Al principio se decía friki para designar a alguien obsesionado con una película o saga de películas, un videojuego, un cómic, un juego de rol o los chats; al adolescente o incluso al cuarentón tan absorbido por estas aficiones que descuidaba aspectos relevantes de la vida, principalmente las relaciones sociales o amistosas, los estudios o hasta el trabajo.
Pero con el tiempo se ha terminado acuñando, para mí que intencionadamente, un concepto de friki muchísimo más amplio, con el que quiere abarcarse a toda persona con alguna peculiaridad o que, por cualquier motivo, se sale de la norma. El problema es que el apelativo es fuertemente peyorativo y que las supuestas rarezas a las que se aplica varían de forma subjetiva según quien lo utilice, por lo que al final se ha convertido en un insulto gratuito dirigido a quien no vive o se relaciona según lo que nosotros consideramos “normal” y, en boca de determinados grupos, en un peligroso instrumento de control social.
Nadie quiere ser friki porque significa ser gilipollas. Y como es friki quien no piensa como “debe”, quien no se comporta según cánones absurdos impuestos muchas veces en nombre de intereses de todo tipo, al final casi todo el mundo termina pasando por el aro en materia ideológica, sentimental, laboral; en tema de gustos, de compras, de costumbres; en cuestiones de amistad, de estudios y de aficiones.
Cierto control social no sólo es saludable y necesario, sino que responde a la naturaleza del hombre, que no es nadie al margen de la sociedad. Sin embargo, cuando ese control roza el gregarismo y el rebañismo, cuando impide a las personas comportarse según su personalidad y escoger el propio camino de su felicidad (dentro de unos límites razonables), se convierte en algo inhumano que debe combatirse. Creo que la utilización del término friki es una de las manifestaciones de este control mal entendido.
Pero con el tiempo se ha terminado acuñando, para mí que intencionadamente, un concepto de friki muchísimo más amplio, con el que quiere abarcarse a toda persona con alguna peculiaridad o que, por cualquier motivo, se sale de la norma. El problema es que el apelativo es fuertemente peyorativo y que las supuestas rarezas a las que se aplica varían de forma subjetiva según quien lo utilice, por lo que al final se ha convertido en un insulto gratuito dirigido a quien no vive o se relaciona según lo que nosotros consideramos “normal” y, en boca de determinados grupos, en un peligroso instrumento de control social.
Nadie quiere ser friki porque significa ser gilipollas. Y como es friki quien no piensa como “debe”, quien no se comporta según cánones absurdos impuestos muchas veces en nombre de intereses de todo tipo, al final casi todo el mundo termina pasando por el aro en materia ideológica, sentimental, laboral; en tema de gustos, de compras, de costumbres; en cuestiones de amistad, de estudios y de aficiones.
Cierto control social no sólo es saludable y necesario, sino que responde a la naturaleza del hombre, que no es nadie al margen de la sociedad. Sin embargo, cuando ese control roza el gregarismo y el rebañismo, cuando impide a las personas comportarse según su personalidad y escoger el propio camino de su felicidad (dentro de unos límites razonables), se convierte en algo inhumano que debe combatirse. Creo que la utilización del término friki es una de las manifestaciones de este control mal entendido.
Yo no sé si soy friki. Seguro que alguno lo piensa debido a mi afición por El Padrino. Últimamente no hacen más que regalarme (¡sin pedirlo!) objetos relacionados con la saga, como un cuadro con fotogramas de la peli del 72 o una pequeña estatua de Don Corleone que he colocado en la sala de estar. Cuando vienen los amigos a casa me miran como a un frikorro irrecuperable.
También he sido calificado de friki a menudo por mis ideas políticas, simplemente por no ser las habituales y las bien vistas en esta sociedad de dóciles ovejas y de pobrecillos esclavizados por su deseo de quedar bien. Esto ya me parece algo más grave que lo de El Padrino, pues detrás de las bromas y pullas políticas que te hace un colega “correcto” se esconde una prepotencia y un uniformismo que nada tienen que envidiar a los de las Juventudes Hitlerianas.
Aunque lo que más me molesta son las críticas que eventualmente puedo recibir por la forma –supongo que peculiar en algunos puntos- de enfocar mi vida, mis gastos, la amistad, la Religión, el noviazgo (en el pasado) u otros aspectos que pertenecen a la esfera de mi más íntima privacidad y con los que no hago daño a nadie.
Como cualquiera puede apreciar leyendo este blog, soy una persona crítica y a veces incisiva con los demás, pero mi móvil jamás ha sido hacer entrar a nadie por ningún aro y ni siquiera atacar a las personas, sino condenar comportamientos e ideas que considero muy dañinas para el conjunto de la sociedad. Aunque a veces me cachondeo de las horteradas en el vestir y otras tonterías en posts humorísticos, sólo critico en serio y con dureza aquello que me parece muy malo y destructivo, pero no entro en cómo gestiona la gente su vida ni qué opciones escoge para alcanzar la inalcanzable felicidad.
Al Neri, no eres friki porque te guste "El Padrino", lo eres por poner una estatua de Don Corleone en la sala de estar...no me extraña que tus amigos te miren raro... ;)
ResponderEliminarYo como pienso que todos somos frikis no me importa cuando me lo dicen a mí, que me ocurre constantemente cuando sale el tema de la música...:s Pero a ver, para gustos los colores.
Saludos
Un viejo eslógan falangista de los años 80 rezaba así:"En un mundo de borregos, preferimos ser halcones". Siempre fue uno de mis lemas favoritos. Contra el aborregamiento que ahora nos quieren imponer los que se inventan términos como friki con intención peyorativa y alienante, hay que volver a reivindicar el derecho a ser halcones frikis en esta sociedad cada vez más lanar.
ResponderEliminarP.D. Me parece genial que te entusiasme "El Padrino". Es, sin duda una excelente película aunque, por supuesto, no llega a la culminación del genio cinematográfico de La Más Maravillosa y Perfecta Película de Todos Los Tiempos. Estoy hablando, naturalmente de "Blade Runner".
Un saludo a nuestro estilo y que la Fuerza te acompañe.
Yo no creo que en estos momentos la palabra friki tenga en determinados ámbitos un siginificado peyorativo, de hecho, hay mucha gente que se siente orgullosa de considerarse friki incluso sin serlo, precisamente por encontrar en el calificativo una esperanza de sentirse diferentes o fuera de la norma. Esto es lo que parece que le pasa por ejemplo al señor Txiripitiflautiko, o incluso a mí mismo en determinadas ocasiones.
ResponderEliminarSi que es cierto que se utiliza de forma más generalizada como un descalificativo, pero ya le digo que como reza la viñeta que encabeza su entrada, hay personas que celebrarían con orgullo el día del friki.
Por otro lado, habla usted de que cierto control social, responde a la naturaleza del hombre, cosa con la que no estoy en absoluto de acuerdo. Desde mi punto de vista es precisamente todo lo contrario, el hombre huye por naturaleza de cualquier control social, otra cosa es que haya sido necesario para mantener una cierta armonía en la convivencia entre las personas.
Todos tenemos alguna rareza, todos tenemos alguna afición o entretenimiento al que dedicamos más tiempo del que sería normal, todos somos un poco frikis, no pienso que eso sea malo...
ResponderEliminarYo solamente empleo el término "friki" para referirme a determinados especímenes que (antes más que ahora) salían con demasiada frecuencia en televisión. Me estoy refiriendo a los Leonardos Dantes, Tamaras no cambié, no cambié..., Arlekines y demás. Yo nunca emplearía ese término para definir a alguien que no piensa como yo.
ResponderEliminarUna de las cualidades que más valoro en las personas es su sentido del humor. Me gusta la gente que es capaz de soportar con señorío una "pullita", siempre y cuando sea graciosa y bien tirada. Es algo muy saludable saber reírse de uno mismo de vez en cuando.
Un par de cosas más para terminar:
1.- Me ha gustado mucho la reflexión de Txiripitiflautiko, en lo referente a "Blade Runner". El momento ese en que Roy dice a Deckard "He visto cosas que vosotros no creeríais..." puede que sean los dos mejores minutos de la historia del cine. Elegir entre "El Padrino" y "Blade Runner" es como elegir a quién quieres más, si a tu padre o a tu padre. Utilizando "foto finish" me quedo con "El Padrino".
2.- Neri: Dime de donde han sacado esa estatua de Don Corleone, que yo también tengo un sitio en mi salón donde quedaría de lujo.
No eres un friki,porque precisamente el friki forma parte del rebaño.El hecho de sentir una enorme admiración por la trilogia del Padrino (aúnque la 3ª película no este en mi modesto punto de vista a la altura de las otras dos) es una peculiaridad a mi ya sabes que me encanta Diane Lane,tal vez seamos raros porque podamos admirar a Jose Antonio y sin embargo parecernos extraordinarios directores de cine Juan Antonio Bardem o Luis Garcia Berlanga.
ResponderEliminarAl Neri, una cuestión, por simple curiosidad: porqué, como tú dices, las bromillas y puyas políticas de "los otros" siempre las consideramos cargadas de prepotencia y tal, y las nuestras sólo constituyen justas denuncias de lo incorrecto?
ResponderEliminarA mí me ocurre, aunque intento ser consciente de ello. Un saludo.
Clebarr, me compraron la estatuilla (cuya foto he puesto en la entrada) en un gran centro comercial de Alcobendas cuyo nombre no recuerdo.
ResponderEliminarTeutates, el hombre es un "animal social". Es una persona (ser social) antes que un individuo. Por lo tanto es imprescindible rganizar esta sociedad con unas reglas que suponen un cierto control. Llámelo pacto social o como quiera, pero a mí me parece algo propio de la naturaleza humana.
Txiripitiflautiko, tomo nota de Blade Runner", pues, aunque no lo crea, no la he visto nunca. Ya he realizado las gestiones oportunas para ir a verla en las entrañables Salas Emule de mi localidad.
Isaak Ansino, cuando hablo de puyas a mis ideas no me refiero a las críticas a mis postulados por ser injustos, sino a la hilaridad que en ocasiones provoca en la gente una ideología o postura muy minoritaria, o -según ellos- propia de tiempos pasados. Esto es lo que me parece soberbio y uniformista.
Yo nunca critico ni me cachondeo de una forma de pensar por ser friki o por haberse fundado el partido correspondiente antes de la sagrada Transición. Lo hago, en su caso, si me parece un plateamiento negativo, nocivo o estúpido (por supuesto, desde mi punto de vista)
Yo también creía que se escribía "puya", pero en realidad es "pulla". Aquí te transcribo lo que dice el Diccionario de la RAE al respecto:
ResponderEliminarpulla1.
(Del port. pulha).
1. f. Palabra o dicho obsceno.
2. f. Dicho con que indirectamente se humilla a alguien.
3. f. Expresión aguda y picante dicha con prontitud.
Un saludo,
En cuanto a lo de friki, estoy de acuerdo con lo comentado ya por alguno: ya no es un insulto, creo que es una palabra que define a aquel que es diferente a la mayoría en un tema concreto. He llegado a oir a más de uno autodefinirse como friki en materias como gustos musicales, películas, etc.
Por cierto, la película de las películas (la he visto muchas veces y nunca me canso de hacerlo) es "El violinista en el tejado". Ah, y odio los musicales. ¿Soy un friki?
Muchas gracias, Pedro por tu corrección. Siempre he usado puya porque lo relacionaba mentalmente con la picada a los toros en las corridas, que en este caso sí es con "y".
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