Entre las muchas gilipolleces que se han dicho y se han hecho en torno al Congreso del PSOE, me suena haber leído en prensa no sé qué debate sobre si los Ministros deben vestir corbata.
A mí la corbata no es que me guste o me deje de gustar. Simplemente considero que, como tantas otras cosas, es algo que hay que saber cuando utilizar, ya que su uso o no uso a destiempo es una falta de educación, una palurdez o una chulería según el caso.
A mí la corbata no es que me guste o me deje de gustar. Simplemente considero que, como tantas otras cosas, es algo que hay que saber cuando utilizar, ya que su uso o no uso a destiempo es una falta de educación, una palurdez o una chulería según el caso.
Dejando aparte que en España, el uso de este complemento se ha convertido en una pura esquizofrenia (ya sólo lo llevan los Ministros y los comerciales de ONO), yo pienso que debería ser obligado encorbatarse en ambientes donde primen la formalidad y la profesionalidad en las relaciones, en los puestos de trabajo de atención al público, en los actos solemnes y en celebraciones muy especiales, como pueden ser las bodas. Por supuesto, este criterio habría que matizarlo un poco con la observación y el "allá donde fueres haz lo que vieres". Y también por supuesto, deberían tenerse en cuenta los gustos y la personalidad de cada uno.
Lo que me parece una tontería es obviar la relevancia social de la corbata y negarse a vestirla por principio, aunque te sea requerido por personas que así lo prefieran (una empresa, una invitación…) o por circunstancias determinadas. Eso sí: si se lleva, mejor hacerlo con cierta dignidad, porque para combinar una elegante corbata con piercings, pendientes o coletas… es casi mejor ir en pelota picada. Esto último es muy típico de los comerciales de “puerta fría”, que son unos horteras, y de los agentes inmobiliarios, que no digamos…
La corbata tiene muchos significados y matices, que pueden ir desde dar, como digo, un toque de formalidad, oficialidad o distancia, hasta hacer más elegante y más bonita una fiesta, como símbolo de alegría y de querer agradar con tu aspecto.
En mi trabajo gozamos de libertad para vestir como nos apetezca, y, aunque la gente joven no la usa mucho, a mí sí me gusta vestirla a diario, pero sobre todo si tengo alguna reunión, visita, evento o encuentro especiales. En mi entorno profesional, me gustaría que se llevara más a menudo.
En cuanto a los Ministros, considero que sus funciones tienen una solemnidad y una relevancia que exigen ineludiblemente el uso del “lazo al cuello” en todas las comparecencias, sesiones y apariciones en público. Aunque sabemos que los Ministros de ZP son unos gañanes, con la corbatita disimulan lo suyo...
No nos dice señor Neri a qué conclusión llegaron al respecto en el congreso del psoe, pero que hablasen del asunto no debería paracerle mal cuando Usted también lo propone como motivo de debate con su entrada.
ResponderEliminarEn cualquier caso, me ha hecho mucha gracia algunos de los ejemplos de "gañanes" que pone, especialmente el de los vendedores de pisos jóvenes, a los que, con el resto de su estética, la corbata les queda como a un Cristo dos pistolas (especialmente los de Tecnocasa).
Me ha gustado también que hayas reflejado la idea de que la corbata puede ser también símbolo de fiesta y alegría, pues también lo veo así (y no me refiero a cuando acabamos poniéndonosla atada a la frente en plan Rambo)
Un cordial saludo.
A mí me parece una solemne tontería discutir en el congreso de un partido político sobre el uso de la corbata cuando hay problemas infinitamente más importantes, y si comparamos, señor ignatus el congreso del partido en el gobierno con nuestro humilde blog, o nos sobreestima o mal vamos en este país (me temo que más bien lo segundo).
ResponderEliminarCon respecto a la corbata, me parece un signo de distinción y en ciertos puestos y cargos creo que va en el sueldo. Otra cosa es que cuando los ministros estén en su despacho del ministerio sudando la gota gorda para tratar de ahorrar un euro a las arcas públicas se la quiten y de paso suban el termostato del aire acondicionado 2 grados.
El hecho de que los medios de comunicación aparentemente serios traten el tema de las corbatas de los ministros me parece una gilipollez, pero es lo que le interesa al populacho, no nos engañemos (sí, al populacho).
ResponderEliminarPor lo demás, creo que en ciertas situaciones como las apuntadas por Al Neri es necesario llevar corbata, aunque nos resulte incómoda.
La corbata es una prenda sexista, superflua y condenada a desaparecer. Se puede ir muy elegante con una chaqueta o en traje y nadie es quien para obligar a nadie ni mirar mal a nadie por no llevar corbata. De hecho me parece un simbolo capitalista, de señoritos. Creo que los hombres a loa que no les gusta deberian revelarse y a los que les gusta, haceros un poco mas modernitos,por favor.
ResponderEliminarSefo siento discrepar del todo con tu apreciación. La corbata es una prenda elegante, sobria,(si es como debe ser), masculina y muy significativa del gusto de las personas.
ResponderEliminarA un gañan se le detecta rápidamente en traje y corbata, sin necesidad de que abra la boca.
A mi me encanta. El caso es que no se hacerme el nudo y solo la uso en las bodas, ceremonias o situaciones laborales que la hacen imprescindible .Muchas veces me he planteado usarla a diario en el trabajo pero por dejadez jamás lo hago.
Por cierto por una vez coincido con Neri:la corbata jamás puede ser una prenda de esport, ni se le puede acompañar de prendas informales y mucho menos de playeros o vaqueros.
¿Ves, Aprendiz? Ya estamos con el clasismo de la corbata: un gañan no puede llevarla sin ser detectado, es como la criba de gañanes y de gente humilde. "No intentes ponerte una corbata si no eres rico, pijo o fino, que rapido te pillaremos, tu tienes que vestirte segun tu clase"
ResponderEliminarNo por Dios, hay gañanes muy ricos y pobres muy elegantes.La gañanería reside a menudo en la falta de sencillez. En pretender aparentar lo que no es.
ResponderEliminarAún así no podemos discutir que hay gente más elegante, más distinguida, con más perestancia y gente que adolece de estas cualidades. Es inevitable. Igual que hay tipos más listos o menos; personas feas y guapas, inteligentes y tontos...Es inevitable.
A mi la corbata me parece un signo de distinción que usada de forma oportuna queda muy bien.
ResponderEliminarDesviar la atención en el congreso en este tema es obviar temas importantes que ahora mismo tenemos: paro, inmigración decontrolada, incremento violencia...lo de crisis no porque tiene tanta fuerza la palabra que es mejor cambiarla por otras que digan lo mismo pero suene mejor...
Y es verdad que el gañán aunque se vista de corbata gañán se queda...pero también es verdad que hay gente que tiene mas o menos clase.
Yo también veo completamente ridículo que en el congreso de un partido que debería representar a más de la mitad de los ciudadanos españoles se debata sobre si se debe llevar corbata o no al hemiciclo, habiendo como hay otros asuntos muchos más importantes por los que realmente deberían preocuparse.
ResponderEliminarY al hilo de la reprimenda del señor Bono a Sebastián por la corbata, también me parece vergonzoso y muy triste que unos señores diputados tengan que ser reprendidos como si fueran críos en el colegio. Creo que lo mínimo que se les puede exigir es que asistan a las sesiones (cosa que muchos no hacen) y que cumplan con las normas mínimas que se les exige por sus cargos (aunque no tengo claro que lo de la corbata sea una de ellas...).
Sobre el tema del uso de corbata o no, yo soy de la opinión de que el hábito no hace al monje. Y aunque en determinadas circunstancias y trabajos reconozco que es un complemento imprescindible y necesario y que da un toque de distinción y elegancia al que la porta... realmente la elegancia, formalidad y/o profesionalidad no se consigue por llevar traje y corbata sino por la propia actitud de la persona.
Y no se confunda en los entornos profesionales con las corbatas, señor Neri. Mi experiencia me dice que hay muchos encorbatados "gañanes" (como gustan de llamarles ustedes) y muchos "profesionales" que sin corbata ni traje ostentan mucha más educación, elegancia y un saber estar de "quitarse el sombrero".