lunes, 30 de junio de 2008

A POR ELLOS HEMOS IDO...


... Y HEMOS GANADO... "La pluma viperina" se une con alegría a la celebración de este histórico acontecimiento deportivo. Nos lo hemos merecido desde el principio y nos hemos llevado la Copa. Hemos demostrado, tras vencer con holgura a los mejores, que somos la Selección más potente de Europa y que todavía vamos a dar mucho que hablar. Además nos lo hemos pasado de miedo, con unos partidos emocionantes, que la mayor parte del Cuatriunvirato hemos seguido juntos en la pantalla gigante de "Parquesol Plaza". ¡Hasta antifutboleros convencidos como Al Neri han disfrutado como enanos!

Y lo mejor, la celebración vallisoletana en la Plaza de Zorrilla, que se prolongó hasta las tantas en medio de vítores, claxons y ardores festivos. No se notaba nada que al día siguiente era lunes

Contadnos cómo habéis vivido vosotros la Eurocopa, la tensión del Alemania-España y la celebración posterior.

¡Campeooooooooooooooooneeeeeeeeees!, ¡Oé, oé, oéeeeeeeee!

domingo, 29 de junio de 2008

ENCUESTA SOBRE HOMOSEXUALIDAD

Pregunta: ¿Cuál de las siguientes opciones se ajusta más a tu opinión sobre la homosexualidad en España?

Número de votos:
34

RESPUESTAS:

a) Las parejas homosexuales y heterosexuales deben tener idénticos derechos en todos los ámbitos. Puesto que la homosexualidad y la heterosexualidad son igual de respetables, no me importaría nada tener un hijo gay o una hija lesbiana. 8 votos (23%)

b) Me parece bien que los homosexuales puedan ser pareja (se llame o no matrimonio) con todos los derechos, excepto el de adoptar menores. No me agradaría tener un hijo homosexual.
5 votos (14%)

c) La homosexualidad es una desviación antinatural que no debería tener ningún amparo jurídico: ni como matrimonio, ni como pareja de hecho, ni regímenes económicos, ni derechos sucesorios, ni mucho menos adopción. 11 votos (32%)

d) La homosexualidad es una desviación antinatural que no debería tener ningún amparo jurídico, y aparte deberían reprimirse penalmente las manifestaciones públicas de esta anomalía sexual, para preservar la salud moral de la sociedad. 10 votos (29%)

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (3): LEER ENTRE LÍNEAS


El mejor comentario de la semana ha sido:

"Creo que algunas reacciones están fuera de lugar. Rechazamos la mojigatería religiosa pero parece que no por otra razón más que la de regirnos por otra mucho más estrecha, hipócrita y sensacionalista, la mojigatería progre. Algo se apuntó ya en los comentarios a la entrada sobre el humor políticamente correcto, pero esta vez se ha ido más lejos. ¿Dónde quedó aquello de no quedarse con la primera impresión e intentar hacer al menos el esfuerzo de leer entre lineas? ¿Y aquello de la capacidad del humor inteligente de hacernos reflexionar sobre algo desde la risa?

Porque resulta que yo cumplo con varios de los puntos citados y, sin embargo, no sólo no me he sentido ofendido por lo que se podría deducir de ello, sino que ni tan siquiera me ha hecho dudar de quién soy y cuáles son mis gustos. Me ha hecho pensar, sí, pero en algo muy diferente, en lo mismo en lo que pensé después de ver "El club de la lucha". En las sociedades occidentales actuales se viene hablando desde hace años del nuevo rol social que debe desempeñar el hombre en ellas. Y aunque nadie ha sabido definir claramente cuáles son los nuevos parámetros que deberíamos seguir para ello, por lo que se ha apuntado en algunos momentos he podido deducir que pasa por la integración en una nueva sociedad que de tan igualitaria nos niega la posibilidad de actuar como nos dicta la naturaleza. Y tras esta forma de castración, lo único que nos queda es el camino del consumismo y el afeminamiento. Es por ello que unos cuantos hombres dediden unirse en la película antes citada para poder ser durante unos minutos ellos mismos de nuevo. Necesitan competir y de alguna forma basada en la violencia porque hay algo dentro de sí mismos que les impulsa a ello. Y por primera vez en muchos años consiguen experimentar una sensación de libertad y autenticidad que no les había dado ni el dinero, ni el éxito profesional, ni, por supuesto, su relación con el resto de la sociedad.

Lo quiera reconocer el progre o no, estamos ante una problemática que no se puede solventar desde el tremendismo, la demagogia o la estupidez. ¿Se puede menospreciar al hombre que siguiendo su instinto masculino sacrifica el éxito social por llevar una conducta con la que se siente más agusto? ¿Y a la mujer que siguiendo también su instinto femenino rechaza una posibilidad de éxito profesional por algo más de tiempo libre para poder plantearse la posibilidad de ser madre como ya está ocurriendo en algunos casos? ¿Se puede ir en contra de la naturaleza y esperar que no haya consecuencias?

Señores críticos con el listado de marras, no se escandalicen tanto por una entrada que se limita a combinar los ingredientes básicos del humor inteligente del que hablaba antes, el humor en sí, la provocación y la reflexión. No dejen que los primeros árboles les impidan ver el bosque.

Y al Cuatriunvirato simplemente decirles que, por favor, sigan así. Me encanta la línea que llevan".

Autor: Miquelino

sábado, 28 de junio de 2008

LO QUE SIEMPRE QUISISTE SABER Y NUNCA TE ATREVISTE A PREGUNTAR SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD


I- Es una estupidez estar en contra de los homosexuales o de la homosexualidad. Es algo que siempre ha existido y siempre existirá, de forma pública o encubierta, amparada o perseguida. Las actitudes a favor o en contra deberían ser respecto a las medidas sociales, políticas o legislativas sobre la cuestión.

II- En ciertas civilizaciones históricas ha existido tolerancia hacia las prácticas homosexuales (o hacia la bisexualidad, más exactamente). Pero en ningún momento de la historia ha habido reconocimiento jurídico de ninguna clase para las relaciones entre personas del mismo sexo: ni se las ha otorgado estatus alguno, ni se han asociado derechos a las mismas. Únicamente ha habido actitudes benevolentes con lo que se consideraba un “vicio aceptable”, como la prostitución o la bebida.

Al igual que con la homosexualidad, en diversas civilizaciones y épocas ha habido absoluta transigencia con la paidofilia, la pederastia y el tráfico y la prostitución de niñas menores de edad. No por ello invocamos dichas épocas como ejemplo de que tales conductas han sido respetadas en la historia.

III- La crítica organizada, estatal e institucional de la homosexualidad aparece de la mano de las tres grandes religiones monoteístas, coincidiendo con el surgimiento de civilizaciones más preocupadas por la dignidad humana, por la moralidad pública y privada y por el crecimiento de la natalidad por motivos –entre otros- militares.

IV- En España en concreto, la homosexualidad siempre ha sido objeto de rechazo social e incluso persecución penal o religiosa de sus manifestaciones exteriores.

En la llamada “Transición Democrática”, en plena efervescencia de los derechos “ultra-individualistas”, el colectivo de los denominados “gays” y lesbianas se convierte en auténtica moneda política e instrumento de chantaje, utilizándose continuamente las comparaciones con la legislación del franquismo sobre homosexualidad para deslegitimar cualquier negativa al reconocimiento de este colectivo (“Si no nos reconocéis, es que España no ha cambiado y sois unos dictadores”)

Cabe recordar que en la “Transición” se dio una situación muy similar con otras reivindicaciones y colectivos, que afortunadamente no llegaron a buen puerto ni consiguieron cuajar. Me refiero, por ejemplo, al intento de regulación y amparo de la prostitución con toda clase de derechos sociales y laborales, así como a la legalización de las drogas.

V- La homosexualidad no es normal. Al contrario, es una deformación sexual, un problema psiquiátrico grave. Es un defecto y como tal debe ser enfocado. La homosexualidad desaparece del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) en 1973 y la OMS deja de considerarla enfermedad en 1990, fechas como veis recientísimas. Sin embargo, una parte de la comunidad científica sigue defendiendo que es un trastorno mental, sufriendo por ello el acoso, la descalificación y la marginación profesionales (ejemplo: Aquilino Polaino)

Los motivos del "cambio de rumbo" de la comunidad psiquiátrica son estrictamente políticos. Por una parte,
el “lobby” de “gays y lesbianas” sometió a intensas presiones y coacciones mediáticas y demagógicas a las asociaciones de médicos psiquiatras. Además hay que darse cuenta de que en los años 70 nacían en Occidente los “estados democráticos y sociales”, que se justificaban a sí mismos por el amparo a toda costa de los derechos íntimos, individuales y subjetivos, como forma de identidad frente al anterior modelo de estado liberal, mucho más restrictivo. Tampoco podemos olvidar el contexto de la Guerra Fría y el deseo latente de las democracias occidentales de marcar la máxima distancia con cualquier política social de las “democracias populares”, que respecto al problema homosexual actuaban mediante una dura represión (Ceaucescu, URSS…) y con una visión pseudo-médica a mi modo de ver muy poco humanitaria.

VI- Nadie puede entrar en lo que dos personas adultas hagan en su alcoba, en la más estricta intimidad, pero la sociedad puede y debe actuar cuando ciertos comportamientos salen a la luz, a la vista de todos, o cuando se pretende amparo jurídico para los mismos.

El matrimonio entre personas del mismo sexo es una barbaridad, como lo es el reconocimiento de cualquier derecho social o económico a estas parejas. Supone un atentado contra el entramado social, contra su célula básica (la familia), contra los menores y su educación, contra la naturaleza y contra el sentido común. La política socialista en esta materia es sencillamente repulsiva y escandalosa.

VII- Las medidas socialistas en favor de la normalización homosexual no responden en absoluto a una demanda real de la ciudadanía, como lo demuestran los escasos “mari-monios” celebrados desde la reforma del Código Civil. Esta reforma ha tenido únicamente un interés propagandístico y se ha realizado para favorecer una imagen “abierta” y “progresista” del Gobierno, por no hablar de la cobardía de Zapatero frente a las presiones de los colectivos homófilos.

VIII- No podemos confundir a las personas con tendencia homosexual (que en principio son merecedoras de toda consideración y respeto) con los “gays” o lesbianas que, cediendo a su tendencia, la manifiestan públicamente, con comportamiento escandaloso o con reivindicaciones de derechos diversos para el colectivo, la mayoría de los cuales ya se ha conseguido, por cierto. Estas últimas personas deberían merecer toda la reprobación y la condena de la sociedad y de las familias.

IX- La homosexualidad en sí no es ningún vicio, si bien la promiscuidad sí es un comportamiento muy asociado a los grupos homosexuales, por muy diversos motivos psicológicos y sociológicos, entre ellos el desequilibrio emocional que sufren estas personas, lo que les hace especialmente compulsivos (sobre todo los varones) y la clandestinidad a que se han visto sometidos, que ha condicionado sus relaciones sexuales, haciéndolas más esporádicas y “a salto de mata”.

X- Es injusta la identificación entre homosexualidad y paidofila y pederastia, entendiendo estas últimas como atracción y práctica sexual con niños y adolescentes respectivamente.

No obstante no podemos obviar que, por ejemplo, Seco, Andrés y Ramos, en su Diccionario del español actual, definen “pederastia” como “relación homosexual de un hombre con niños”.

Tampoco puede olvidarse la existencia de estudios científicos serios, según los cuales la paidofilia entre personas con un desarrollo erótico homosexual es mayor que en personas con un desarrollo erótico heterosexual. (
ver apartado “Pedofilia y orientación sexual” del estudio, en la página 9)

XI- Supongo que no pretenderán que nos tomemos en serio la homosexualidad como una “opción sexual respetable” cuando ellos mismos han transformado el
Día del Orgullo Gay en Día del Orgullo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), es decir que se han equiparado voluntariamente con los locos de atar y con los viciosos irredimibles que son los travestidos y los que hacen al pelo y a la pluma.

XII- En la actualidad existe una profunda hipocresía social en esta materia. Tras machacarnos durante los últimos años en medios de comunicación, cine y series con la propaganda oficial sobre la normalidad de “gays” y lesbianas, poca gente se atreve a expresar su verdadero sentir, por haberse convertido el tema en el número uno de los políticamente incorrectos. Además, muchos han encontrado en su apoyo a las reivindicaciones homosexuales el mejor certificado de progresía y modernidad.

Sin embargo, es bien sabido que los maricones y sus homólogas “camioneras” siguen siendo el principal motivo de cachondeo, chiste, mofa y befa en toda España, en cuanto se juntan cuatro amigos o hay un poco de confianza.

Como nota de humor, cuelgo un simpático y viejo vídeo de 1990 haciéndome la siguiente pregunta: ¿Dejarían emitir algo así en televisión en el año 2008?




viernes, 27 de junio de 2008

INJUSTICIA DELIBERADA

El año pasado se aprobó una ley para, en teoría, conceder a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales. Derechos fiscales, derecho de adopción e incluso la denominación de matrimonio para las parejas formadas por personas del mismo sexo.

Considero que lo normal en la especie humana son las parejas heterosexuales, igual que en cualquier otra. Es cierto que en los animales a veces hay casos de homosexualidad, pero son la excepción que confirma la regla. Por ello, no estoy de acuerdo con la corriente progre que nos invade y afirma que la homosexualidad es algo normal e incluso positivo, simplemente una opción más, como quien decide ir de vacaciones a un sitio o a otro.

En el supuesto de que se considerase la homosexualidad como algo normal, también deberían considerarse así otras opciones sexuales tan raras y aberrantes como seamos capaces de imaginar, y conceder a las parejas basadas en esas "opciones" los mismos derechos que a las heterosexuales y homosexuales.

¿Por qué no permitir el matrimonio, por ejemplo, entre un hombre y una tortuga? Y permitir que que ésta pueda heredar de aquél la casa, el coche y las cuentas bancarias, amén de hacerse cargo del niño que ambos tuvieron a bien adoptar. O un ejemplo real como la vida misma, como el de dos hermanos solteros que no pueden obtener las mismas ventajas ni fiscales ni de ningún tipo que una pareja homosexual porque no se les permite contraer matrimonio.

Mientras esto no sea posible, entiendo (sin ser experto en Derecho) que la ley mencionada al principio es totalmente injusta, y otorga privilegios a las parejas homosexuales frente a otros tipos de parejas. ¿Dónde queda la igualdad? He aquí una buena razón para hablar del tema.

jueves, 26 de junio de 2008

HOMOSEXUALIDAD: ¿NACE O SE HACE?



Recientes estudios [1, 2, 3] publicados por neurólogos del Instituto Karolinska de Estocolmo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) han vuelto a reabrir la polémica cerrada hace algún tiempo sobre si la homosexualidad es una desviación sexual, y por tanto, podría ser corregida, o una elección del individuo. Hasta 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) la consideraba un trastorno mental, opinión que cambió tras la presión del lobby gay, y hasta 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la siguió considerando una enfermedad mental.

En los dos primeros estudios publicados por estos investigadores analizaron el comportamiento respecto a ciertos olores con feromonas de varones y mujeres homosexuales, llegando a la conclusión de que los hombres homosexuales se comportan frente a ellos de forma muy similar a como lo hacen las mujeres heterosexuales. Sin embargo, si bien había algunas coincidencias, el comportamiento de las mujeres homosexuales no era tan parecido al de los hombres heterosexuales. Esto les hizo concluir a los investigadores que las lesbianas forman un grupo más heterogéneo que los gays y que la homosexualidad masculina y femenina son diferentes.

Si bien este primer estudio se basa en algo tan poco tangible como es el comportamiento respecto a los olores, y simplemente muestra las diferencias perceptivas de los homosexuales, en un posterior estudio realizado sobre 45 varones y 45 mujeres (25 de cada sexo heterosexuales y 20 homosexuales), se ha comprobado que el cerebro de los homosexuales difiere del de las personas de su mismo sexo y se parece más al de las personas de sexo contrario. El estudio consistió en analizar el cerebro de todos los individuos mediante Resonancia Magnética (MRI), que permite el análisis anatómico del cerebro y Tomografía por Emisión de Positrones (PET), que permite el análisis funcional del mismo.

En las imágenes de MRI los investigadores estudiaron la simetría de los hemisferios cerebrales, observando que los varones homosexuales, al igual que las mujeres heterosexuales, presentan simetría en ambos hemisferios cerebrales. Por el contrario, tanto mujeres homosexuales como hombres heterosexuales presentan asimetría derecha en dichos hemisferios. Respecto a las imágenes funcionales (PET), han estudiado el flujo de sangre entre las dos amígdalas, comprobando que las conexiones en los homosexuales son sexualmente atípicas, pareciéndose más a las del sexo contrario.

Lo dicho anteriormente es lo que nos puede aportar la ciencia, y salvo que se demuestre que los estudios presentados no son válidos (cosa poco probable al estar publicada en una revista, tras pasar por varios revisores expertos en la materia), sólo cabe seguir investigando.

A partir de aquí caben muchas interpretaciones, como la de si la homosexualidad, y los cambios morfológicos y fisiológicos que conlleva, es genética, se adquiere con el ambiente, o es una decisión libre del individuo. Los autores del estudio, indican que puede haber tres factores influyentes: efectos del entorno, genética e influencia de las hormonas sexuales, y no llegan a conclusiones importantes sobre la importancia de cada uno, indicando que puede ser una mezcla de todos ellos.

Ineludiblemente unido a este estudio y las causas de la homosexualidad está el derecho de los homosexuales de adoptar niños. Dado que una posible causa de la homosexualidad es la ambiental, y el principio de toda sociedad civilizada de que hay que defender los derechos del más inocente, no creo que en ningún caso haya que dar en adopción niños a estas parejas. No entro en si tienen o no derecho, pues en este caso es lo de menos, sino a que el niño tiene derecho a educarse en las mejores condiciones posibles que la sociedad le pueda dar.

La gente que está a favor de la homoadopción argumenta que una pareja homosexual puede darle más cariño y cuidar mejor al niño que una pareja heterosexual. Este argumento es absurdo, pues una pareja por el hecho de ser homosexual no va a quererle ni cuidarle más (ni menos). Otro posible argumento es que estará mejor con una pareja del mismo sexo que en un orfanato, argumento que deja de tener validez si se mira el tiempo que tiene que esperar una pareja tradicional para recibir un hijo en adopción.

Otros argumentos que me parecen más válidos en contra de la adopción son el hecho de que en edad infantil son muy importantes los roles de la madre y del padre, y los evidentes problemas causados en el entorno del niño, por el hecho de tener dos padres o dos madres; si ya para un niño asumir que es adoptado puede causar en muchos casos problemas de aceptación, estos problemas se verían altamente agravados por el hecho de la antinaturalidad de sus padres. Por otra parte, hay estudios muestran que "la atracción sexual hacia personas del mismo sexo al llegar la adolescencia es del 60 por ciento más en los niños adoptados por padres homosexuales o lesbianas" y en otro se afirma que los homosexuales son más propensos a abusar de sus hijos que en las parejas heterosexuales.

Como conclusión, no sé si se nace homosexual, o se hace, sí se ha visto que produce o está causada por modificaciones anatómicas y fisiológicas en el cerebro, y no voy a decir a estas alturas que la homosexualidad sea una enfermedad que se pueda curar, pero sí creo que es una desviación sexual como otras muchas, pero que en la actualidad está mejor vista debido a la importancia social, política y económica que tiene el lobby gay, lo que ha hecho que casi todos los partidos políticos traten de tener una política "homofílica" para atraerse el ascua a su sardina. Como no se sabe la influencia de los factores genéticos y ambientales en la homosexualidad, estoy totalmente en contra de la adopción de niños por estas personas, que aparte de tener mayor tendencia a tener tendencias homosexuales, es evidente que van a tener más problemas en su infancia y adolescencia, y me parece un comportamiento fascista "experimentar" con niños cuando, al menos, no se tiene la seguridad de que dichos experimentos no les van a causar secuelas de cualquier tipo.

Referencias:

[1] I. Savic, H. Berglund y P. Lindström, "Brain response to putative pheromones in homosexual men", PNAS 2005, Vol. 102, No. 120, Págs: 7356-7361.

[2] H. Berglund, P. Lindström e I. Savic, "Brain response to putative pheromones in lesbian women", PNAS 2006, Vol. 103, No. 21, Págs: 8269-8274.

[3] I. Savic y P. Lindström, "PET and MRI show differences in cerebral asymmetry and functional connectivity between homo- and heterosexual subjects", PNAS publicado 16 Junio, 2008, 10.1073/pnas.0801566105.

martes, 24 de junio de 2008

TOTALMENTE NORMAL Y ABSOLUTAMENTE TOLERANTES

En todos los medios de comunicación. En todas las series de televisión tanto nacionales como extranjeras. Incluso en todas las novelas actuales. En cualquier sitio, lugar y ocasión, por hache o por be, tiene que salir no un homosexual, sino un maricón (o como se diría en bienpensante un gay /gey/).

Quizás porque sea un provinciano «de pedanía» o quizás porque sea un rancio intolerante, o incluso un facha, no suelo tratar con este tipo de fauna. Conozco a minusválidos, a personas con enfermedades físicas muy graves e, incluso, he tratado con enfermos psicóticos. De todos ellos, he sabido, con mayor o menor lejanía, su sufrimiento, sus problemas arrastrados durante años con la ayuda, siempre inestimable de sus familias (sobre todo de sus madres que, como auténticas mujeres, han sabido estar a su lado mucho mejor que cualquier hombre. «¿De qué vale el alma de una mujer si no encierra un alma de madre?» o algo similar que diría Benavente) y de sus amigos: la capacidad de abnegación de ciertas personas, desinteresadas y generosas hasta lo indecible, me ayuda a no perder totalmente la fe en los seres humanos. ¡Y eso que suelo decir que cuanto más conozco a los hombres (y mujeres y niñas y ancianas, srta. Aído no se enfade y no me niegue sus favores) más estimo a los perros y aun a las ratas! Y quizás porque sea un provinciano natural de una pedanía donde aún los hombres no utilizan cremas depilatorias, me niegue a usar barbarismos como gay (ojo, /gai/ guy en inglés significa tío, colega o tronco y en francés es un nombre propio). Con lo extremadamente rica en sinónimos de diversas connotaciones que es la lengua del Imperio, para qué usar barbarismos: cacorro, marica, mariquita, invertido, desviado, maricón, sodomita, pedófilo (recordad el caso Arny), peredasta, homófilo, mariflor...

Personalmente, distingo entre lo que es un homosexual, un enfermo con una clara psicopatía de la conducta sexual como han defendido durante décadas, y muchos a pesar de las presiones siguen defendiendo, la mayoría de los psiquiatras (médicos, no lo olvidemos) e incluso la Organización Mundial de la Salud, y un maricón o, en progre, un gay, es decir, un homosexual militante. Me niego a confundir conceptos.

De la misma forma me niego a aceptar que aquellos a los que injustamente nos tachan de fachas estemos en contra de los homosexuales. De lo que estamos claramente en contra es de la homosexualidad y de su apología. Nunca estaré en contra de los enfermos sino de la enfermedad y de aquellos que se empeñan en hacernos ver que la enfermedad es buena y saludable. Y, claro está, en contra de sus voceros y de los tontos útiles del Sistema. De la masa que acepta y repite dócilmente aquello que llega a su cabeza a diario desde todos los frentes.

Y también estoy RADICALMENTE (de radix, raíz) en contra de todos aquellos histriones que se empeñan en hacernos creer que un individuo, por el siempre hecho de ser un desviado es más sensible, más tolerante, y culto que los sanamente heterosexuales. La verdadera cara de la homosexualidad es oscura, odiosa, perversa y vomitiva. El engendro de un grupo de desviados que, aceptando el pelo y la pluma, quieren hacer de su enfermedad norma y condenar al ostracismo a todo aquel que discrepe de sus histéricos dictados. En Suecia, donde la «homofobia» es un delito, un pastor luterano fue encarcelado por leer un extracto de la carta de San Pablo a los Romanos («los sodomitas no entrarán en el Reino de los Cielos»).

Y creo que lo más triste es comprobar como a muchísimas mujeres, estos mariquitas orgullosos les resultan graciosos y adorables. Como muchas sueñan con disfrutar de la amistad de uno de estos engendros que odian a las mujeres y que prefieren despertarse al lado de un peludo musculoso antes que amanecer junto a la piel suave y tibia de una mujer. Si tan normal es, ¿qué pasaría si el cien por cien de los hombres se cambiara de acera?

lunes, 23 de junio de 2008

80 COSAS DE MARICONES



Comenzamos la Semana del Orgullo de la Normalidad Sexual con una guía práctica de identificación de cacorros, ya que en los tiempos que corren es fácil confundir las churras con las merinas y algunos errores podrían resultar fatales.

La lista recoge las 80 actitudes, comportamientos y costumbres típicos y universales de los mariquitas. Os animamos a matizar, completar o censurar esta exhaustiva relación en base a vuestras experiencias y observación del entorno.

1- Utilizar productos distintos para ducharse y lavarse el pelo.
2- Llevar peluches en el coche (salvo imposición de novias o mujeres).
3- Vestir camisas entalladas o ropa ajustada de cualquier tipo.
4- Ir a peluquerías unisex.
5- Ser muy indeciso.
6- Utilizar after-shave en crema, tipo Nivea.
7- Vestir cualquier prenda de color rosa.
8- Quedar a tomar café con una chica sin intención predadora.
9- Llevar pendientes o “piercings” de cualquier tipo.
10- Pagar a escote una cena a la que acudes con una chica.
11- Ser maestro de Educación Infantil.
12- Saber combinar los colores de la ropa sin consejos femeninos.
13- Tener en el armario más de 4 camisas.
14- Depilarse cualquier parte del cuerpo.
15- Llevar melena y mucho peor, coleta.
16- Usar crema solar, after sun, y esas chorradas en la playa.
17- Que te gusten las flores y, desde luego, regalar flores a una amiga sin mayores pretensiones.
18- Besarse en la mejilla con otro hombre.
19- Preguntarle a un amigo dónde se ha comprado una prenda de vestir.
20- Que las mujeres piensen que tienes sentimientos.
21- Llevar "bolsito" tipo bandolera.
22- Quejarte de tus problemas a los amigos en tono lastimero.
23- Creer que la amistad hombre-mujer es posible.
24- Que las mujeres crean que eres romántico.
25- Ver a una tía buenorra y decir: "Qué ojos más bonitos tiene"
26- Cantar en falsete o como si estuvieras en el coro de la parroquia: los hombres desentonamos, y punto.
27- Mirar a los ojos de una mujer con un escote exuberante.
28- Usar perfumes de lo más "fashion"
29- Lavarse las manos después de mear y antes de comer.
30- Patinar o simplemente ponerse unos patines.
31- Ir provisto de “kleenex” (estas cosas se piden a las mujeres en caso de extrema necesidad)
32- Gustarte (y no digamos tener) el “New Beetle”
33- Ver programas del corazón o similares
34- Utilizar pulseras, anillos (salvo el de casado), colgantes en el cuello y otros complementos del estilo.
35- Entender demasiado de vinos (como mucho, saber distinguir el blanco del tinto).
36- Haber visto más de una vez “Casablanca”.
37- Apuntarse a un Voluntariado.
38- Comer Chupachups o piruletas en público.
39- Cruzar las piernas al sentarte.
40- Darte corte despelotarte delante de tíos en un vestuario masculino.
41- Explicar al peluquero con más de dos palabras cómo quieres el corte.
42- Disfrutar bailando.
43- Afeitarse y/o ducharse más de una vez al día.
44- Llevarse bien con una feminista militante.
45- Planchar o tender la ropa si en tu casa viven mujeres.
46- Gesticular con las manos al hablar.
47- No intentar sobrepasarte si una chica te invita a subir a su casa a “tomar una copa”.
48- Distinguir más de tres colores.
49- Creer en la existencia del amor.
50- Usar pantalones cortos por encima del medio muslo.
51- Dar azotes en el culo a otros hombres. Sobre todo, jugando al fútbol.
52- Ponerse cremas antiarrugas aunque en la etiqueta ponga "For men".
53- Usar mallas.
54- Hacer aeróbic, batuka, capoeira y esas bujarradas.
55- Comer cosas ligth.
56- No girarte a mirar a una tía cuando vas conduciendo (salvo si te acompañan tu madre, tu abuela, tu esposa o tu novia).
57- Ser peluquero de señoras.
58- Leer u hojear revistas de decoración.
59- Llevar chanclas por la calle.
60- Teñirse el pelo o ponerse mechas.
61- Haber sido objetor de conciencia.
62- Ser vegetariano (como Hitler).
63- Usar hilo dental.
64- Respetar los límites de velocidad.
65- Beber cerveza sin alcohol.
66- Tomar cubatas de Malibú.
67- Bañarse sólo si hay bandera verde.
68- Usar tiritas.
69- Llorar en las películas.
70- Usar pijama en verano.
71- Poner voz de gilipollas cuando se habla a bebés o a niños pequeños.
72- Hablar a las mascotas.
73- Pedir Bitter-Kas en los bares.
74- Ser Diplomado Universitario en Enfermería.
75- Utilizar peluquín.
76- Meterse poco a poco en la piscina.
77- Acompañar a una mujer de compras y poner atención a la ropa que se prueba.
78- Reírse con voz aguda o gallitos.
79- Quedar a solas a tomar algo con un maricón reconocido.
80- Recordar cómo iban vestidos los invitados después de una boda (sin mirar las fotos)

domingo, 22 de junio de 2008

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (2): APLASTAR A LAS CUCARACHAS


El mejor comentario de la semana ha sido:

"Hay una escena, en la película "Hotel Ruanda", donde el protagonista escucha en la radio de su coche la arenga de un señor hutu hablando de ´aplastar a las cucarachas tutsis`.

Cuando oigo al señor Losantos me viene a la cabeza esa escena, no se por qué. Es inquietante... será que usaba la misma retórica".

Autor: Gurney Halleck

sábado, 21 de junio de 2008

UN DÍA EN EL ZOO





Como me gustan mucho los animales, el lunes pasado aproveché mi visita turística a Madrid en plan “provinciano en la gran ciudad”, para ir al Zoo, en el que no había estado desde el año 81, cuando era un niño muy, muy pequeño (qué coquetuelo).

Del Zoo salí con un sentimiento bastante agridulce, ya que disfruté muchísimo viendo los diferentes bichos y grabando el vídeo de este post, pero a la vez sentí bastante tristeza porque se ve que bastantes animales están confinados en instalaciones que nada tienen que ver con su hábitat, y que sufren por ello.

Creo que los parques zoológicos tienen una parte muy positiva por cuanto permiten a la gente conocer en vivo determinadas especies que de otro modo no conocerían. Además, facilitan la investigación sobre los animales y sobre su reproducción, y han sido muy útiles a la ciencia. Dicen los entendidos que gracias a estos parques existen hoy determinados animales que estaban a punto de extinguirse. Y no hay que olvidar que los zoológicos de ahora nada tienen que ver con las “celdas de castigo” de mediados de siglo, donde tenían a los bichos en condiciones “infraanimales”, es decir pésimas y hasta crueles (recordad la histórica “Casa de Fieras” de El Retiro).

Pero sigo pensando que unos animales no son iguales que otros, y que si bien a algunas aves, peces y mamíferos pequeños se les ha reproducido bastante bien su entorno natural y casi no sufren la diferencia entre la vida salvaje y en cautividad, a otros muchos (sobre todo a los grandes mamíferos africanos) se les ha enclaustrado en espacios mínimos e inapropiados que sólo contribuyen a torturarles inútilmente. Da verdadera grima ver a un leopardo negro precioso, a los leones, a los osos o a las jirafas, cuyos territorios naturales abarcan muchos kilómetros de jungla o de sabana, emparedados en jauluchas o áreas tapiadas donde no pueden sino volverse locos. En el vídeo podéis ver el penoso espectáculo de un soberbio macho de cabra hispánica malviviendo en unas plataformas escalonadas de cemento en forma de isla sobre un estanque. Igual que Gredos, vamos.

Estoy a favor de la cría y exhibición de “fieras” en cautividad, pero desde luego las angostas instalaciones de la Casa de Campo no sirven dignamente a su cometido. Apuesto por realizar la magnífica función de los zoos solamente en parques grandes y abiertos, con visitas en vehículo, donde las especies mayores puedan explayarse y vivir en unas condiciones lo más similares a la naturaleza, aunque nunca será lo mismo.

Para terminar, y como toque de humor, os invito a utilizar mi vídeo a modo de juego “Busca a Wally”, sólo que en este caso tenéis que buscar a Al Neri. Y omitid, por favor, ya que ha sido constatada mi fealdad en el post anterior, las previsibles bromas de identificarme como el orangután u otros simios, por ejemplo.

Y un reto para los cinéfilos: ¿De qué películas son banda sonora los dos temas musicales que amenizan el vídeo? Una es fácil, pero la otra es para nota.



viernes, 20 de junio de 2008

LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y "JUSTICIA"


El 16 de junio de 2008, lunes, la libertad de expresión ha sufrido un nuevo golpe en España: la juez Inmaculada Iglesias ha declarado al locutor de la COPE Federico Fiménez Losantos culpable de un delito continuado de injurias hacia Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, por afirmar que había traicionado a las víctimas del 11-M.


El hecho desencadenante fue que Gallardón afirmó en un foro de ABC que había que obviar el 11-M y pasar página, lo cual fue duramente criticado por Losantos en su programa radiofónico. Teniendo en cuenta que en la investigación del horroroso atentado del 11 de marzo de 2004 había y sigue habiendo numerosas lagunas y cuestiones sin resolver (sencillamente porque no se quiere), la crítica de Losantos se me antoja incluso blanda y tibia.

La pena impuesta es lo de menos, porque una multa de 36.000 € para Losantos es una nimiedad, y por otra parte, muy barato se ha tasado el honor de Gallardón, a quien, dicho sea de paso, poco importó que su rival en la pugna por la alcaldía de Madrid y sin embargo camarada, Miguel Sebastián, sacase la foto de su "malaya" querindonga delante de media España. Hay que reconocer que el alcalde de la capital tiene un peculiar sentido del honor.

Lo realmente importante del caso es que la Justicia española ha dejado bien claro que no va a tolerar críticas "duras" contra el poder político, lo cual, en mi opinión, constituye un atentado gravísimo contra la libertad de expresión y deja una vez más en entredicho su independencia del Poder Ejecutivo.

Lo de dejar en entredicho es mera retórica. Lo cierto es que el Poder Judicial en España es un instrumento del gobierno de turno para legitimar sus tropelías. Señores, una sentencia judicial no es más que una valoración subjetiva de un señor cuya postura, lejos de ser independiente, en muchas ocasiones está influido políticamente, cuando no corrompido hasta el tuétano y esclavo del partido político que le ayudó a medrar.

Y mientras, cualquier personaje al que plantan un micrófono en las narices se las da de demócrata diciendo que respeta y acata las decisiones judiciales. ¡Menudo ejercicio de imbecilidad, como que no queda otra! Es como quien dice que acata la decisión de un médico que le amputó la pierna que no tenía engangrenada. Y al que se mueva, palo en los morros.

Aunque sea políticamente incorrecto, es más, entre otras cosas porque lo es, criticaré cualquier sentencia judicial que no me parezca correcta. Los jueces no hablan ex cátedra, son seres humanos influenciables y corrompibles como cualquiera. Y no me cansaré de pregonar que la democracia no se reduce a acudir cada cuatro años a votar al sinvergüenza de turno. Su pilar fundamental es la separación de poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), algo que en España no se produce y, lo que es peor, algo de lo que no es consciente la mayoría de los españoles, a quienes se la trae todo flojísima mientras sigan pudiendo darle al comercio, al bebercio y al fornicio en abundancia. Nos lo merecemos.

jueves, 19 de junio de 2008

EL MÁS TONTO DE CADA CASA


No acostumbro a ver demasiado la televisión. Con la excepción de Los Simpson (cuyas infinitas repeticiones cansan a cualquiera), las barbaridades de Padre de Familia y House, son pocos los programas que me atraen a pesar de disponer de 23 canales de TDT más dos cadenas locales. La mayoría de los concursos me parecen aburridos y, cuando tienen un mínimo de originalidad, las cadenas los exprimen tantísimo que me acabo saturando. Ver un película se convierte en un ejercicio de paciencia debido a la escasez de emisiones, la ausencia de estrenos destacables y, sobre todo, la saturación de anuncios (además, hay «personas malvadas» que alquilan películas en un videoclub rápido y barato que tiene por nombre EMule). Tampoco aguanto la mayoría de las series españolas que me parecen un homenaje a la cutrería y a la falta de gusto, ausencia de talento interpretativo e imaginación, al margen de la abundancia de mariquitas y desviaciones de todo tipo. Y, por desgracia, Silvia Jato se dedica en exclusiva desde hace mucho a su marido y sus hijos. Llegamos así a los programas de cotilleos y los informativos, reinos de unos seres que se han autoproclamado embajadores de la verdad ante los mortales de nuestro mundo: los periodistas.

Un amigo me explicó que eran muy pocas las personas que sabían leer y escribir medianamente en los pueblos y ciudades de antaño. Entonces, la vida pública y destacable estaba protagonizada por miembros de esta e
lite (sin tilde): el médico, el alcalde, el jefe de la guarnición local, los clérigos y pocos más. De todos aquellos con un mínimo de cultura, había uno que no servía para protagonizar la historia, de seguro por ser el más incapaz. Éste individuo era el cronista y, a pesar de todo, sirvió en gran medida a sus convecinos presentes y futuros desde su humilde puesto.

Pero hace unas décadas se comenzó a invertir la situación y los periodistas se convirtieron en protagonistas y jueces de las noticias que, muchas veces, tergiversan o inventan. Es cierto que existen medios en los que esta situación es menos visible que en otros. Aunque las crónicas de los diarios puedan estar manipulados o carezcan de todo rigor documental, siempre puedes prescindir de
leer las páginas de opinión de los diarios. Pero el resto de medios me provoca una repuganancia tal que, ver un informativo o escuchar cualquier emisora de radio que no sea exclusivamente musical (y que no hablen de nada, no como en los 40 Subnormales) me supone la realización de un esfuerzo casi titánico. Hace unos años escuchaba divertido todas las mañanas a Jiménez Losantos ( «En la radio, información y opinión son la misma cosa») pero poco a poco me empezó a producir el mismo rechazo que desde siempre me causaron Gabilondo (igual de perverso y manipulador pero más educado, eso sí) o Cristina López Schilichting (una mezcla a partes iguales entre maruja pepera y portera progre).

¿Qué decir de algunos informativos, destacando el de la Sexta, aún más repulsivo que los comentarios de Gabilondo, el publirreportaje encubierto de Matías Prats o el parte de la Moncloa de Televisión EXpañola? Cada vez que veo a Mamen Mendizábal babear con ZP como lo hizo en su día Concha Velasco, siento vergüenza ajena por esta pobre ilusa.
Por lo visto sólo se exige a las presentadoras de informativos que sepan leer medianamente del PROMPT y una cara y un pecho agradables. ¡Para que después hablen de machismo e igualdad! ¿De verdad se cree este busto parlante que es la estrella mediática de los informativos de Emilio Aragón si no fuera por su físico y su lameculismo político? Aunque siempre será mejor verla a ella que a otras perlas de la profesión como María Antonia Iglesias, más conocida como La Albóndiga.

Caso extremo son los programas de personajes como Ana Rosa Quintana o María Teresa Campos: analfabetas, cotorras sin escrúpulos, falsas, manipuladoras, chapuceras, buscadoras incansables del morbo y lo desagradable. Aquélla, incluso, plagiadora confesa que pretendía enriquecerse aún más encargando a un negro, que además copio el libro, una novela sobre el maltrato doméstico. ¡Hay que ser bruja y aprovechada! Y ahora, a la comba de estos programas, van todos los matutinos cuyos nombres no recuerdo.

No cabe duda de que existen periodistas que realizan su labor con diligencia y pulcritud, incluso algunos brillantes como los que revelaron la trama de corrupción de los gobiernos de Felipe González, el GAL o los secretos del 11-M. Pero creo que no cabe tampoco duda de que, como consecuencia de la demanda social que exige obtener un título universitario aunque no se tenga la capacidad suficiente, se han creado una serie de carreras-cursillo que sólo sirven para que muchos analfabetos funcionales (ni están todos los que son ni son todos los que están) puedan presumir de estudios superiores. Y Periodismo es una de ellas. De hecho, he conocido a varios profesionales que, a la hora de rellenar sus datos personales, en el apartado de profesión, ponían su carrera (licenciado en Historia, licenciado en CC Empresariales,...) y entre paréntesis
«Periodista».

De este oficio y sus estudios asociados presumen los comentaristas de fútbol (ésos que preguntan obviedades como
«¿Estás contento de haber ganado la Champions?») y los de la prensa rosa o presentadores de grandes hermanos y telebodrios como Está Pasando o España Directo y sus reporteros (al hilo de ver estos dos programas me dedicí con esta entrada). Ejemplo de cutrería, analfabetismo, amarillismo y chapucería. O personajes como Jordi González y Mercedes Milá que, tras demostrar repetidamente su mala calaña, pretenden hacernos creer que sus ocasionales reportajes de investigación pueden contar con algo de seriedad y credibilidad. Como para fiarse de estos tipejos.

En fin, una profesión plagada de lo más selecto de cada casa: María Patiño, Jesús Mariñas, Gemma Nierga, José Ramón de la Morena... Y por no hablar de la ralea de histéricos amanerados como el marica del Tomate, cuyo nombre ni puedo ni quiero recordar. Hasta Belén Estaban tiene más solvencia. Para que luego te digan chorradas como
«Tiene que ser verdad. Lo han dicho en la tele».

martes, 17 de junio de 2008

RAMBADAS





Vi Acorralado (First Blood) con 12 años y me causó una fuerte impresión que me dura todavía. Esta obra maestra del cine de acción, producida por el belicoso Buzz Feitshans y dirigida por Ted Kotcheff, autor también de la recomendable Más allá del valor (que protagoniza Gene Hackman, uno de mis actores favoritos) es muy distinta a cualquier película del género, por la forma de desarrollar un argumento aparentemente simple y de camuflar un inquietante mensaje entre tanto disparo y persecución.

Poco después de su estreno (1982), el film fue denostado sin piedad por diferentes sectores de la izquierda estadounidense, que lo acusaban de sencillote, mal interpretado y carente de trama, amén de exaltador de una violencia sin sentido. Críticas de las que por cierto se han librado pelis bélicas o de acción de corte muy similar, pero no financiadas por Feitshans ni protagonizadas por Stallone, y en las que, a diferencia de First Blood, no muere sólo una persona.

Esta adaptación para la gran pantalla de la exitosa novela de David Morrell (1972) fue muy pronto encasillada en el llamado cine “fascista” o cine patriótico americano, etiqueta que compartieron en aquella época numerosas producciones caracterizadas por su talante crítico con la forma de gestionar la rendición en Vietnam (Desaparecido en combate, 1984), la negociación sobre los prisioneros de guerra y la actitud hipócrita de la sociedad de EE.UU ante este conflicto y los derivados de la Guerra Fría. En este saco también acabarían todas las películas con reproche al sistema policial y penal yanqui (Cobra, 1986), y por extensión todas las dirigidas por el ultraderechista Sylvester Stallone.

Pero ya digo que cuantas más veces he visto Rambo I”, más me ha gustado y a más conclusiones he llegado. Tras un argumento aparentemente insustancial (un boina verde veterano utiliza todos sus conocimientos de combate contra la policía que le persigue por el monte), se esconde en realidad un potente mensaje simbólico sobre la Guerra de Vietnam.

La sociedad americana, que tantos esfuerzos materiales y humanos invirtió en la guerra, fue incapaz de recibir con los brazos abiertos a los combatientes que regresaban, a los que llegó a considerar, según los puntos de vista, como unos fracasados o unos asesinos. En cualquier caso, este rechazo social generó una bolsa importante de marginación entre la tropa de retorno. Miles de soldados, particularmente los que más tiempo estuvieron en servicio o fueron destinados a unidades de élite, nunca consiguieron adaptarse a la paz, convirtiéndose en parados de larga duración, mendigos o vagabundos llenos de frustración y de rabia contra sus compatriotas.

Acorralado simboliza estas actitudes con sus personajes y a veces con sus diálogos y situaciones. El sheriff Teasle y sus agentes representan a la sociedad norteamericana, recelosa de los veteranos de guerra y ansiosa por olvidar y apartar de un manotazo, como si de un mal sueño se tratase, todo aquello que recuerde el episodio vergonzante de los años 70. En frente, el personaje de Rambo quiere expresar la conciencia y la rebeldía de quienes sacrificaron su juventud en el país asiático y fueron recibidos a patadas por los mismos vecinos y amigos que les despidieron con vítores cuando se alistaron (El cazador, 1978).

Pese a su moraleja escondida, la cinta puede ser vista perfectamente como un mero entretenimiento de acción y de suspense, y en este sentido, y contra todas las críticas, yo la considero un peliculón que hace verdaderas maravillas con el ritmo y con la música (inolvidable el tema It´s a long road), dosifica sabiamente la violencia y nos muestra una lucha dramática y primaria por la supervivencia que a nadie deja indiferente.

Este primer Rambo nada tiene que ver con sus secuelas de 1985 y 1988 (también patrocinadas por Feitshans, aunque con diferentes directores), productos ya de relativa calidad cinematográfica que apuestan a todas luces por un espectáculo violento nada sugerente y explicitan el mensaje político contra el comunismo internacional. Aun así, son pelis con las que yo he disfrutado siempre, pese a sus fantasmadas. Las considero muy entretenidas, sin más, y un auténtico despliegue de impresionantes efectos especiales. Son las madres del cine de acción de hoy.

A la reciente John Rambo no la quiero dedicar muchas palabras, como castigo por lo que me ha decepcionado. Súper Stallone ya está muy viejo para estas aventuras, y si con Rocky Balboa (2007) salió a flote con cierta dignidad, no es éste el caso de la última rambada. Tenía ilusión por verla, pues la de Rocky avivó mucho mi nostalgia cinematográfica, pero salvo un par de guiños entrañables a Acorralado (banda sonora, regreso a casa con un plano idéntico al de los créditos iniciales de First Blood y ampliación del flash back de la escena del afeitado), me ha parecido que no se salva ni como película de acción. Utiliza un ritmo excesivamente trepidante, que en ocasiones da la impresión de un rodaje a cámara rápida; el actor, ya digo, está cascadísimo y no es nada creíble; las escenas son tan violentas que se pierde toda la naturalidad y se roza el género gore, y hay demasiada similitud con los Rambos anteriores…, aunque no salga el inolvidable Coronel Trautman.

Como es el primer Rambo que dirige el propio Stallone, se acentúan todavía más los tintes antimarxistas, lo que en este caso es muy de agradecer, pues lo mejor del film es su severa denuncia de los desmanes de la tiranía maoísta del sangriento Partido Birmano del Programa Socialista, que viene practicando un terrible genocidio desde los años 60.

domingo, 15 de junio de 2008

ENCUESTA DE C3PO, R2D2...

Pregunta: ¿Qué te parecen los personajes humorísticos del blog como C3PO, R2D2 y otros que aparecen de vez en cuando? Total votos: 33

RESPUESTAS:

a) Se trata de una estrategia del Cuatriunvirato para dar vidilla. 3 votos (9%)



b) Son divertidísimos y dan un toque de humor entre tanto discurso seriote. 16 votos (48%)


c) Son obra de un tonto del haba que no es capaz de opinar cosas normales sobre los temas planteados. 13 votos (39%)


d) Me parecen una verdadera mamarrachada que desvirtúa y desprestigia el blog. 1 votos (3%)

EL COMENTARIO DE LA SEMANA (1): CREAR NECESIDADES


Muchos comentaristas de “La pluma viperina” dicen cosas interesantes y divertidas que nos encanta leer. Con frecuencia los Cuatriunviros charlamos entre nosotros sobre qué comentario ha sido más inteligente, humorístico, informativo, erudito o ha dado más pie a nuestra reflexión. Casi todas las intervenciones nos ayudan a ver con diferente prisma los temas que planteamos.

Por ello, hemos decidido crear una sección, en principio dominical, que podríamos titular algo así como “El comentario de la semana”. Consistirá sencillamente en un post en el que copiaremos y pegaremos, a veces íntegro y a veces un extracto, nuestro comentario favorito (por unanimidad) desde el lunes anterior.

Con esta idea sólo queremos fomentar la participación y que ésta sea rica, variada e interesante. También queremos de alguna manera compartir con todos nuestra opinión sobre los comentarios.

Y sin más preámbulos, iniciamos la sección:

El mejor comentario de la semana ha sido:

“Y es que estamos sometidos a una desemedida polución política, lo peor de cada profesión, se dedica a la política, y claro como son incompetentes lo que hacen es crear necesidades a los ciudadanos que estos nunca han tenido”

Autor: Conan

sábado, 14 de junio de 2008

UNA EXCURSIÓN CAMPERA

El miércoles pasado, nada más salir del trabajo, me escapé junto a unos compañeros, algunos ya amigos, a una zona limítrofe entre el Norte de Palencia y Burgos. El objetivo era, en principio, simple: burlar a la lluvia y recorrer el cañón de un río antes de que la noche nos viniera encima.

Cuando hace unos años disfrutaba de la «alegre despreocupación de la juventud», en ciertas ocasiones solía gozar y no pocas veces sufrir, de algunas escapadas camperas que, a la larga, me han proporcionado recuerdos mucho más agradables que las más habituales y expansivas noches crapulosas de la actualidad.

Ahora, gusto de recordar mis momentos de pura rebeldía espiritual y casi física, cuando era un esquelético jovenzuelo de apenas 65 kilos, con alguna marcha ocasional que me permita tener un tema de conversación en el correspondiete bar de copas-tugurio pijo y así parecer, durante unos breves minutos, algo diferente al señorito burgués en que me estoy convirtiendo aceleradamente
.

En esta ocasión, y a pesar de lo que inicialmente parecía, el tiempo acompañó, permitiéndonos recorrer el inexistente camino, un callejón que el agua ha esculpido durante millones de años y plagado de una vegetación exhuberante rica en zarzas y rosales silvestres que dejaron su huella en la piel de más de uno. Trascurridas unas dos horas, la mitad del grupo tuvo que darse la vuelta pues el conductor del coche que nos esperaba al final del recorrido había olvidado la llave en el vehículo que dejamos al principio.

El resto seguimos nuestro recorrido apretando bien el paso hasta llegar a un pequeño pueblo donde una señora que debía ser la única persona educada de allí nos comunicó, a las nueve y cuarto de la noche, que en apenas una hora habríamos llegado a nuestro destino por un camino en perfecto estado. De seguro, nuestros co
mpañeros nos estarían esperando. Queríamos avisarles pero ante la ausencia de cobertura móvil en la zona, nos acercamos a la «Sociedad Recreativa Privada. Prohibido el paso a no socios» de la aldea -hay que ser pedantes-. Curioso que se anden con esas majaderías en un pueblajo de una docena de habitantes. Allí solicitamos un teléfono público o privado obteniendo como única respuesta el desaire de un gañán: «No hay teléfono público. Bah, lo hay pero no funciona».

Por lo visto, la señora en cuestión, antes de pesar cien kilos debió ser corredora de fondo pues, como nos enteramos más tarde, la distancia real hasta nuestro objetivo era de más de nueve kilómetros y, tras recorrer más de siete y con la noche acechando sobre nuestras cabezas, descubrimos que el camino que debería llevarnos hasta él estaba inundado e impracticable. Casi a ciegas, tomamos la decisión de continuar por un camino decente hasta el siguiente pueblo, al que llegamos ya bien entrada la noche, sin comida ni agua -el organizador de la marcha había previsto tres horas y no los resultantes veinte kilómetros, la mitad por medio de una jungla- e iluminados por media luna en cuarto creciente. Ante la previsión de que nadie en el pueblo nos dejara un teléfono para llamar a los compañeros que nos esperaban en los coches en un punto donde nunca llegaríamos, habíamos previsto un plan: liarnos a pedradas contra alguna casa y armar el mayor alboroto posible para que así, al menos, acudiera la Guardia Civil.

Y a punto, estuvimos de hacerlo. En ningún lugar encontramos a nadie que nos abriera ni nos ayudara a pesar de verse luces en la ventanas. Al final, nos abrió la puerta de su casa un caballero ya entrado en años, muy receloso al principio; cosa comprensible si se presentan en tu casa tres individuos a las once y media de la noche venidos de la nada. Finalmente, no sólo nos permitió llamar a nuestros compañeros; hasta nos ofreció de cenar y un sitio donde esperar.

Todo este rollo tan insulso, trae a cuento varias reflexiones:
  • Lo que en un momento nos parece una desgracia y una contrariedad se convierte, muchas veces, en un golpe del destino a tu favor. Si uno de los conductores no se hubiera olvidado las llaves y visto obligado a volver, habríamos terminado en un pueblo desconocido y sin posibilidades de obtener vehículo alguno. Si el camino final hubiera estado practicable, nos habría tocado atravesar de noche un páramo desconocido plagado de pozos kársticos diseminados: una trampa mortal para el que no conozca en terreno. No sabemos lo que el Destino nos tiene preparado; ¿cuántas veces lo que contemplamos como una desgracia irreparable, visto de lejos se ha convertido en un golpe de fortuna? ¿Cuántas veces pasa lo contrario? Esa chica, ese trabajo, ese viaje, ese premio a la lotería...
  • Da gusto encontrar a personas confiadas, dispuestas a ayudar a unos desconocidos, a pesar de que el mundo y la prudencia te dicten justo lo contrario.
  • El hombre gusta de tropezar cientos de veces en las mismas piedras. Hay que planificar bien las excursiones y no dejarlas en manos de alguien que todo lo improvisa y que siempre te acaba perdiendo en medio del monte.

miércoles, 11 de junio de 2008

PASIÓN DE ESTÍO (por Pantera Rosa con Nube)


Madame de Letsby se educó en un sobrio ambiente, rodeada de grandes crucifijos de madera. La influencia de una madre autoritaria y las monjas del colegio, hicieron mella en ella, hasta el punto de hacer que considerara indecorosos hábitos como la depilación, cosa que con su genealogía de mujer hormonada y “mediterránea”, es decir que tenía un bigote poblado y los mismos pelos en las piernas que Kurt Russell y prefiero no entrar en más detalles... no contribuían a su belleza que se esbozaba tímidamente bajo su descuidada apariencia.

También ir a la peluquería, llevar una falda por encima de la rodilla o mirar a un hombre a los ojos, éstas y otras actitudes eran autocensuradas con dureza y con la penitencia del rezo de varios Rosarios.

Madame supo siempre compensar aquellos ardores que surgían desde su bajo vientre con la ingesta indiscriminada de alcoholes varios. Así que aquella mujer poco agraciada y apocada, compensaba con cartones de vino peleón y el Marie Brizard aquellas “molestias” que no terminaba de comprender, ya que ella se comportaba según las más estrictas normas y esperaba más un premio que aquella tortura personal.

Entrada en la treintena, su trabajo de funcionaria de administración pública de Hacienda, lo cumplimentaba con varias actividades en la parroquia. Sentía especial placer la contemplación del inmenso cirio pascual, palpaba su cilíndrica forma volviendo a sentir un desasosiego incomprendido.

Ella junto a otras mozas beatas, veían el paso de sus días en sus actividades en el coro, donde ponían banda sonora los sábados por la tarde, a las bodas de otras, soñando que ellas ocuparían algún día el lugar de la “princesa de blanco inmaculado”.

También eran calculadoras recaudadoras, y moralizadoras vehementes en defensa de su virginal situación, soltaban el exceso de energía en apologéticas charlas sobre el “virtuosismo” que las invadía.

Sus comentarios más fuera de tono, se debían a sus sonrojos al ver que uno de los hombres casados que iban a misa con sus hijos les sonreía en educado saludo.

Un día marcado, debido al retiro a mejor vida del octogenario párroco, sumidas en el luto y la pena llegó un nuevo sustituto que ninguna esperaba... El Padre Gabriel, que era bello como el mismísimo Arcángel, su espalda de dimensiones exageradas equivalente al armario empotrado donde se guardaban las sotanas, su sonrisa iluminadora y su penetrante voz consiguieron que al día siguiente la única que mantuviera el luto y el bigote era Madame de Letsby.

Aquel día hubo una reunión de catequesis, las pieles blanquecinas que antes siempre habían estado ocultas bajo oscuras prendas, aquella mañana relucían con el contraste del negro cuervo de nuestra protagonista. Actitudes extrañas, exageradas, poco naturales entre las jóvenes beatas excitadas y nerviosas, mientras Madame sentía un calor insoportable al ver los pelillos del pecho del cura que sobresalían por encima del alzacuellos.

Tenía que salir de allí, no reconocía la actitud de sus compañeras y ella al segundo de la aparición sabía que sentía una pasión prohibida por el padre Gabriel.

Al llegar a su casa se encerró en su cuarto extasiada y atormentada.

Soñaba con la llegada del deseado momento de catequesis, de reencuentro con el protagonista de sus sueños de amor, al tiempo que deseaba escapar de todo aquello que la atormentaba sobremanera y sobre todo la competitividad de sus compañeras que parecían no tener límite para llamar la atención del joven padre.

En una de las noches en las que salió con unos catequistas amigos y bajo los efectos de cinco copazos de Gin Larios conoció a un robusto macho, original de Motilla del Palancar, apodado el “Mono” que sintió una ardiente pasión por la joven, amante fetichista del vello, la cortejó con una flor de las que venden las chinas.

Madame aquella noche decidió romper con todo su sufrimiento y dejarse llevar. Su primer beso a los 33 años fue una experiencia de babas y extrañeza, pero no pudo separar sus labios de los del Mono...

Él la respetó y la invitó a pasear al día siguiente por la tarde y aunque ella por quien sentía verdadera pasión era por el Padre, por primera vez en la vida decidió ser piadosa y dejarse querer por aquel hombre honrado.

Al despedirse de las catequesis y del cura, él la tomó fuertemente por el brazo, mientras la miraba profundamente a los ojos dijo, -No te vayas, te necesitamos-

Y ella dignamente dijo –Yo también me necesito- Adios...

martes, 10 de junio de 2008

IGUALDAD DESIGUAL




Ayer la nueva ministra del nuevo ministerio de Igualdad hizo su primera comparecencia en el Parlamento, que no tuvo desperdicio, ni en cuanto a las formas ni en cuanto al fondo.

Bibiana Aído en su comparecencia hizo gala del nuevo lenguaje políticamente correcto llevado hasta la ridiculez, usando formas masculinas y femeninas para designar grupos en los que hay miembros de sexo masculino y femenino, algo que va contra las normas gramaticales del español, y que a mí particularmente me parece forzado, estridente y ridículo. Así por ejemplo, habló del "consejo de ministros y ministras", pero como esto le pareció poco, se inventó femeninos inexistentes en castellano, hablando de "miembros y miembras". Lo que no se le ocurrió es, por ejemplo, usar el masculino cuando el término tiene género femenino, como en el caso de señoría, o usar el femenino de sustantivos como agresor.

En cuanto al contenido de sus palabras, su ministerio ha tomado la primera medida desde que fue creado. A alguna mente preclara e igualitaria no se le ha ocurrido otra cosa que crear un "teléfono para hombres" o "teléfono del agresor" que parecen ser casi sinónimos para la ministra— para que los hombres que tengan ganas de agredir a sus parejas llamen y se desahoguen por teléfono en lugar de hacerlo físicamente. Me pregunto quien habrá sido el listo o la lista que ha tenido la genial idea, que sin duda costará sus buenos millones poner en marcha y otros tantos mantener, pero de cuyos resultados perdónenme que dude mucho.

La señora ministra piensa que los maltratadores cuando vayan a agredir a sus parejas, se acordarán del teléfono y descargarán su ira con el interlocutor o interlocutora que haya al otro lado del mismo, tras lo cual se sentirán relajados y ya sin ganas de usar la "violencia de género"; y por otro lado, pobres los que contesten al teléfono, que tendrán que aguantar casi más que los telefonistas del servicio técnico de jazztel, tanto a agresores como a graciosos y bromistas.

Que conste que estoy totalmente en contra de la violencia de los hombres hacia las mujeres, que me parece un acto de cobardía y de poca hombría, pero la violencia no es exclusiva de los hombres hacia las mujeres, y no es el único tipo de agresiones que puede haber, pues muchas veces una agresión no física puede doler casi igual que una física. Sin embargo, un ministerio llamado de la igualdad, debería ocuparse tanto de la violencia de hombres a mujeres como de la contraria, e incluso otros tipos de violencia, como la que hay en las aulas, y no aceptar, por ejemplo, que una agresión de un hombre hacia una mujer conlleve más pena que la contraria. Y ya puestos, ¿Por qué el teléfono para mujeres es sólo para víctimas y el de hombres para agresores?

¡Menuda igualdad, señora ministra!

domingo, 8 de junio de 2008

LA "NUTRIA" DE LOS CURAS

El otro día tuve una discusión con un amigo sobre la castidad de los curas. Este amigo, brillante comentarista de “La pluma viperina” (si quiere, que se identifique) es un escéptico total sobre el autocontrol en temas sexuales y considera que aguantarse las ganas va contra natura, pues de hecho somos “el único animal” que puede morirse virgen, y esto es poco menos que un contradiós. Opina que la continencia de los sacerdotes es un camelo, que en ese mundillo hay más promiscuidad de la que nos pensamos y que fijo que todos le dan al manubrio, porque es muy dura toda una vida “sin dar de comer a la nutria”. Encima me sacó el tema de los curas yanquis pederastas y del “perdón” que tuvo que pedir Benedicto XVI, y no sé cuántas historias más, con las que vino a concluir que los curas deberían poder casarse, porque si no todas las guarradas las hacían de tapadillo y eso es una hipocresía, y tal y tal…

A mí me pasma mucho la gente capaz de elevar sus sospechas personales no contrastadas, sus intuiciones peregrinas y sus impresiones subjetivas a la categoría de verdades estadísticas del tipo “el 90 por ciento de los curas no se contiene”. Yo no estoy metido en la vida y en el pellejo de todos los presbíteros, de los obispos y del Nuncio para saber a ciencia cierta si se la cascan, o si se cepillan al ama de llaves, o si sus sobrinas lo son de verdad. Yo lo único que sé es que estas personas han elegido libremente su condición y sus votos, y doy por sentado que por lógica y por coherencia con su decisión voluntaria, cumplirán con la castidad. Nadie les ha obligado a ordenarse y conocían perfectamente las renuncias del sacerdocio. No tiene ningún sentido que un chico “dado a mujeres”, al que le guste más el tema que a un tonto un lapicero, se meta en semejante berenjenal sabiendo que va a pasar las de Caín el resto de su vida. Todavía, hace muchos años, cuando igual metían cura a un chaval porque tocaba uno por familia, podía entenderse que se quebrantara el voto, pero, ¿hoy día?.

La presunción de inocencia me obliga a entender que salvo caídas puntuales, casi todos los sacerdotes se esfuerzan por cumplir, y que sus errores en esta materia serán muy lamentados por ellos mismos ante todo. Es más, estoy convencido de que a pesar de la leyenda negra que hoy interesa difundir sobre todo lo que huela a sotana, la inmensa mayoría de curas es un ejemplo de hombría de bien, de servicio a los demás, de Fe profunda y por supuesto de castidad. Desde luego, sería un idiota si pensara que no hay curas folladores, viciosos y hasta pederastas. Pero esto pasa en todos los colectivos: siempre hay fallos, debilidades, perversiones e incoherencias. Son las miserias del ser humano, ordenado o no. Aunque me atrevería a apostar que estas miserias se dan entre los hombres de Iglesia en una proporción abrumadoramente menor que en cualquier otro grupo.

Lo del matrimonio de curas y monjas es otra historia que para mí tiene que ver sólo relativamente con el sexo. En el cristianismo primitivo se decidió que los presbíteros permanecieran célibes (o sea, que no se casaran) para gozar de plena disponibilidad en su labor apostólica y en su servicio a los fieles. Esta tradición, que yo celebro, se ha mantenido desde entonces por estas mismas “razones operativas”. Me parece de cajón que un cura preocupado por la hipoteca, por el colegio de sus tres niños y por las vacaciones con su señora no va a poder entregarse en cuerpo y alma a sus obligaciones espirituales, que implican objetividad, distancia o, por así decirlo, cierto alejamiento, de los problemas materiales y “del mundo”. La monja o el cura casados iban a dar siempre prioridad a las necesidades de su pareja o de sus hijos, y ello es incompatible con la razón de ser de la vida religiosa, que es la renuncia a uno mismo para entregarse del todo a Dios, a la oración y a los demás.

viernes, 6 de junio de 2008

CHISTES PARA QUEDAR MAL


A un amigo nuestro le encanta ese momento clave de las comidas de empresa o de los cafés con los compañeros en que inexorablemente la gente se pone a contar chistes. Dice que es la ocasión ideal para contar uno de ésos tan políticamente incorrectos que, aunque hagan muchísima gracia, nadie los ríe por no quedar como un racista, un “homófobo”, un facha o un machista en esta sociedad hipócrita que lleva su puritanismo democrático hasta el límite de perder el sentido del humor. Ante estos chistes, que son los mejores, suele haber un silencio tenso, y unos y otros se miran sonriendo tímidamente y con una expresión de disimulo.

El Cuatriunvirato quiere convocar un concurso de estos chistes políticamente incorrectos, de los que nunca contaría en público un buen demócrata, ni una persona sensible con la igualdad entre hombres y mujeres, y con las diferentes etnias y orientaciones sexuales.

El chiste más valorado por el jurado viperino –o sea nosotros- será premiado con el “honor” de publicar en el blog una entrada como invitado.

Nota: Sólo podrá concursarse con un chiste por comentarista. (Podéis contar los que queráis, pero debéis elegir cuál entra en concurso)

Plazo: Entrarán en concurso los chistes que se cuenten como comentarios a esta entrada hasta el día 16 de junio , lunes, inclusive.

jueves, 5 de junio de 2008

LIBRO: LA NACIÓN FALSIFICADA, DE JESÚS LAÍNZ

Acabo de terminar de leer este libro, y la impresión general ha sido buena, aunque reconozco que esperaba más de él. Desmonta muchas de las mentiras en las que se basan los nacionalismos catalán y vasco.

Consta de dos partes claramente diferenciadas. En la primera, expone brevemente la biografía de alrededor de sesenta personajes históricos catalanes y vascos que el nacionalismo exalta por considerarlos artífices o defensores de Cataluña y El País Vasco: escritores, músicos, militares, religiosos, políticos, etc. De todos ellos, en el libro se destaca precisamente su faceta de patriotas, pero no catalanes ni vascos, sino españoles. Faceta que el nacionalismo descaradamente oculta o manipula para conseguir el objetivo de que los ciudadanos de las regiones en las que gobiernan profesen una profunda animadversión hacia España (cuando no odio).

La segunda parte, un epílogo largo, es bastante más entretenida. Describe los instrumentos que el nacionalismo utiliza para difundir su doctrina basada en manipulación y mentira: propaganda con fondos públicos, empresas afines, control de la educación, etc. Es especialmente curioso ver cómo se sacan de contexto hechos históricos, se tergiversan e incluso se reinventa la Historia para intentar exaltar la de unos países que jamás existieron.

Una de las conclusiones más importantes que extrae es que la mayor dificultad que existe para derrotar al nacionalismo estriba en la diferencia de miras: mientras el Estado Español tiene completamente abandonada la educación, los nacionalistas centran sus esfuerzos en adoctrinar a la población desde la infancia, inculcándola el odio a España y sus tesis (interesadamente equivocadas) desde el principio, siendo así más difícil erradicarlas, aunque sea con la verdad y los hechos por delante.

lunes, 2 de junio de 2008

DEUS VULT

Era mi intención publicar esta semana algún post que fuera lo suficientemente polémico y viperino, rozando en lo provocador. Pero mi astenia primaveral me causa tal desidia que, de momento y sin que sirva de precedente, voy a dejar al soldado, al polemista y al inquisidor en casa y tranquilitos.

De tal manera, me he decidido a hablar de un libro a raíz de una conversación surgida este fin de semana. Conocí la existencia de una saga novelesca titulada La Trilogía de las Cruzadas (Jan Guillou, 1999) por un grupo de compañeros de mi club de esgrima allá por el año 2004. Prácticamente no había descanso o cerveza postrera cuyas conversaciones no estuvieran monopolizadas por las batallas y aventuras de su protagonista y los avatares históricos que lo rodeaban.

En un principio no soy partidario de leer libros extranjeros; temo las traducciones y mi dominio de los idiomas es demasiado escaso como para enfrentarme a cientos de páginas en lenguas bárbaras, máxime cuando, originalmente, se encuentren escritas en Sueco.

A menudo pago cinco o más euros por un cubata cuyo alcohol seguro que no procede del Caribe sino de alguna fábrica de Bayer. Por lo tanto, tras una visita a la sección de libros de Carrefour –al que yo sigo llamado Pryca pues pronunciarlo en francés, algo así como /Karrfur/, me parece una pedantería y llamarlo Carrefur una palurdada-, y ver el primero y el último de los libros de La Trilogía por unos míseros ocho euros cada uno, me decidí a comprarlos. También es cierto que, de no tener referencias tan estupendas y, lo más importante, de no desear seguir sintiéndome excluido mientras me curaba con refrescantes tragos de espumosa los hematomas resultantes de decenas de «contras de sexta», no habría pasado del primer capítulo que me pareció un auténtico tostón.

Acertada decisión. A lo largo de unas 1500 páginas nos sumergimos en una apasionante historia enmarcada en la Suecia de mediados y finales del siglo XII, en la Tierra Santa de la Tercera Cruzada y la unificación definitiva de Suecia a principios del XIII. Una oportunidad extraordinaria de conocer de una manera novelesca, amena y apasionante las costumbres nórdicas medievales, más próximas a las tradiciones vikingas que a las latinas; la vida en los monasterios cistercienses donde el protagonista, Arn Magnusson, recibe la mejor educación de la época hasta convertirse en un pequeño Perceval, ideal del caballero cristiano; una juvenil historia de amor que se mantendrá viva por más de veinte años a pesar de la envida y malas artes de una envidiosa mujer; la vida de un caballero templario enfocada desde un punto de vista histórico muy alejado de las ridículas versiones gnósticas y pseudomasónicas tan en boga actualemente; la mezquindad y el egoísmo humanos que son capaces de hacer pedecer cualquier obra...

Cientos de soberbias escenas trasladan nuestra imaginación a un tiempo magnífico a pesar de todas sus miserias: un joven, apenas adolescente, clavando su espada en suelo a modo de cruz para, arrodillado ante ella, jurar a su amada que le será fiel y volverá a buscarla a su prisión pasados veinte años; un guerrero llorando amargamente ante la vida arrebatada de su fiel caballo; la generosidad con el enemigo derrotado que ha luchado con honor –palabra a extinguir en este nuestro tiempo-; un templario en duelo con un caballero inglés llamado Ivanhoe con un resultado muy diferente al narrado por Walter Scott; un puñado de caballeros dispuestos a entrar en batalla ante un enemigo mucho más poderoso al grito de Deus vult...

Sin duda, todos aquellos «fans» de Ken Follet y sus Pilares la Tierra disfrutarán enormemente de estos tres libros que, en mi modesta opinión, son de mejor calidad literaria, más realistas y mejor documentados. Una oportunidad única para vivir un espíritu y una concepción de la vida, del honor y de la muerte que, a punto de desaparecer en nuestro tiempo, claman al cielo una nueva cruzada. ¡¡¡Deus vult!!!