un código de honor. ¿Qué queda hoy? Estoy con Al Neri.
ResponderEliminarSubdirector, Enhorabuena por tu post.
Elena Nito
Me gustaría destacar una cosa que Martín Cerezo dijo en sus memorias:
ResponderEliminar“Mucho supone en el fragor de la batalla el ataque a la batería formidable; mucho el cruzarse con las bayonetas enemigas; pero aún hay algo más pavoroso, irresistible y difícil en la tenaz resistencia del que, una hora y otra hora, un día y otro día, sabe luchar contra la obsesión que le persigue: sostenerse tras la pared que le derriban y no ceder a los desfallecimientos del cansancio.”
Es tan verdad, que da miedo. Todos en un momento dado podemos sacar el valor de no sé sabe dónde para enfrentarnos a algo que nos horroriza. Tal vez sea de la adrenalina o de un instinto animal. Pero el sufrir día a día, el pasar penalidades sabiendo que al otro lado del muro está la comodidad y a este lado del muro sólo está el honor. Y en estos casos, solo en unos pocos es mayor su sentido de la lealtad que su instinto de supervivencia, es a estos que se les llama héroes. Incluso para expresar esto se llegó a crear una condecoración: la medalla de sufrimientos por la patria. Fue creada por Fernando VII el 6 de noviembre de 1814 para los militares que, siendo prisioneros en Francia, fueron maltratados por su lealtad al rey y sufrieron la afrenta de ser llevados con una cadena al cuello.
Ahora es aquí donde al señor “Txiripitiflautiko”, le exijo que se retracte. No puedo consentir dejar pasar que se tache de cobardes a los camaradas que están en Afganistan. Porque si este señor cree que sabe lo que pasa y no ha estado allí, le puedo asegurar que se equivoca. Señor Txiripitiflautiko, ¿cree usted que se sale a patrullar sabiendo que a la vuelta de la misión te puedes encontrar con una mina casera que acabará con tu vida, como ya lo hizo con otros ( y que Dios los tenga en su Gloria? ¿Cree usted señor Txiripitiflautiko que puede si quiera nombrar a estos bravos soldados sin lavarse antes la boca?
Y por último antes de opinar le daré una pequeña lección sobre lo que es una R.O.E. Las Reglas de Enfrentamiento (“Rules of Engagement, ROE”) son aquellas órdenes del mando que determinan cuándo, dónde, contra quién y cómo se usa la fuerza, incluso la letal, durante una operación militar1. Mediante ellas se establece el uso legítimo, gradual y proporcionado de la fuerza para cada operación en la que participen unidades españolas, o, si se prefiere, las reglas en virtud de las cuales se puede abrir fuego
Y no se equivoque señor Txiripitiflautiko, los militares están para servir a España, otra cosa es los políticos que tenga España, pida cuentas a estos “señores” o mejor dicho a los que les “eligieron”.
Al señor Langor lo mismo le digo, aunque me gustaría verle en esa situación, lo más seguro que no podría estar cerca de usted por el pestazo que despediría después de oír tan siquiera el primer morterazo.
ResponderEliminarBuenos dias:
ResponderEliminarEstimado señor Azaña.
Ante su comentario lo primero que debo de decirle es que como bien pueden afirmar los que me conocen, como el Señor Subdirector (persona que creo nada sospechosa de ir contra los militares) aunque no soy militar soy promilitar. Tengo varios amigos militares y me enerva oirles ehn que condiciones tan dificiles tienen que trabajar a veces.
Respecto al comentario en si yo dije lo que dije por dos razones:
Primera: En diversas entrevistas los talibanes mantienen que los españoles rehuyen el combate en cuanto se inicia y salvo que se vean acorralados. son el enemigo y hay que creerles con muchas reservas.
Segunda: Hay una queja oficial del gobierno italiano diciendo que los españoles les han dejado en la estacada varias veces.
Si estas fuentes no son ciertas retiro mi comentario y le pido disculpas por el, pero si lo son, lo mantengo.
Otra cosa es de quien es la culpa. Coincido en su opinion de que es de los politicos, pero eso no anula el hecho en si.
Respecto al valor de los soldados no se le niego, pero el ejercito español es a dia de hoy de voluntarios, o sea que se presupone que son valientes y que se pueden ver en situaciones como las que menciona ¿o acaso esperaba pasarse el dia en un cuartel?
Por ultimo recordarle las ROE de un intercambio de opiniones. Ante un comentario dudoso se piden explicaciones con educacion y si cuando se dan se mantiene en la linea dudosa admito que se suba el tono, pero sin llegar a insultar.
Un saludo
Yo no tengo ni idea de si los militares españoles son valientes frente a los talibanes en Afganistán. Lo que tengo claro es que si lo son, me parece un derroche absurdo de coraje, ya que allí no pintamos nada, mientras que en el Congreso y el en Senado tienen a un montón de enemigos de España con los que hacer puntería.
ResponderEliminarMe parece interesante el debate. Querría aportar varias cosas que sé de primera mano contado por militares que han estado en Irak y Afganistán (algunos de ellos oficiales en primera línea que han terminado hasta los mismísimos y con ganas de presentarse en Moncloa, incluso).
ResponderEliminarEspaña, desde tiempos de Aznar, incluso, ha ido a Afganistán en lo que los políticos hipócritamente llaman misión de paz. Tal es así que no se puede llevar ni carros de combate estilo Leopardo 2E ni Centauros ni helicópteros o aviones de combate. De ahí que, en ocasiones, haya sido necesario verse auxiliado por los mangustas italianos o mirages franceses.
Italianos y franceses tienen unas reglas de enfrentamiento diferentes a las españolas. Como nuestras tropas van en "misión de paz" (mandaba yo allí a la ministra a primera línea a que vea lo que ella considera paz) las ROE que sigue España impiden ser los primeros en disparar. Esto es, si ves que se te acercan unos barbudos armados y te apuntan y se te ocurre dar la orden de disparar te pueden formar un consejo de guerra. Casi nada. Es más, la orden principal es huír de todo enfrentamiento si se puede. A pesar de ello, se han librado combates de varias horas de duración.
Por ejemplo, en Irak, cuando rodeaban los "civiles" (allí todos son civiles) un VEC y se liaban a pedradas y empujones, lo único que podían hacer era cargar el cañón automático: se abre una pequeña ventana por donde salen las vainas y, a veces, la marabunta se asustaba.
Que no se pinta nada en Irak ni Afganistán. ¿Quién lo duda? Pero tampoco pintaban nada nuestras naves en Trafalgar luchando al lado de Napoleón y, pese a ello, nadie duda que los que fueron allí se comportaron como héroes.
¿Y en Cuba? ¿Qué pintaban los soldados españoles en la provincia de Cuba cuando aquella España del XIX no se parecía en nada a la del XVI y, permitía, incluso al esclavitud? ¿Acaso estaba España defendiendo la Justicia Universal de los Austrias el la Cuba del 98? Lo dudo. Pero los soldados, se deben a su disciplina y obedecen aunque no compartan las órdenes.
La disciplina es el segundo mayor de los valores castrenses. Sólo lo supera el sentido del honor. Creo que se me entiende.
Me djaba en el tintero otro asunto.
ResponderEliminarIrak y Afganistán son conflictos de los llamados asimétricos. Esto es, nos e lucha contra un ejército regular (aunque sea de insurrectos y traidores como sucedía en Filipinas y en Cuba) si no contra civiles que no siguen las mismas reglas de la guerra. Usan niños como suicidas, se refugian en hospitales y casas de las aldeas, no usan uniforme.
De tal forma que, incluso aquellos países que no se ven limitados por unas ROE tan estrictas y estúpidas como los españolas también ven tremendamente menguada su capacidad ofensiva. ¿Qué saldría en TeleCinco si los yanquis ametrallaran la azotea de un hospital en la que los talibanes hubieran emplazado un lanzacohetes?
Pues imaginémonos lo mismo si en luegar de los yanquis lo hicieran los españoles.
Subdire, insisto en que no pongo en duda el valor de los militares españoles. Y soy consciente de la obediencia y disciplina que obligan a los soldados, y de que el Ejército es el brazo armado del Gobierno de cada momento y de que en la historia ha participado en misiones ajenas a los intereses patrios (probablemente Trafalgar, aunque no Cuba en el 98, ya que la guerra fue en defensa de suelo patrio).
ResponderEliminarSolamente he destacado que en morolandia los esfuerzos españoles me dan pena, porque son inútiles y no ayudan en nada a la Patria. Punto. ¿Tienen la culpa los soldadicos de esta situación? Pues no.
Por otra parte, como ya he dicho varias vecces, la mayoría de los militares no se ha alistado en las misiones por patriotismo ni por defender altos valores, sino para obtener unos ingresos mensuales que ni en sus más dulces sueños podrían imaginar en ningún momento de sus vidas.
Subdirector,
ResponderEliminarRequete-enhorabuena por tus últimos comentarios.
Voto por tu ascenso a Director.
Elena Nito
Lo primero, señor Langor, si dice que usted se ha sentido ofendido, imagínese un soldado, cuando no ha insinuado, sino que ha dicho claramente que son unos cobardes. En otro tiempo eso le hubiera costado enfrentarse con alguno en un duelo. Y ese hubiera sido mismamente yo. Me duele que valientes soldados queden allí para siempre, y desde la madre patria se les escupa.
ResponderEliminarLo siguiente, permítame dudar de sus fuentes.
Señor Al Neri, no sé en qué precio pone su vida, yo desde luego, que en bastante más de lo que pagan en una misión. Créame que si no fuese obligatorio, muy poca gente iría a las misiones. Puede que te guste ir a la primera, pero dejar a tu familia ( y muchos dejan mujer e hijos) para irse a una tierra lejana, tal vez para no volver. Si usted valora más el dinero que eso, le regalo a usted las misiones. Pero claro, el sentido del honor y la disciplina les obliga a ir. Tal vez, eso nunca lo entenderá.
Buenas tardes:
ResponderEliminarFelicidades por su articulo y el debate derivado del mismo.
Aunque en otros temas no coincidimos en este estoy de acuerdo en lo sustancial con usted y el señor Neri. Me reservo algunas matizaciones pero son eso, matices.
Uno de los mas interesantes temas que han salido ultimamente en la pluma (junto con el memorable padre pajas).
Es lamentable el estado de las cosas en el ejercito, como usted y yo sabemos por nuestros amigos militares, pero no seria grave si eso fuera lo unico lamentable que hubiera en España.
Esperemos otras entradas memorables pronto.
Un saludo.
Principal Hazaña, usted dice que casi todo el mundo va obligado a las misiones. No es esa la idea que yo tenía, ni lo que he visto en conocidos míos del Ejército, al menos hasta hace unos años. Supongo que dependerá de las unidades y de otros factores que usted señala, como las circunstancias familiares o el tipo de misión.
ResponderEliminarSi usted dice conocer el Ejército y niega rotundamente que haya gente que se apunta a las misiones voluntaria para recibir en unos meses lo que no cobrarían en dos años, entonces no tengo nada más que decir.
Pues dentro de mi conocimiento del ejercito se lo aseguro rotundamente, además creo que usted está equivocado en cuanto a lo que se cobra en las misiones. Ni muchos menos es el dineral que asegura. Para que sepa lo sepa se trabaja hasta en Domingo, y en cualquier otro administración o empresa privada, por estar en un lugar así se cobraría hasta cuatro veces más, simplemente por las horas extras, o el plus de peligrosidad. Para mi y mucha gente el dinero no compensa. Otra cosa puede ser, el afán de aventura, o el tener alguna buena historia que contar a nuestro nietos, si pueden volver para tenerlos, claro. Y por supuesto que las ordenes son las ordenes. Y cuando se dice de frente, mar...
ResponderEliminarPrincipal Hazaña, cuando hablo de dinero, por supuesto que todo es relativo. No he dicho que sea un dineral lo que se gana en misiones, sino que es lo que ellos ganarían en bastante tiempo si se quedaran en España.
ResponderEliminarAmigo Principal Hazaña, como esta línea de debate me parece de gran interés, me permito copia-pegar un interesante párrafo de un foro del Ejército en el que interviene un soldado destinado en Herat (Afganistán), rogándole que nos dé su punto de vista para que yo pueda conocer la verdad si estoy equivocado en mis apreciaciones:
ResponderEliminar"A veces me pregunto quiénes hemos venido a Herat. Los militares de Tierra son los mas clásicos en esto. El Estado Mayor decide que Unidad va y dentro de ella se piden voluntarios. Si no se cubren las necesidades se asignan soldados forzosos. Por otra parte, es más fácil obtener una condecoración por ser el chofer de un general en España que por jugarse la vida en Afganistán.Y económicamente es desolador. El sueldo de un soldado ronda los 1.000 euros, a los que hay que añadirle unos 80 diarios de dieta en concepto de misión de paz en el extranjero. Una parte la recibes por adelantado, y el resto pueden tardar en pagártela hasta seis meses después de venir de la misión"
Si las cantidades son ciertas -confírmenoslo si dispone de los datos-, tenemos que el soldado en cuestión gana mensualmente 3.400 euros (sus 1.000 de sueldo + 2.400 por dietas). ¿No le parece sinceramente que es una cantidad a la que una persona con una baja cualificación profesional raramente podría aspirar en España y que puede incentivar mucho el alistamiento voluntario para ir a Herat y poder pagarse así entradas de pisos, coches o hipotecas que les costaría un riñón pagar en condiciones normales?
Bueno, las dietas cambian de unos grupos a otros, de unas misiones a otras, no voy a entrar si es un “pastizal” como usted dice o no. Yo no lo creo, porque teniendo en cuenta que es como si estuvieras trabajando 24 horas al día, que dejas toda tu vida pendiente en España, a mi no me parece tanto dinero.
ResponderEliminarLo de baja cualificación profesional, puede ser, pero para trabajar en una plataforma petrolífera o en una mina, no piden ser “doctor de la Iglesia” y sin embargo se cobra más que en una misión.
Lo que creo que usted está sugiriendo, es que, alguien por tener pocos estudios, tiene que pensar que su vida vale 2400 € al mes, incluido el dejar novia, mujer, hijos si los hubiera, madre, hermanos, amigos, tu vida en general, por tal vez comprarse un coche. Puede que una vez te pueda atraer, pero las unidades que están abonadas a estas misiones y están de continuo, no creo que les haga tanta gracia el dinero.
Si lo que quieres es dinero, por estar fuera de casa, no sería más cómodo alistarte en la armada? Tan bien se cobran dietas internacionales.
¿Usted iría por 2400€ al mes a Afganistán, o considera que por tener una alta cualificación, su vida vale más que la de un pobre analfabeto?
No, no pienso eso, no me líe. Solo he dicho que para personas que no están acostumbradas a ingresar esas cifras es un incentivo fuerte.
ResponderEliminarYo estoy completamente de acuerdo con Neri. Está claro que un militar tiene más coraje y valentía que yo, para oir mortaerazos, o para una lucha cuerpo a acuerpo. Igual que a mi se me da mejor subir al andamio todas las mañana, y exponerme a las alturas , a las inclemencias del tiempo. Cada oficio tiene sus ventajas e inconvenientes. El sujeto que tiene huevos para ir a Afganistán merec toda mi admiración por tal motivo, pero el que se esta tocando las pelotas en una oficina con un puro en la boca, o el que se dedica a adiestrar capullos en un cuartel militar,a esos les pondría yo a las doce de la mañana "cara al sol con la camisa vieja"y con treinta y cinco grados en agosto a ver que tal les pintaba el asunto.
ResponderEliminarYo creo que el amigo Azaña, dicho desde el cariño, ha visto no menos de diez y nueve veces El Sargento de Hierro, y tal hecho le produce alguna confusión mental.
La gente que va a Afganistán tiene huevos, pero no te quepa duda de que no irían con el mismo entusiasmo si les pagaran la mitad, por mucha colina de la hamburguesa o cerro de la muerte que hayan mamado.
Y además se merecen eso y mucho más. Al igual que los sargentos chusqueros de formación intelectual primate deberían cobrar el salario mínimo intreprofesional.Ahora en tiempos de crisis es imprescindible reducir recursos y aumentar la productividad.Y en el ejército hay mucho ocioso.Es mi opinión y espero no haber ofendido a nadie.
Por una vez y sin que ello sirva de precedente, estoy de acuerdo con "Aprendiz de Brujo" y con "Neri".
ResponderEliminarCreo que para un sudamericano que viste el uniforme español con el mismo entusiasmo con el que yo me levanto a las 5 de la mañana, cobrar 2.400 euritos al mes está muy, pero que muy bien. Según tengo entendido, a día de hoy hay "tortas" por irte unos meses al extranjero. Conoces mundo, repartes unos bollycaos y te vuelves para España con la hucha llena.
Siguiendo el hilo del comentario de "Langor" parece ser que eso de "Nasío pá matá" no es aplicable al Ejercito español. Si cada vez que vienen los de las babuchas y las barbas, tenemos que llamar con lágrimas en los ojos a italianos y franceses, pues mal pinta la verdad. Mal pinta.
Estimado Clebar:
ResponderEliminarEl problema de lo que dice no es que se de en el ejercito (que grave ya es) sino que se da en todos los niveles y organismos.
El estado crea unos organos para cumplir la funcion X y los organos y funcionarios no tiene productividad y no cumplen con su fucion salvo que el escandalo sea gravisimo y la gente se le eche encima.
¿Como sino se explican los casos de corrupcion en los ayuntamientos y similares mas que por la mas absoluta dejadez de los organos que deberian fiscalizarlos?
¿O la eficacia de los servicios publicos de empleo evitando contrataciones temporales fraudulentas?
Y la lista es muy larga, el problema de España es que se esta muchas horas en el trabajo y se hace poco o nada.
Un saludo
Mi total apoyo a Langor, se dedica demasiado tiempo al trabajo, pero cunde muy poco, y asi nos seguiran bailando el cantaro hasta que no cojamos ejemplo
ResponderEliminarFdo: Corrompido
¿Cuántos himnos,medallas,héroes,muertos, arrastra ser un valiente?
ResponderEliminarCreo que este va a ser mi último comentario, mi contestación sólo va para el señor Neri, a los demás no voy a malgastar mi tiempo, sólo en un cuento como el Mago de Oz, se le puede enseñar el valor a un cobarde. Y los toros se ven muy bien desde la barrera, pero cuando lo ves desde la perspectiva del torero…
ResponderEliminarSeñor Neri, ni todo el oro del mundo paga algunas cosas, pero la intima satisfacción del deber cumplido lo paga todo (Aunque el patriotismo no paga hipotecas, ni guarderías). No ha pensado los gastos extras que se le pueden generar a una familia, cuando uno de los miembros de la familia se va. Hoy en día es muy normal que los dos miembros colaboren en la limpieza de la casa o en recoger a los niños del colegio, o en tareas de bricolaje, etc… Simplemente póngase en el lugar de una de estas personas, imagine su vida.
Por supuesto que es un incentivo, pero al igual que el dinero es un incentivo para que usted se levante el lunes por la mañana.
Ahora una persona que va todos los años allí, cree que lo hace por el dinero? Contésteme sinceramente.
Aprendiz, no puedo sino decirle que usted no sabe nada de mi, absolutamente nada, y sin embargo sólo por lo que ha dicho yo sé suficiente de usted. Adios, porque por mucho que rebuzne no le voy a contestar.
ResponderEliminarEl soldaado morirá derramando su sangre por la patria mientras el militar de alta graduación lo hará en su cama.
ResponderEliminar